Tradicionalmente, los circos han sido vistos como una diversión familiar con la que fantaseaban muchos niños. Pero se han convertido en el centro de muchas controversias en las sociedades que, cada vez más, se suman a la lucha contra el maltrato animal. En este artículo analizamos los aspectos legales de los circos.
El cambio de perspectiva de la sociedad en relación a los circos
Durante varios años, los circos fueron vistos como un entretenimiento inofensivo para toda la familia. O incluso como la oportunidad de conocer especies de otros continentes.
En la actualidad, la mayoría de los ciudadanos ya reconocen la importancia de combatir la explotación de los animales. Ello queda patente en la drástica reducción del público que concurre a espectáculos de circos con animales o a los tradicionales zoológicos con especies enjauladas.
Lejos de parecerles un espectáculo entretenido, la condición lamentable en la que se mantienen estos animales ya es percibida como una crueldad. Ello sin mencionar el poco sentido de quitar forzosamente animales de su hábitat, con la única finalidad de ocasionar risas o asombro.
Algunos aspectos legales de los circos en España
En la actualidad, no existe una ley marco a nivel nacional que prohíba la utilización de animales en los circos. Pero sí existen normativas y leyes que protegen los animales y definen que no deben ser sometidos a actividades o contextos que impliquen sufrimiento o dolor.
La Ley 32/2007, por ejemplo, determina que los animales utilizados para explotación comercial deben recibir un trato digno y cuidados básicos para permanecer sanos. Además, la Ley 8/2003 sobre la sanidad animal prohíbe emplear animales en actos y procedimientos que impliquen dolor físico o psicológico.
Teóricamente, los circos deberían respetar las normativas que ya existen con la finalidad de garantizar el bienestar animal. Pero lo que generalmente se observa es que los animales del circo son obligados a ensayar y trabajar por varias horas sin descanso, reciben una nutrición deficiente y pasan gran parte de su vida enjaulados o encadenados.
Además, muchos de estos animales son nativos de otros ecosistemas y viven en un ambiente que no ofrece las condiciones óptimas para su desarrollo físico y mental. En consecuencia, terminan enfermando y sufriendo el estrés con mucha facilidad.
Madrid dice ‘no’ a los circos con animales
El cambio de la perspectiva social sobre el empleo de animales en los circos viene impactando en el ámbito jurídico. Y, poco a poco, las estructuras jurídicas, sus autoridades e instrumentos están siendo obligados a adaptarse a las nuevas realidades de nuestra sociedad.
Un buen ejemplo de ello es que cada vez más ayuntamientos y comunidades autónomas se ponen de acuerdo para prohibir los circos con animales. En los comienzos de 2019, Madrid ha decidido sumarse a esta iniciativa e impedir la instalación en su territorio de circos que emplean animales en sus espectáculos.
A través de una modificación en la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de los Animales, Madrid prohíbe el funcionamiento en la capital española de circos con animales; se da el plazo de un año para que los empresarios de esta industria reorienten su negocio.
Según la nueva normativa, los circos con animales deberían desaparecer de la capital española antes del verano de 2020. Por ello, su aprobación significa un importantísimo avance en los aspectos legales sobre los circos en España.
Lógicamente, queda mucho por avanzar en esta materia en España. Pero se espera que la decisión de Madrid sirva de ejemplo para que otros ayuntamientos se posicionen; y, con ello, se de el próximo paso para terminar con la explotación de animales con fines recreativos.
Nuevos tiempos, nuevas leyes: sobre cómo la justicia no puede o debe ser atemporal
Si observamos claramente que la sociedad ha cambiado de tal forma que algunas leyes no se corresponden con la realidad y hasta parecen un retraso de consciencia… ¿No es más que necesario que la justicia evolucione para estar en consonancia con quienes representa?
Si miramos con atención la historia del Derecho, percibimos que la sociedad civil fue el gran motor de los cambios que han posibilitado que tengamos las leyes que conocemos en la actualidad. En definitiva, si no nos atreviéramos a dar el siguiente paso a nivel jurídico, quizá jamás hubiéramos avanzado del ‘ojo por ojo, diente por diente’.
Por todo ello, no deberíamos extrañarnos de que sea la lucha de la sociedad en defensa de los animales la que finalmente logre cambiar los aspectos legales de los circos. Así podremos dar un nuevo e importantísimo paso en el camino a la erradicación de la explotación y el maltrato animal.
Bibliografía
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- infocircos.org. Los circos no son divertidos para los animales. Extraído de: http://www.infocircos.org/wp-content/uploads/infocircos_triptico.pdf
- PACMA. 2018. La situación de los animales. Extraído de: https://pacma.es/wp-content/uploads/2018/12/Medios_Situacio%CC%81n-Animales-Espan%CC%83a-2018.pdf