Los océanos son una de las partes del planeta Tierra menos exploradas. Sabemos que en sus profundidades hay una gran variedad de vida y que estamos muy lejos de conocerla en su totalidad. Esto debido a que es imposible para los humanos sobrevivir a las increíbles presiones de las profundidades marinas.
De hecho, las condiciones extremas que se experimentan en estos sitios de poca luz y presión alta han ocasionado modificaciones extremas en las especies. Aquí te mostramos un poco de lo que se conoce de los animales que viven en las profundidades marinas.
Las profundidades marinas
El océano es enorme. Tres cuartas partes del planeta están recubiertas de agua y de estas se calcula que solo conocemos un 5%. Esto se debe a que es difícil acceder a estos lugares, y que solo con un equipamiento especial y científicos muy preparados pueden acceder a este lugar.
Cuando hablamos de profundidades marinas o abisales, nos referimos al espacio de los océanos que está entre 4 000 y 6 000 metros de profundidad. En esta zona no penetra la luz y las temperaturas oscilan alrededor de los dos grados centígrados.
Hay sitios más profundos que la zona abisal. Las fosas marinas, que llegan hasta los 12 kilómetros de profundidad; son sitios especialmente profundos en los que convergen dos placas tectónicas. Son emplazamientos especiales poco comunes que albergan una fauna propia.
Características de animales que viven en las profundidades marinas
Los animales que aparecen en las profundidades abisales son muy variados y provienen de muchas familias diferentes. Sin embargo, las duras condiciones de vida que existen bajo el océano hace que tengan ciertas características en común.
La falta de luz solar impide la fotosíntesis y que crezca cualquier clase de especie vegetal. La fauna abisal se alimenta principalmente mediante la caza. Los que no cazan se nutren de los restos de animales de la superficie que van sumergiéndose poco a poco.
El aspecto de estos animales a menudo nos parece monstruoso. Debido a la falta de luz, muchos han desarrollado unos ojos grandes de aspecto inusual; otros han desarrollado bocas enormes y dientes afiladísimos, en ocasiones más grandes que el resto de sus cuerpos.
Debido a la falta de luz solar, algunos han desarrollado órganos bioluminiscentes, es decir, que son capaces de crear luz. Algunos peces tienen antenas preparadas especialmente para atraer con luz a sus presas, y otros iluminan su piel para espantar a los depredadores.
El gigantismo es una característica común en esta zona marina. Algunas especies son desmesuradamente más grandes en relación con otras especies de la superficie marina; peces de más de dos metros de largo o crustáceos que alcanzan los 50 centímetros de diámetro son dos ejemplos. Sin más dilación, descubre algunas de las especies que habitan en las penumbras del fondo marino.
1. Pejesapo espinoso (Caulophryne jordani)
El pejesapo –dos párrafos más arriba– es uno de los animales viven en las profundidades marinas con aspecto más aterrador. Sin embargo, es relativamente pequeño: las hembras, de mayor tamaño, miden apenas 25 centímetros de largo. Sus ‘espinas’ son en realidad órganos muy sensibles que detectan el movimiento de sus posibles presas.
2. Pez dragón abisal (Stomias boa)
El pez dragón es una especie de pez del que hay tres subespecies reconocidas. En general, son peces con un cuerpo alargado y plano y, aunque el tamaño general depende de cada especie, la media está entre los 30 y los 40 centímetros de largo.
Lo más destacable de este animal es la longitud de su cuerpo, pero también el tamaño de su boca. Sus dientes son tan afilados y largos que en algunos ejemplares se ha descubierto que no pueden cerrar la boca por completo.
3. Gusanos de tubo gigante (Riftia pachyptila)
Los gusanos de tubo gigantes son una de las especies afectadas por el gigantismo. Son seres invertebrados que forman grupos en el fondo del Océano Pacífico y viven dentro de tubos quitinosos al lado de las chimeneas de origen volcánico.
Tienen un metabolismo extremadamente lento, lo que les permite ser muy longevos: se ha descubierto que pueden vivir hasta dos siglos y medio. En cuanto a tamaño, algunos han alcanzado los dos metros y medio de largo, pero normalmente solo crecen hasta el metro y medio.
No tienen sistema digestivo: se nutren gracias a todas las bacterias que recubren su cuerpo y le ayudan a sintetizar el alimento. Sin esta relación de simbiosis, estos animales no podrían sobrevivir.
4. Calamar de cristal (Cranchiidae)
Los calamares de cristal son una familia de cefalópodos que adquieren su nombre gracias a ser transparentes. También se les conoce con el nombre de medusas de cristal o cránquidos. Unas especies viven en la superficie, pero hay alguna que habita las aguas de más de dos kilómetros de profundidad.
Dentro de esta familia hay grandes diferencias de tamaño, ya que los más pequeños miden unos pocos centímetros y los más grandes alcanzan un par de metros de longitud. La forma de los cuerpos es similar: cuentan con un cuerpo redondo y tienen los tentáculos cortos, en los que tienen ventosas.
Algunas especies son bioluminiscentes gracias a unos órganos situados a los lados de los ojos; usan esta característica para camuflarse en la base marina. En general, todo su cuerpo es transparente, menos una glándula digestiva situada en el centro de su cuerpo.
5. Calamar vampiro (Vampyroteuthis infernalis)
Este cefalópodo se encuentra en las profundidades del océano tropical. Debido a la oscuridad que existe en este ambiente, exhibe una serie de órganos fotoluminiscentes a lo largo de su cuerpo. De hecho, estos no solo le sirven para iluminar su camino, sino que también producen destellos que desorientan a sus presas. Recibe su nombre debido a que posee ojos rojos, es de color oscuro y posee varios picos en sus tentáculos.
6. Pez linterna cornudo (Centrophryne spinulosa)
Es quizá una de las especies más conocidas y distinguidas, ya que se ha vuelto famosa por poseer una estructura luminosa que asemeja mucho a un candil. Tiene una mandíbula gigante que se asemeja bastante al de una piraña. Gracias a ello, mientras atraer a sus presas con la luz, es capaz de engullirlas rápidamente y de un único bocado.
7. Pulpos dumbo (Grimpoteuthis spp.)
Los pulpos dumbo son en realidad varias especies de cefalópodos que se agrupan bajo el mismo género. Se caracterizan por presentar aletas sobre sus cabezas que asemejan mucho a las orejas. Este rasgo les ha valido su nombre, pues tienen grandes similitudes con el elefante Dumbo de las películas animadas de Disney.
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8. Calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni)
Es considerada una de las especies de calamar más grandes que existen. Tan solo el tamaño de los ejemplares jóvenes alcanza los 15 metros de longitud, mientras que los adultos podrían sobrepasar los 20 metros. Aún se desconoce mucho sobre este gigantesco calamar, pues vive por lo menos a 2200 metros de profundidad.
9. Pez víbora de sloane (Chauliodus sloani)
Este gran pez alargado posee unos gigantescos colmillos que sobresalen de su mandíbula. Por esta razón recibe su nombre, pues se asemeja bastante a los de una víbora terrestre. Al igual que otros animales abisales, presenta una serie de órganos luminosos a lo largo de su cuerpo.
10. Peces anzuelo (Ceratiidae)
Se les denomina peces anzuelo porque poseen una pequeña estructura similar a una caña de pescar, la cual sale de su cabeza y cae enfrente de su cara como si fuera un cebo. Con esto, es capaz de atraer a sus presas y atraparlas en el momento justo. Gracias a que vive en un entorno oscuro, sus víctimas no logran percibirlo hasta que es demasiado tarde.
11. Tiburón duende (Mitsukurina owstoni)
Este curioso tiburón vive alrededor de los 1400 metros de profundidad. Tienen un tamaño promedio de 3 metros de longitud, aunque existen algunos ejemplares que han alcanzado los 6 metros. Recibe su nombre por la apariencia de su cara, la cual presenta una especie de nariz alargada y aplanada.
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12. Pez pelícano (Eurypharynx pelecanoides)
El pez pelícano es una especie poco común que tiene el cuerpo alargado similar al de una anguila. No obstante, posee una gran boca que se estira lo suficiente como para engullir a un pez mucho más grande que su cuerpo. Vive a una profundidad aproximada de 3000 metros, aunque en algunas ocasiones se le ha encontrado hasta los 8000 metros de profundidad.
13. Rape de profundidad (Melanocetus johnsoni)
Este tenebroso pez del fondo abisal se encuentra en todos los mares del mundo, pero no es tan frecuente debido a que vive en profundidades cercanas a los 4000 metros. Se caracteriza por presentar un cuerpo similar al de una piraña, con la diferencia de que porta una antena modificada que emite luz enfrente de ella. Con esta estructura suele deslumbrar a sus víctimas para que bajen su guardia y poder atraparlas.
Las profundidades abisales son lugares de muy difícil acceso en nuestro planeta. Lo poco que conocemos de ellas nos permite asegurar que, a pesar de ser sitios inhóspitos, albergan mucha vida y los animales que viven en las profundidades marinas son sorprendentes.
Bibliografía
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