Alano español

Alano español
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 28 noviembre, 2017

El alano español, popularmente conocido como el “Bulldog español”, es una raza bastante desconocida, y creada en España. De hecho, es muy antigua, y se considera un perro de presa, a la que pertenecen otros canes con mala fama de forma inmerecida, como el Pitbull o el Staffordshire bull terrier.

Historia del Alano español

Su nombre viene inspirado por el pueblo de los alanos, una cultura que llegó a Europa durante el siglo IV d.C., que procedían del Cáucaso septentrional. Este pueblo poseía una raza conocida como Alano, de la cual el can que hoy nos ocupa sería un descendiente directo.

Esta raza aparece mencionada por el Rey Alfonso XI en uno de sus tratados de montería realizado durante el siglo XV. También aparece en pinturas de Velázquez, o en escritos de Cervantes.

Los alanos utilizaban este animal para la guerra, la caza y la ganadería. Es más, el ejército español lo utilizaría durante la conquista de América. Por desgracia, el animal sería incluso usado durante espectáculos taurinos, enfrentando a un grupo de alanos a toros bravos.

Su importancia histórica no solo nos ha dejado apariciones en obras de arte. También existen ejemplares muy conocidos. El mejor ejemplo es el de Becerrillo, perro de Sancho de Aragón, del cual se dice que incluso dio su vida por salvar la de su amo.

Esta raza aparece mencionada por el Rey Alfonso XI en uno de sus tratados de montería realizados durante el siglo XV. También se encuentra en pinturas de Velázquez o en escritos de Cervantes.

Características y comportamiento

Es un perro con una cabeza grande y una mandíbula musculada, de constitución fuerte, que puede llegar a pesar 40 kg. Su pelaje puede tener colores muy diferentes, desde grisáceo hasta atigrado, pasando por rojizo. Posee una piel gruesa con numerosos pliegues.

El comportamiento del Alano español es similar al de otros perros de caza, siendo un animal inquieto que necesita dar largos paseos y tener mucha actividad. Es un can complicado de manejar y difícil de educar, pero de una gran fidelidad.

Históricamente, se ha ensalzado la valentía de la raza, motivo por el cual era utilizado para la caza de las especies más peligrosas, como el jabalí, capaz de acabar con la vida de estos canes sin mayor problema.

El comportamiento del alano español es similar al de otros perros de caza. Es un animal inquieto que necesita dar largos paseos y tener mucha actividad.

Cuidados

Esta especie requiere, como ya se ha mencionado, de mucha actividad. Lo recomendable es que el animal reciba, al menos, tres paseos diarios.

A pesar de que su pelaje es corto, conviene cepillar el pelo, al menos, una vez por semana, y mantener limpias sus orejas, ojos y boca. Debemos prestar especial atención a los pliegues de su cara, ya que pueden ser un buen lugar para el asentamiento de dermatitis.

Dado su carácter rústico y la escasa selección de caracteres, esta raza no suele tener muchas enfermedades asociadas. Se debe cuidar su alimentación correcta para no causar problemas de obesidad.

Obviamente, al igual que cualquier mascota, es indispensable realizar una primera visita al veterinario para establecer un calendario de vacunas, pues puede verse afectado por algunas enfermedades infecciosas propias de esta especie.

El Alano español es resistente a los cambios de temperatura, por lo que puede dormir en el jardín. Sin embargo, deberemos tener cuidado con los meses de verano, teniendo presente la disponibilidad de agua para el animal.

Funciones

Además de su función como perro de guerra, y en espectáculos taurinos, esta raza ha tenido más funciones que pueden desarrollarse actualmente. Entre ellas, destaca su uso como perro de caza mayor.

También hay que mencionar su uso en manejo de ganado, especialmente en ganado bovino bravo, como el toro de lidia.

Los cambios en las formas de caza y de mantener ganado bovino en nuestro país dejaron al Alano español como una raza sin trabajo, motivo por el cual estuvo a punto de verse abocado a la extinción.

Su recuperación mediante la reproducción de los últimos ejemplares de la raza, utilizados por ganaderos en el Valle de Mena, ha sido un éxito. Ahora, cuenta con una segunda oportunidad para demostrar lo que puede aportar a nuestra sociedad esta raza histórica.

Fuente de la imagen principal cortesía de: www.ecured.cu


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