Águila negra: hábitat y características

El águila negra presenta un cainismo obligado en el que hermano mayor mata al menor en más del 96 % de los nidos con dos huevos. ¿Quieres saber más sobre ella?

Un águila negra.

El águila negra es una especie conocida por su plumaje negro con manchas blancas, que lucen bastante cuando se encuentra volando. Forma parte del grupo de los falconiformes, por lo que no solo luce su vuelo, sino que también es una excelente cazadora. Además, se trata de una ave especialista, debido a que suele alimentarse de un solo tipo de animal.

En este articulo se hablará de Aquila verreauxii, una ave rapaz de majestuoso porte que a su vez forma parte de las águilas verdaderas. Sigue leyendo este espacio para descubrir todo lo que esta águila tiene que contar.

Hábitat del águila negra

Esta rapaz es un animal de hábitos diurnos, que habita zonas rocosas como acantilados y montañas. Por esta razón, vive en lugares con precipitaciones menores a los 750 milímetros por año, en los que la poca vegetación le permite cazar fácilmente a sus presas.

La distribución de esta especie es bastante amplia, ya que abarca desde la península Arábica hasta el sudeste de África. La mayor parte de su población se concentra en las montañas de Etiopia, el altiplano de Chad, Zimbabue y Sudáfrica.

Características físicas

Debido a su forma, se le ha apodado como el águila más “fina” del genero Aquila, con longitudes de hasta 96 centímetros. Por otro lado, su peso puede ser mayor a los 4 kilos y medir 2,8 metros de ala a ala.

Estas aves son consideradas parte del grupo de águilas verdaderas, junto a especies como el águila real, debido a que tienen los tarsos emplumados. Además, presentan sus picos y garras característicos, que son bastante afilados y les sirven para desgarrar sus alimentos. Ambas estructuras siguen el mismo patrón de color, con tonos amarillos en la mayor parte y negro en los extremos.

En adultos, los colores del plumaje son en su totalidad negros, con excepción de algunas zonas blancas en su cola y su espalda. Por su parte, los jóvenes tienen una mezcla de plumas cafés y blancas en distintos grados y patrones, lo cual permite diferenciarlos. De hecho, gracias a esto, se sabe que el color “negro” del adulto es en realidad  una mezcla de tonalidades de café muy oscuras.

Una águila negra cazando.

¿Cómo se alimenta el águila negra?

Esta especie puede ser muy selectiva en su dieta, ya que se alimenta de mamíferos hiracoideos, pero principalmente de los damanes de las rocas (Procavia capensis). Esto puede deberse a que es la presa más abundante de la zona, ya que en investigaciones hechas por la Universidad de Cape Town se ha descubierto que el águila puede cambiar su alimentación sin repercusiones.

Al final, esta rapaz es una cazadora oportunista, por lo que seleccionará a la presa que esté disponible y más energía le reporte. Aunque su comida favorita está compuesta de damanes, también puede cazar algunos de los siguientes seres vivos:

  • Mamíferos pequeños: como liebres, primates o ginetas.
  • Aves: la gallina de guinea, la paloma de guinea o los buitres del cabo.
  • Reptiles (en pocos casos): que incluyen varánidos, víboras bufadoras o cobras del cabo.

Métodos de caza

La forma en la que un animal oportunista trabaja es estando alerta en todo momento, para poder atacar si es necesario. Para ello, las águilas negras realizan descensos verticales súbitos, con los que emboscan a sus victimas, matándolas en el momento. Aunque la mayoría de estas presas son lo bastante pequeñas para cargarlas, algunas veces suelen comenzar a desgarrarlas para llevar pedazos a sus nidos.

Reproducción del águila negra

Esta es una especie monógama y sedentaria, por lo que pasa la mayor parte de su vida en un sitio, a menos que existan las circunstancias necesarias para abandonar el nido. Además, sus territorios son un poco reducidos, por lo que se pueden ver varias parejas en las cercanías.

Cortejo

Para conseguir pareja, estas aves realizan un ritual de cortejo, en el que llevan a cabo patrones de vuelo complejos. Para ello, los machos son los que intentan llamar la atención de la hembra, usando sus vocalizaciones y exhibiendo sus plumajes.

Una vez que la pareja se establece, selecciona su territorio y comienza a hacer su nido, utilizando para ello las zonas más altas que encuentre. Por esta razón es que suele estar cerca de riscos o acantilados, ya que son sitios inaccesibles para los depredadores. Además, no existe una temporada especifica para que la madre ponga sus huevos, pues cambia dependiendo de la zona en la que habite esta rapaz.

Puesta e incubación

De manera general, esta rapaz pone entre uno y dos huevos, que eclosionan a alrededor de 45 días después. Para esto, ambos padres toman parte en la incubación, siendo la hembra la que más tiempo pasa con ellos. En este punto, el macho también aporta alimento a la hembra, hasta el momento de la eclosión.

Esta especie tiene un comportamiento de cainismo, en el cual el hermano mayor mata a al menor, picoteándolo una y otra vez. Aunque suene dramático, esto sucede debido a la falta de alimentos, por lo que al matarlo, se asegura la supervivencia de al menos uno de ellos. De hecho, por esta misma razón muy pocas veces se tiene más de un huevo en el nido.

Cuidados parentales

Los padres alimentarán al polluelo hasta que pueda valerse por si mismo, reduciendo la cantidad de comida que le dan en cada fase. Entre los 90 o 99 días después de nacer, las crías consiguen todo su plumaje y comienzan a dejar su nido. A partir de este momento, aprenderán todas las técnicas de vuelo y de caza para que en 6 meses puedan valerse por sí mismos.

Estado de conservación

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, esta águila esta clasificada como una especie de menor preocupación. Sin embargo, los gobiernos locales como África la consideran una especie vulnerable, debido a que su población se ha reducido en algunas zonas de distribución.

¿Cuáles son las amenazas del águila negra?

Se considera que esta águila es una especie resistente, debido a que sus zonas para anidar no son afectadas en gran magnitud por el hombre. Esto se debe a que son áreas de difícil acceso, por lo que hasta ahora no se les ha podido “tocar”. `Por otro lado, sí se puede afectar a sus presas, lo que las está obligando a desplazarse a otros sitios, ocasionando conflictos a su población.

Como ya es habitual al hablar de conservación, su principal amenaza son los cambios ocasionados por el hombre, que pueden llegar a erradicar a sus presas, y en consecuencia a esta especie. A pesar de que esto ya ha sido tomado en cuenta en varias investigaciones, es complicado augurar el futuro de esta ave.

Es difícil creer que un ave con porte majestuoso se encuentre en riesgo a pesar de ser tan resiliente. Sin embargo, esta es la capacidad del hombre: destruir y erradicar animales sin importar cuanta resistencia opongan. Quizá suene fatídico, pero es la realidad: aunque parece común, la destrucción de los hábitats es un evento catastrófico para la naturaleza. Lamentablemente esto es algo que no se logra percibir.

Es cierto que el ser humano necesita recursos para subsistir, pero a lo que se debe aspirar es a un equilibrio que permita la coexistencia. De esta forma, se protegerá el futuro de esta águila y de todas las especies, incluidos nosotros.

Bibliografía

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