Los caracoles son animales que sobreviven gracias a la humedad en su ambiente, lo que significa que pueden vivir tanto dentro del agua, como fuera de ella. Debido a esto, existen distintos tipos de caracoles y es probable que te hayas encontrado con alguno de ellos en tu jardín, en tu patio o en un parque.
Los moluscos, en especial, son muy diversos, por lo que existen diferentes especies de invertebrados con caparazón que nos podemos encontrar en casi cualquier lugar. Si quieres conocer unas cuantas especies abanderadas, sigue leyendo.
¿Qué tipos de caracoles existen?
Estos organismos pertenecen a la familia de los gasterópodos, que son moluscos que tienen su casa integrada y, además, presentan formas muy diversas. Su caparazón, tamaño, medio que habitan y método de defensa son algunas de las cosas que pueden variar entre especes.
Los gasterópodos son muy abundantes en los distintos ecosistemas, pero dependiendo el hábitat que ocupan, podemos dividirlos en varios grupos. En esta ocasión, te mostramos 9 tipos de caracoles, compartimentalizados según su hábitat. No te lo pierdas.
Tierra a la vista: caracoles de tierra
Comenzamos con los más famosos: como su propio nombre indica, los caracoles de tierra son animales que han sido bastante exitosos en la colonización del medio terrestre. Han tenido que adaptarse físicamente a un medio eminentemente seco, lo que genera una gran variedad de tipos de caracol.
Estos gasterópodos habitan tanto zonas tropicales o subtropicales como desérticas. Para que te hagas una idea, se calcula que más del 80 % de caracoles miden menos de 5 centímetros, mientras que cerca del 5 % son mayores a 8 centímetros.
Puedes encontrar caracoles de tierra en versión de bolsillo o en formato titán. Existen distintos tipos, solo hace falta buscarlos.
1. Caracol gigante africano (Achatina fulica)
Con conchas que pueden alcanzar hasta los 20 centímetros de alto y 12 centímetros de largo, este gigante originario de África puede ser capaz de comer casi cualquier planta y llegar a pesar hasta 200 gramos. Debido a esto, en varias zonas de América es considerado una plaga importante para muchos cultivos.
2. Caracol de jardin (Helix aspersa)
Siendo el mas común, este caracol es el que usualmente nos encontramos dentro de los jardines. A pesar de que solo puede alcanzar los 8 centímetros de longitud, se ha logrado dispersar por todo el mundo. Esta especie originaria de Europa es temida en otros países como una plaga, debido a que su dieta se basa principalmente en plantas.
3. Chapa (Iberus gualtieranus)
A pesar de que los caracoles aman la humedad, algunos son tan temerarios como para vivir en zonas áridas. Este gasterópodo destaca por habitar zonas montañosas, rocosas y con vegetación escasa.
¿Cómo sobrevive al calor? Principalmente lo consigue gracias a su morfología, porque su forma aplanada le permite infiltrarse en las grietas de las rocas. De esta forma, se mantiene fresco y evita gastar energía moviéndose.
Caparazón salado: caracoles de mar
Si en tierra son bastante diversos, en el agua los gasterópodos se han adaptado incluso más. Estos moluscos tienen su origen evolutivo dentro del mar, por lo que no es difícil imaginarse en dónde son más abundantes. Esas conchas que recoges de la arena y con las que escuchas el sonido marítimo un día pertenecieron a un caracol.
4. Cono mágico (Conus magus)
Si creías que todos los caracoles iban a dejarse tocar sin querer defenderse, te equivocas. Esta especie es conocida por ser capaz de inyectar toxinas a sus presas, con las que las paraliza y las depreda. Todo el genero Conus es capaz de producir veneno.
Este molusco en particular tiene la mira de grandes farmacéuticas, ya que a partir de su veneno se produjo el fármaco Zicotonoide, que ayuda a reducir los dolores crónicos en pacientes oncológicos.
5. Abulones (Haliotis)
Buscados para ser parte de un menú, los abulones son caracoles que pueden alcanzar hasta los 30 centímetro de largo. Debido a su tamaño y sabor, son bastante buscados para satisfacer los paladares. Aunque son parientes lejanos de las almejas, ostiones y mejillones, se dice que su sabor es completamente distinto, considerándose gourmet.
Al igual que otras especies, la sobreexplotación ha provocado que se encuentre en inminente riesgo extinción.
6. Buccino común (Buccinum undatum)
Este pequeño gasterópodo es el ejemplo perfecto de una caracola, sí, de esas que sueles encontrar en la playa. Con un tamaño de alrededor de 10 centímetros, este molusco es bastante común en las zonas costeras arenosas.
Debido a que estos invertebrados son bastante susceptibles a secarse bajo el sol, si llegan a la costa, es probable que mueran. Gracias a que dejan sus conchas vacías una vez fallecen, los cangrejos ermitaños las pueden utilizar para esconderse.
Los tipos de caracoles dulces como miel: caracoles de agua dulce
Por si no fuera poco, los caracoles también son capaces de llegar y ocupar parte de ríos o lagos. Además, algunas de estas especies también son utilizadas en acuarios y se tienen como mascotas, ya que actúan como limpiadores de detritos orgánicos excelentes. De todas formas, algunos de ellos se convierten en plaga, así que hay que tener cuidado.
7. Caracol cebra (Neritina natalensis)
Como su propio nombe indica, este molusco con rayas es capaz de vivir tanto en agua dulce como en ambientes salobres. Dentro de las peceras es un gran aliado, ya que es capaz de comer el exceso de algas, con lo que mantiene el agua limpia por más tiempo.
8. Caracol conejo (Tylomelania orange)
Con sus ojos extendidos que parecen orejas y su cuerpo naranja fosforescente, este caracol es perfecto para acuarios. Este molusco puede llegar a medir más de 10 centímetros de largo y es toda una maquina comealgas. Es hermafrodita, por lo que con 2 organismos puedes lograr que se reproduzcan fácilmente.
9. Caracol asesino (Anentome helena o Clea helena)
Aunque su nombre suena impactante, la realidad es que puede resultar ser un gran aliado. Este gasterópodo es un depredador de otros caracoles, por lo que tiene un excelente uso cuando existen plagas. A pesar de no ser tan estéticamente bello, su potencial se encuentra en la capacidad de regular la población de sus compañeros.
Como habrás podido comprobar, la diversidad de los caracoles es extensa. Sus diferentes formas, colores y tamaños nos regalan una gran selección de especies que reportan utilidad en muchos ámbitos de la sociedad humana, desde la gastronomía a la acuariofilia. Además, su labor de reciclaje en los ecosistemas es inestimable.
Bibliografía
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