6 animales sin huesos
Cuando se pide a alguien que piense en un animal, la mayoría del público no especializado imagina organismos dentro de un grupo muy concreto: los vertebrados. Estos seres vivos son generalmente más grandes, fáciles de ver y prevalentes en las distintas culturas humanas, pero ¿qué hay de los animales sin huesos?
Incluso entre los círculos especializados, los vertebrados reciben muchísima más atención. A pesar de ello, este grupo —aves, mamíferos, reptiles, peces y anfibios— solo conforma una minúscula parte de la vida animal. Los comúnmente llamados ‘bichos’ son infinitamente más numerosos y diversos que el resto.
Estos animales sin huesos han conquistado cada rincón del planeta, pertenecen a grupos muy diferentes y esconden aún infinidad de secretos para el ser humano. Aquí te hablaremos de los grupos más representativos de invertebrados, cada uno de ellos con sus particularidades y nichos. Continua leyendo si quieres aprender más.
Características de los animales invertebrados
Los invertebrados suponen la inmensa mayoría de la vida animal. De los más de 30 filos —los grupos más grandes en que se dividen los seres vivos— de animales que existen, los vertebrados solo suponen uno de ellos.
Todos estos filos se han formado tras divisiones evolutivas muy antiguas entre grupos faunísticos. Por tanto, es fácil comprender que estos grupos son muy independientes entre sí, han evolucionado siguiendo caminos muy diferentes y muestran características anatómicas y ecológicas radicalmente distintas.
Por lo general, los invertebrados son pequeños. Debido a limitaciones en su sistema circulatorio y respiratorio, la estructura de sus cuerpos, la competencia con los vertebrados y otros factores, la mayoría de estos animales sin huesos no alcanzan tamaños grandes. Incluso, algunos son microscópicos.
De todas formas, esto no ha sido siempre así. En el pasado, con condiciones ambientales diferentes, algunos invertebrados alcanzaron tallas más considerables que en la actualidad. Los invertebrados también son extremadamente antiguos, ya que los primeros animales formaban parte de este grupo. Suelen tener vidas bastante cortas y, por supuesto, no tienen huesos cálcicos, como los nuestros.
A pesar de ello, algunos de estos seres ‘primitivos’ cuentan otras estructuras en las que anclar sus músculos y para proteger su cuerpo. Estas pueden ser exoesqueletos, conchas, esqueletos hidrostáticos, etc.
1. Equinodermos (Filo Echinodermata)
Estos animales incluyen a los erizos, estrellas y pepinos de mar, las ofiuras y los crinoideos. Estos últimos son los más desconocidos por el público general y unos de los más fascinantes.
En total, existen unas 20 550 especies descritas de equinodermos, 7550 vivas hoy. Generalmente, cuentan con una simetría radial, pues su cuerpo se divide en 5 partes iguales alrededor de un eje central —en el que está la boca—. También puede dividirse en un número de partes que sea múltiplo de 5.
Su cuerpo está recubierto por un característico exoesqueleto calcáreo, formado pequeñas placas separadas entre sí, de las que proviene su nombre científico. Todos los equinodermos habitan en aguas saladas.
Curiosamente, las larvas de estos animales no son radiales, sino que tienen simetría bilateral.
2. Poríferos (Filo Porifera)
Los poríferos son más conocidos como esponjas marinas. Aunque parezca mentira, estos seres son animales. De hecho, son los seres vivos más antiguos que existen y conforman el grupo hermano a todo el resto de la fauna del planeta.
Las 8659 especies que existen en el presente son marinas, aunque pueden ocupar ecosistemas distintos dentro de los océanos. Son en su mayoría sésiles (inmóviles) y carecen de auténticos tejidos. Su alimentación se basa en la filtración de partículas suspendidas. Para ello, generan corrientes de agua hacia el interior de sus cuerpos gracias a células flageladas.
3. Artrópodos (Filo Arthropoda)
Los artrópodos son el filo más exitoso, numeroso y diverso de animales con diferencia. Consisten en 1 257 040 especies vidas y otras 45 769 extintas. Los grandes grupos dentro de los artrópodos son los hexápodos (que incluye a los insectos), los miríapodos (milpiés y ciempiés), quelicerados (arañas, escorpiones, etc.) y crustáceos.
Todos estos animales sin huesos tienen simetría bilateral. Su cuerpo está recubierto de un exoesqueleto duro y quitinoso, que los protege del medio. Además, está dividido en una serie de segmentos, cada uno con un par de apéndices articulados.
Estos segmentos y apéndices pueden fusionarse, modificarse y especializarse de cualquier forma imaginable, lo que aporta a los artrópodos una enorme adaptabilidad. Gracias a ellas, estos invertebrados han colonizado exitosamente cada rincón del planeta.
4. Moluscos (Filo Mollusca)
Estos animales sin huesos son el segundo grupo más diverso, con unas 84 977 especies actuales. Son organismos de cuerpo blando y vulnerable, en su mayoría acuáticos, que han tomado estrategias muy diferentes.
Por un lado, los bivalvos son poco móviles, filtradores y permanecen protegidos por unas fuertísimas conchas o valvas. Por otro, los gasterópodos son más móviles y se alimentan de plantas o animales mediante la rádula. Muchos portan una concha en forma de espiral dentro de la que se esconden.
Por último están los cefalópodos, que han optado por una movilidad extrema en el agua, carnivoría y una inteligencia increíble. Estos animales portan brazos o tentáculos múltiples y móviles, con los que se reproducen, cazan e interactúan con el medio. Además, son maestros del cambio de color.
5. Cnidarios (Filo Cnidaria)
De nuevo, se trata de un filo exclusivamente acuático. Incluye a 10 203 especies muy diferentes. Algunos cnidarios tienen vidas móviles y son llamados medusas. Otros son pólipos, que viven permanentemente pegados al sustrato marino. Determinadas especies pueden alternar entre una opción u otra según su fase vital.
Por otro lado, existen cnidarios que viven individualmente, mientras que otros forman colonias multitudinarias de organismos coordinados. Algunas colonias son nadadoras libres, mientras que otras son sésiles. Además, existen cnidarios que se recubren de una protección rocosa e inorgánica: los corales.
6. Anélidos (Filo Annelida)
A los anélidos se les suele denominar ‘gusanos’, aunque este término es amplio e incluye otros organismos. La mayoría de sus 17 388 especies son marinas. El grupo mayoritario de anélidos son los poliquetos. Algunos de ellos son móviles y cuentan con apéndices engrosados en cada segmento. Otros viven dentro de tubos rígidos y expulsan filamentos al medio para captar alimento.
Las lombrices de tierra u oligoquetos también son anélidos. Lo mismo ocurre con las famosas sanguijuelas.
Aunque pequeños y frecuentemente pasados por alto, los invertebrados tienen un valor incalculable. Llevan a cabo infinidad de servicios ecosistémicos y sirven como una de las bases que soporta los ecosistemas de todo el mundo. Sin ellos, nada sobreviviría en este planeta.
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