Los animales digitígrados son aquellos que caminan apoyando solo los dedos de las patas —sin apoyar la articulación del talón— y suelen ser bastante más silenciosos y rápidos que otras especies. En el reino animal, se distinguen otras dos categorías más en lo que al caminar se refiere: los animales plantígrados y ungulígrados también existen.
Los plantígrados son aquellos que se apoyan sobre la planta del pie, mientras que los ungulígrados utilizan la falange distal del autopodio, generalmente recubierta por una pezuña. En las siguientes líneas, te contamos algunos ejemplos de animales digitígrados.
¿Qué animales digitígrados existen?
A diferencia de los ungulados –que caminan apoyando los dedos pero presentan pezuñas– los animales digitígrados toman contacto con el suelo a través de sus uñas y almohadillas digitales, que tienen una única estructura de soporte. Algunos ejemplos de este tipo de locomoción en la naturaleza son los siguientes.
1. El perro
Esta especie doméstica, cuyo ancestro más cercano es el lobo —también digitígrado— camina apoyando los 4 dedos o almohadillas digitales, presentes tanto en sus patas traseras como delanteras. A su vez, cuenta con una almohadilla metacarpiana en el centro del pie, un dedo interior que no se apoya y una almohadilla carpiana superior.
Las patas de los perros pueden estar desnudas o cubiertas de pelo y son las almohadillas las que se encargan de soportar todo el peso del animal; resulta esencial conocer que estas estructuras son bastante sensibles a las altas temperaturas.
2. El gato
Otro de los animales digitígrados más famosos y sigilosos que existen. El gato y toda la familia de felinos —salvo excepciones como el guepardo— tienen uñas retráctiles, las cuales despliegan al estirar las patas y usan para defenderse o atacar.
Los gatos caminan sobre los dedos de sus patas y son muy minuciosos y silenciosos. Una costumbre algo curiosa es que los felinos colocan primero las extremidades traseras, con 4 dedos. De esta forma, pueden minimizar el ruido y sentir que pisan terreno firme que ya ha sido explorado y no presenta peligros.
3. El elefante
El mamífero terrestre más grande del mundo —pesa cerca de 6 toneladas— precisa patas muy fuertes para mantener todo su peso. Y aunque sea algo increíble… ¡Sus dedos son muy flexibles! Se caracterizan por ser muy gordos y están rodeados de tejido graso, el cual le sirve como amortiguación cuando corre o camina.
En el caso de los elefantes africanos, tienen 4 uñas en las patas delanteras y tres en las traseras; los asiáticos presentan 5 y 4, respectivamente. Las primeras son circulares y pueden mover objetos, mientras que las segundas son más ovaladas y fuertes. Para caminar o correr, estos paquidermos levantan las patas y flexionan las rodillas, algo peculiar en los mamíferos.
4. Las hienas
Las hienas también son mamíferos digitígrados y presentan 4 dedos en sus extremidades anteriores y posteriores, con unas almohadillas plantares abultadas. Además, como los cánidos, tienen unas uñas cortas, romas y no retráctiles. Por otro lado, su dentición es similar a la de los felinos, por lo que se encuentran a medio camino entre ambos taxones.
Las hienas son generalmente ruidosas, huidizas y gregarias, es decir, actúan en manada. Son animales de naturaleza carroñera, así que no suelen perseguir activamente a sus presas para acabar con ellas.
5. Los capibaras
Los capibaras son roedores de gran tamaño, pues pueden llegar a alcanzar hasta 1,30 metros de largo y 65 kilogramos de masa corporal. Las patas anteriores cuentan con 4 dedos y las posteriores con 3, con los cuales se apoyan sin poner en contacto la articulación del talón, por lo que también son animales digitígrados.
Los capibaras son mamíferos herbívoros, pacíficos y de naturaleza crepuscular. Además, viven en grupos de entre 6 y 20 animales, comunicándose entre ellos con pequeños ladridos y tonalidades. Debido a su carácter apacible y gran masa corporal, son la presa perfecta para muchos depredadores.
La locomoción, en la punta de los dedos
Los términos plantígrado, digitígrado y ungulígrado tienen poco interés taxonómico, pues no describen relaciones filogenéticas entre especies, sino meros parentescos funcionales. Aun así, resulta muy curioso ver cómo los tipos de locomoción y esqueletos varían según las necesidades de cada especie. La naturaleza tiene respuestas a todo.
Bibliografía
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- Patel, B. A. (2009). Not so fast: speed effects on forelimb kinematics in cercopithecine monkeys and implications for digitigrade postures in primates. American Journal of Physical Anthropology: The Official Publication of the American Association of Physical Anthropologists, 140(1), 92-112.
- Hayama, S., Chatani, K., & Nakatsukasa, M. (1994). The digitigrade hand and terrestrial adaptation in Japanese macaques. Anthropological Science, 102(Supplement), 115-125.