El término agapornis hace referencia a un género de aves pertenecientes a la familia Psittacidae, la cual cuenta con unas 9 especies oriundas del continente africano. Muchas son las características y curiosidades que se conocen sobre el agapornis, como su apego por su pareja y los bellos colores que presenta su plumaje. De todas formas, estos pájaros portan otros muchos rasgos interesantes que merece la pena conocer.
Estos pequeños loros no superan los 16 centímetros de longitud y por lo general se alimentan de frutas y semillas. Asimismo, se caracterizan por presentar una larga longevidad, que comprende de 8 a 10 años en cautiverio. A continuación te presentamos algunas curiosidades que quizá desconocías sobre estas aves.
1. Origen de su nombre
El término agapornis, traducido al griego antiguo (ἀγάπης ὄρνις), resulta de la unión de dos constructos lingüísticos. El primero es “ágape”, que significa amor o afecto, y el segundo es “ornis”, que se traduce en ave. En consecuencia, estos pájaros son conocidos como las aves del amor (inseparables en castellano) o como lovebirds en inglés.
Las hembras de este género ponen entre 3 y 6 huevos una vez se reproducen.
2. Introducción reciente
Aunque el género reúne a 9 especies diferentes, Agapornis fischeri es una de las más abanderadas. En específico, este animal fue descubierto en 1882 en África por el doctor Gustav Adolf Fischer, a quien debe su nombre.
Sin embargo, se cree que la especie fue introducida hacia 1869 a Europa por el zoólogo Alfred Brehem, más precisamente a Berlín. Pese a ello, en 1887 fue bautizada en honor esta especie en honor a Gustav Fischer, por su gran amigo Anton Reichenow.
3. Carácter amoroso
Una de las curiosidades del agapornis es que, al igual que muchas otras aves, este género engloba a pájaros que se caracterizan por ser monógamos. Desde que encuentran pareja forman una unión inseparable, tal y como su nombre lo indica. Sin embargo, si su pareja muere es posible que el superviviente busque a otro compañero con el cual compartir el resto de su vida.
De igual forma, los agapornis demuestran un gran amor por sus compañeros humanos. Son aves que requieren atención y en ocasiones se les puede apreciar solicitando mimos a sus dueños para que les acaricien su plumaje. Esto se debe al fuerte vínculo que logran establecer con el hombre, ya sea solos o en pareja.
Debido a su socialidad, siempre se recomienda mantener a los agapornis en pareja.
4. Carácter territorial
Así como son amorosos, los agapornis en ocasiones pueden presentar un fuerte carácter territorial cuando los extraños se acercan a su espacio. De igual forma, si un animal o humano desconocido no es de su agrado, pueden ser muy agresivos y atacarlo con sus picos.
5. Fácil adiestramiento
Si como amo dedicas horas y paciencia al adiestramiento del agapornis, este puede resultar más sencillo que el de otras aves. Puedes enseñarle a tu pájaro trucos como girar sobre sí mismo, subir el dedo o recoger objetos con sus garras. La inteligencia del agapornis y la agilidad para aprender dichos trucos puede potenciarse con algunos premios ocasionales.
6. Presencia en la música
Curiosamente, un grupo de cumbia pop argentino lleva por nombre Agapornis o AGP. Dicha banda se caracteriza por la mezcla de sonidos latinos como la cumbia, el reggaetón y el pop. Su logo es el de dos pájaros del género Agapornis que se miran de frente encima de un corazón rojo.
7. Amantes del agua
Otra de las curiosidades sobre el agapornis es que estos pájaros aman sumergirse en el agua, por lo que una buena opción en cautiverio es tener un recipiente en el que puedan refrescarse (aparte del que usan para hidratarse). De vez en cuando se les puede sumergir debajo del grifo con un poco de agua: los verás sacudir sus alas para limpiarse lo mejor posible y disfrutar de un buen baño.
8. Sin dimorfismo sexual
El sexo de estos pájaros es imposible de apreciar a simple vista. Los machos y las hembras son tan parecidos que se requiere un análisis de ADN para conocer su género a nivel cromosómico. Sin embargo, pueden utilizarse métodos (no tan efectivos) para determinar el sexo de la mascota, como fijarse en el comportamiento. Se cree que las hembras son más agresivas y autoritarias que los machos.
9. Confianza en el exterior de la jaula
Los agapornis son aves juguetonas y curiosas, así que es importante que tengan un espacio amplio para ejercitarse. Por lo tanto, no es una mala idea dejarlos salir de su jaula de vez en cuando para que estiren las patas y se relacionen con otros espacios de tu hogar. El enriquecimiento ambiental es esencial en estas especies, ya que son muy inteligentes y se aburren rápido de la monotonía.
Ten cuidado con enchufes y ventanas abiertas si deseas sacar a los agapornis de su jaula.
10. Colores y parejas
El plumaje del agapornis es uno de los aspectos por los que son tan populares en cautiverio. Por lo general, los colores más conocidos en este género de aves son el verde, el amarillo y el naranja. Sin embargo, también existen ejemplares con tonos azules, morados, blancos o negros.
Por otro lado, como se mencionó anteriormente es crucial que estas aves se desarrollen en pareja. Aunque puede tenerse un solo ejemplar como mascota y que se establezca un fuerte vínculo amoroso con el tutor, lo más recomendable es cuidar a una pareja que en el futuro pueda reproducirse y compartir espacio.
11. Son zigodáctilos
Puede sonar extraño, pero el término zigodáctilo hace referencia a la forma de las garras de los animales. En el caso de los agapornis, dicha forma es diferente a la de muchas otras aves, pues 2 de sus dedos apuntan hacia adelante mientras que los otros 2 dedos apuntan hacia atrás. Sus extremidades están preparadas para trepar en los árboles.
La mayoría de los pájaros son anisodáctilos, es decir, tienen 3 dedos hacia adelante y 1 hacia atrás.
Como pudiste apreciar, son varias las curiosidades sobre el agapornis que posiblemente no conocías. De todas maneras, sus cuidados en cautiverio requieren de tiempo y atención para que aprendan trucos y, sobre todo, para que puedan desarrollarse a nivel emocional sin caer en depresión y otros cuadros asociados. No son aves aptas para todos los tutores.
Bibliografía
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- Dyck, J. (1971). Structure and colour-production of the blue barbs of Agapornis roseicollis and Cotinga maynana. Zeitschrift für Zellforschung und Mikroskopische Anatomie, 115(1), 17-29. Recogido el