La vaquita marina: al filo de la extinción

La vaquita marina es una especie en peligro crítico de extinción. En la actualidad existe un pequeño número de supervivientes que constituyen la base de cualquier recuperación futura.
La vaquita marina: al filo de la extinción
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 27 agosto, 2020

La vaquita marina, (Phocoena sinus), es una de las seis especies de cetáceos dentados (marsopas) que conforman la familia de los focénidos. Son el grupo de cetáceos de menor tamaño, así que en estado adulto, la vaquita marina no sobrepasa los 150 centímetros y los 50 kilogramos.

En cuanto al hábitat, esta especie tiene un rango extremadamente restringido, pues se encuentra solamente en la reserva del alto golfo de California, en México. Estacionalmente, las aguas de este golfo varían ampliamente en temperatura: de 14 a 36 grados centígrados de enero a agosto.

Así, la vaquita marina destaca por su importante adaptación para tolerar grandes fluctuaciones anuales de temperatura. La mayoría de los focénidos están restringidos a vivir en aguas frías, a menos de 20 grados centígrados.

¿Cómo distinguir a la vaquita marina?

Un rasgo característico de esta especie es la apariencia sobresaliente de los labios. Además, la parte superior del cuerpo es gris oscuro, mientras que el vientre es casi blanco o gris claro. Las aletas son proporcionalmente más grandes que en otras marsopas.

En cuanto al perfil rostral, es romo en muchos aspectos. La vaquita marina se parece a la marsopa de puerto Phocoena phocoena, con la excepción de que la vaquita es más delgada.

Esto se ha explicado en términos de su hábitat más cálido: el cuerpo delgado aumenta la relación superficie/volumen, favoreciendo la disipación de calor. En esta especie, este argumento también se ha utilizado para explicar la existencia de apéndices más grandes.

En el golfo de California habita el muy codiciado pez totoaba (Totoaba macdonaldi) conocido como corvina blanca o roncador. Desafortunadamente, la vaquita marina y la totoaba son similares en tamaño y forma, por lo que a menudo se confunden. Ambas especies están en peligro de extinción.

Dibujo de una vaquita marina.

Comportamiento de las vaquitas marinas

Esta enigmática especie es muy tímida y no es común verla saltar como a los delfines en la superficie del mar, pues simplemente emerge algunos segundos para tomar aire. Se conoce que la vaquita vive a poca profundidad, es decir, a menos de 50 metros.

En cuanto a sus hábitos de alimentación, su dieta consiste en una variedad de peces teleósteos y calamares, que se encuentran cerca de la superficie del agua. Aunque algunos estudios la reportan como solitaria, se han observado en pequeños grupos de hasta 8-10 individuos.

Al igual que muchos otros focénidos, la vaquita marina utiliza el sonar como medio de comunicación y navegación a través de su hábitat.

Las vaquitas a las puertas de la extinción

Según el registro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) esta especie está catalogada como «en peligro crítico» (CR).

De hecho, la vaquita marina es el cetáceo en mayor riesgo: en el año 2017 se contabilizaron apenas 18 individuos maduros, por lo que ver un espécimen vivo de esta especie es casi imposible.

A menudo, las vaquitas marinas se capturan en redes de pesca destinadas a otros animales marinos. Por ejemplo, en las redes de enmalle para camarones o para los totoaba. De hecho, la mortalidad en redes ha sido reconocida como la amenaza más grave e inmediata para la supervivencia de este animal.

Otras amenazas potenciales que se han sugerido incluyen la depresión por endogamia, la exposición a pesticidas y los cambios ecológicos como resultado de la reducción del flujo del río Colorado.

¿Que se conoce de la reproducción de la vaquita marina?

La reproducción de la vaquita marina es sincrónica, así, los nacimientos ocurren desde finales de febrero hasta principios de abril. Además, se cree que la madurez sexual se alcanza entre las edades de tres y seis años.

También se conoce que esta especie no es monógama, pues los machos se aparean con tantas hembras como sea posible. Además, las hembras tienen una sola cría por embarazo y la lactancia se extiende por menos un año. Las vaquitas pueden tener ciclos reproductivos de dos o más años.

Salvar a la vaquita marina.

¿Existe esperanza?

La capacidad de una pequeña población para recuperarse, después de una disminución severa, está fuertemente influenciada por su biología reproductiva.

Desafortunadamente, se sabe poco sobre muchos parámetros reproductivos clave de esta especie. En todo caso, a la vaquita aún le queda un foco de esperanza mientras aún sigan vivos suficientes especímenes.


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