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Úlcera gástrica en perros: ¿qué hacer?

Las úlceras gástricas son lesiones silenciosas que dan la cara cuando el estómago ya se encuentra bastante dañado

Úlcera gástrica en perros

Las úlceras en perros son llagas que se generan en el revestimiento o pared de su esófago, intestinos o estómago. Cuando la lesión se localiza en esta última región, se denomina úlcera gástrica.

En perros, este tipo de dolencia parece estar relacionada con varios factores, como son la edad –más común en perros jóvenes o cachorros–, tipo de alimentación o como consecuencia de otras enfermedades.

La capa más externa del estómago, llamada mucosa gástrica, actúa como una pared protectora contra la acidez, bacterias, alteraciones de la temperatura, etc. La primera línea de defensa de esta pared es una secreción mucosa que contiene ácidos, bicarbonato y otras sustancias antibacterianas.

Por otro lado, tiene la capacidad de repararse rápidamente cuando aparecen lesiones o de eliminar sustancias nocivas. A pesar de ello, en ocasiones, el agente causante del daño se mantiene en el tiempo, lo que provoca daños más duraderos.

Causas de la úlcera gástrica en perros

Una de las causas más comunes de úlceras gástricas en perros es la ingestión de cuerpos extraños y tóxicos, sobre todo cuando son cachorros y tienden a morder o tragar todo lo que encuentran. En el hogar, los productos químicos de limpieza, sustancias con plomo y algunas especies de plantas pueden, directamente, dañar la mucosa gástrica, lo que deja la pared del estómago sin protección.

Otro grupo de perros, con alto riesgo de padecer úlceras gástricas, son aquellos que llevan una dieta rica en grasas. Probablemente, el pienso con el que son alimentados tenga la dosis correcta de lípidos.

Perro en el veterinario

Sin embargo, si se les ofrece continuamente ‘comida para humanos’, cocinada y con alto porcentaje de grasas, su dieta se desequilibrará. Este tipo de alimentación provoca un vaciado gástrico retardado e hiperacidez que, unido a una reacción fisiológica de estrés –aumento de la hormona llamada cortisol–, puede influir en la aparición de úlceras gástricas en perros.

Por otro lado, las úlceras por estrés no son comunes entre los perros. No obstante, los canes que realizan ejercicio severo de forma regular sí tienen un riesgo mayor de sufrir una úlcera gástrica o incluso necrosis. De hecho, la causa más común de muerte súbita en perros durante las carreras de trineos es la enfermedad gástrica.

Además, ciertos fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos –ibuprofeno, naproxeno, aspirina o paracetamol– pueden provocar daños en la mucosa gástrica, sobre todo en aquellos animales que deben estar largos periodos de tiempo con este tipo de medicación, como aquellos con problemas vertebrales.

Por último, ciertas enfermedades pueden derivar o provocar úlceras gástricas en perros. Por ejemplo, infecciones bacterianas por Helicobacter pylori o una insuficiencia hepática.

Tratamiento de la úlcera gástrica en perros

Generalmente, cuando se diagnostica una úlcera gástrica en perros se procede de la siguiente manera:

  • Se retiran los alimentos que puedan estimular las glándulas gástricas.
  • Evitar que el animal haga ejercicio o acciones que eleven su ritmo cardíaco.
  • Si existe una insuficiencia hepática, infecciones bacterianas o terapias con antiinflamatorios o corticoides, se deben eliminar primero.
  • Curar las úlceras mediante fluidoterapia que estabilice el sistema cardiovascular, disminuir la acidez gástrica y corregir, si existiese, estados de deshidratación, pérdida de peso o anemia.

Curar las úlceras mediante fluidoterapia

Una vez estabilizada la úlcera, se debe aplicar un tratamiento con un antibiótico de amplio espectro, o combinarlos, si ya se hubiera comenzado con la antibioterapia al ser la causa de la úlcera una bacteria.

¿Cómo saber si tu perro tiene una úlcera?

En primer lugar, si consideras que tu perro pueda estar sufriendo del estómago, debes acudir al veterinario. La detección temprana de las úlceras aumenta la posibilidad de curación total.

Los síntomas que los canes muestran cuando tienen problemas estomacales pueden confundirse con otros tipos de patologías digestivas. Los más comunes son:

  • Vómitos, incluso con sangre.
  • Pérdida de peso.
  • Dolor bajo palpación del abdomen.
  • Anemia.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Apatía y debilidad.
  • Heces negras por contener sangre digerida.

La aparición de cualquiera de estos síntomas nos alertan de que algo no va bien con nuestra mascota. Puede que no sea una úlcera, pero es mejor acudir a un profesional.

Bibliografía

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