Tratamiento y contagio del moquillo canino

Esta enfermedad es tan grave que el perro puede presentar secuelas de por vida o incluso fallecer; afecta principalmente a cachorros o a ejemplares viejos, con un sistema inmunitario escasamente desarrollado o debilitado
Tratamiento y contagio del moquillo canino

Escrito por Yamila

Última actualización: 28 junio, 2018

El moquillo canino es una enfermedad provocada por un virus sumamente contagioso. Suele afectar a los cachorros y, en caso de no ser atendido a tiempo, causa efectos irreversibles o incluso la muerte. En este artículo te contaremos todo sobre esta grave patología, su contagio y tratamiento.

Contagio del moquillo canino

El grado de peligrosidad de esta enfermedad es muy alto, y en muchos casos se convierte en letal para las mascotas de poca o avanzada edad, con un sistema inmunitario poco desarrollado o debilitado. Es, a su vez, una patología viral muy contagiosa, la cual afecta tres sistemas: respiratorio, digestivo y nervioso.

¿Cómo se contagia el moquillo canino? A través de las secreciones corporales: de las lágrimas, de la saliva y de los mocos. Cuando un can estornuda o tose arroja al ambiente gotas microscópicas que pueden alojar el virus.

En mascotas que tienen contacto con otras a corta edad la transmisión es más probable, aunque esto no quiere decir que por no sacar al perro de paseo evitemos el contagio. Incluso, si nosotros jugamos con un can infectado, el virus puede quedar impregnado en nuestra ropa o manos. Por ello, es fundamental higienizarse bien después de tocar a un perro.

Existen varias opciones para prevenir esta enfermedad cuando tenemos un cachorro en casa. Como primera medida, hay que vacunarle cumpliendo con las dosis indicadas por el veterinario. Además, es fundamental prestar atención a los perros con los cuales se rodea nuestra mascota, sobre todo si presenta algún síntoma típico de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas del moquillo canino?

La primera señal de que hay un problema es la fiebre. Sin embargo, este no es el único síntoma en nuestros caninos, debido a que el moquillo es una enfermedad que ataca varios frentes.

Moquillo canino: síntomas

A nivel respiratorio podemos ver que el perro comienza a toser, moquear y estornudar. También se puede observar conjuntivitis, hinchazón en los párpados y nariz con continua secreción de color amarillento. La mucosidad provoca dificultad para respirar y, si el virus llega al pulmón, puede desencadenar neumonitis.

En cuanto al sistema digestivo, el virus provoca vómitos o diarrea, como consecuencia de una fuerte gastroenteritis. En el caso de que el perro presente solo este síntoma no tenemos que asociarlo al moquillo, sino a alguna intoxicación o problema alimentario.

La dermatitis es la clara señal de moquillo canino: hay descamación, endurecimiento y resequedad en la piel de la nariz –que debería estar siempre húmeda– y en las almohadillas de las patas.

A su vez, esta enfermedad tiene consecuencias en lo referente al sistema nervioso y que, en la mayoría de los casos, si el animal sobrevive, puede tener secuelas de por vida. Ataques súbitos, convulsiones, tics nerviosos, espasmos musculares y parálisis en las extremidades son bastante frecuentes.

¿Existe un tratamiento para el moquillo canino?

Esta infección viral no cuenta, hasta el momento, de un tratamiento específico y eficaz. Igualmente, si creemos que nuestro perro está infectado de moquillo, debemos llevarlo de inmediato al veterinario.

Moquillo canino: diagnóstico

El profesional se encargará de paliar los síntomas y evitar que la mascota sufra en demasía. Algunos medicamentos expectorantes y antibióticos eliminan las flemas; otros fármacos curan los vómitos y la tos, y los suplementos dietarios fortalecen la salud del animal. Se recomienda que el perro consuma más cantidad de vitamina B si padece tics nerviosos.

Es fundamental evitar la deshidratación, incluso cuando no tiene ganas de beber, e higienizar continuamente la nariz y los ojos. Y si no quiere comer, debes intentar que consuma al menos un poco de pienso húmedo en lata, que es más apetecible que el seco. Los mimos y atenciones en este momento son muy importantes también para que el perrito se sienta a gusto.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.