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7 tipos de secreciones oculares en perros (y qué significan)

Las secreciones oculares en perros pueden variar en color y textura dependiendo de su estado de salud. Aprende aquí a diferenciarlas y a detectar las patologías subyacentes.

¿Cuáles son las secreciones oculares de los perros?

Lo más común es que las secreciones oculares en perros no tengan importancia y evidencien un cuadro de fácil solución. No obstante, y como todo en lo que a la salud canina se refiere, conviene saber diferenciar entre una secreción ocular normal y las señales de un problema subyacente en la mascota.

Por eso, en este artículo tienes las causas más frecuentes por las que un can lagrimea en exceso (o secreta otras sustancias) y qué hacer al respecto. No te lo pierdas, pues detectar cualquier patología ocular del perro a tiempo puede suponer la diferencia entre un leve daño y una ceguera total.

7 tipos de secreciones oculares en perros

Dependiendo de qué esté afectando al ojo, las secreciones serán diferentes. En primer lugar, encontrarás la descripción del lagrimeo normal para que puedas diferenciarlo del resto de coloraciones y consistencias, más propias de enfermedades y lesiones. No dejes de leer.

1. Legañas

Los ojos de los perros secretan sustancias por la comisura de los ojos, al igual que los humanos y otros animales. Este lagrimeo es una forma de expulsar el polvo y la suciedad del ambiente que se quedan pegados a la superficie del globo ocular. Cuando estas secreciones se secan y se endurecen, suelen tomar un color marronáceo y se conocen comúnmente como legañas.

Es normal encontrar las legañas por las mañanas y tras las largas siestas de los canes, al igual que pasaría con los humanos. No es un indicativo de patología si no se acompaña de otros signos.

El ojo de un perro.

2. Lagrimeo excesivo (epífora)

Los ojos llorosos en exceso, con secreción transparente y líquida, son señal de que algo está irritando al globo ocular o la mucosa del párpado. Se hace necesario acudir a consulta con el can, pues las causas son variadas y algunas de ellas pueden ser graves:

  • Alergias.
  • Cuerpos extraños en el ojo: aunque no veas qué se le ha metido en el ojo a tu can, es muy probable que esté enrojecido, inflamado y lagrimee constantemente.
  • Entropión o ectropión: el primer término se refiere a la reversión del párpado hacia adentro, por lo que las pestañas rozan contra la córnea y producen irritación. El ectropión es lo contrario, ya que en él el párpado se dobla hacia afuera y la mucosa se irrita, estimulando el lagrimeo.
  • Glaucoma: se trata de un aumento de la presión intraocular. Podrás observar que el ojo está inflamado, rojizo y lagrimea en exceso. Es una condición grave y le produce un gran dolor al animal, además de que existe riesgo de ceguera.
  • Traumatismos en el ojo: ya sea por contusión o por ulceración (debido a objetos afilados o punzantes). Es común encontrarlo en perros, pues a veces juegan sin cuidado y se golpean en la cara con el suelo o con la hierba alta (o incluso con otros perros).
  • Presencia de sustancias irritantes en el ambiente, como químicos volatilizados o contaminación.

3. Secreciones oculares en perros de color marrón rojizo

Estas secreciones son normales, pues las lágrimas de los perros contienen una sustancia llamada porfirina que se enrojece al contacto con el aire. Se observa más fácilmente en canes con pelaje blanco y puede dar la sensación de que algo anda mal, pero se trata de sus legañas habituales.

Si quieres eliminar los regueros rojizos de la cara de tu can, deberás lavar la zona con un paño húmedo varias veces al día. No obstante, ten en cuenta de que se trata de algo estético, no de un problema de salud.

4. Secreción grisácea o blanca

Esta secreción es propia de una condición llamada queratoconjuntivitis seca, en la que el sistema inmunitario ataca y destruye las glándulas lacrimales. Puesto que el ojo no es capaz de producir lágrimas suficientes, lo compensa secretando moco para lubricar.

En la clínica veterinaria sabrán enseguida si la cantidad de lágrimas que segrega tu can es insuficiente gracias al test de Schirmer.

Esta enfermedad requiere tratamiento lo antes posible, pues de lo contrario puede desembocar en ceguera o úlceras oculares. Además, produce grandes molestias en el animal y a veces cambia la pigmentación de la córnea.

5. Lagrimeo amarillento o verduzco

Cuando un perro produce secreciones oculares amarillentas o verdes, que además son espesas y gelatinosas, es muy probable que esté padeciendo una infección. Esta puede ser primaria o secundaria a alguna otra dolencia, como la rinotraqueítis canina o tos de las perreras.

En este caso se hace necesaria una visita al veterinario, pues no se debe dejar avanzar la infección, y menos si es secundaria a otro problema de salud. Además, si no se soluciona adecuadamente será muy probable que la infección recidive.

6. Secreción marrón tierra

Este tipo de secreción se confunde a menudo con la más rojiza, que es la que contiene porfirina. Cuando el perro produce lágrimas en exceso y estas son de un color marrón tierra, es posible que se deba a una obstrucción el conducto nasolagrimal, el cual conecta el ojo con la nariz.

Las causas principales de esta secreción son la obstrucción por cuerpos extraños, el exceso de mucosidad o las condiciones ligadas a la raza. Los perros pequeños y braquiocefálicos son más propensos a sufrir este problema.

Una veterinaria analiza los ojos de un perro.

Es necesario apuntar de nuevo que este artículo solo tiene la intención de informar y de ayudarte a reconocer los signos de que tu can podría estar sufriendo una afección en el ojo. Como habrás podido comprobar, las mismas secreciones oculares en perros derivan de problemas muy diferentes, por lo que nunca podrá hacerse un diagnóstico exacto en casa.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Mauricci Bravo, R. A. (2017). Diagnóstico temprano de queratoconjuntivitis seca empleando la prueba lacrimal de Schirmer en caninos de Salaverry-Trujillo.
  • Carbonell, J. M. M., & Suárez, E. M. M. (2009). Claves para el diagnóstico precoz del glaucoma. REDVET. Revista Electrónica de Veterinaria10(3), 1-14.
  • Diez Prieto, I. Avances en el diagnóstico de las enfermedades oculares en el perro.
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