¿Cuántas veces decimos que nuestro peludo es un miembro más de la familia y lo tratamos como si fuese un hijo? Las personas solemos “humanizar” a nuestra mascota considerándolo un niño y eso es malo para su salud mental. Te aconsejamos que no intentes sobreproteger a tu perro, ya que en vez de hacerle un bien lo estás afectando seriamente.
Sobreproteger a tu perro: ¿por qué?
En los tiempos que corren donde los animales son tratados como bebés y pasean por las calles con sus modelitos de lluvia o para días de invierno, es un poco difícil explicar a los dueños que sobreprotegerlos de esa manera es malo.
Si bien es verdad que los canes se hacen querer y tenemos ganas de abrazarlos y mimarlos, lo cierto es que el animal sufre al no comprender muy bien por qué se lo está tratando de esa manea. Si somos demasiado protectores de nuestro peludo, no podrá desarrollar sus cualidades innatas, como por ejemplo defenderse del ataque de otro animal.
El perro tiene que olfatear, rastrear, estar atento a lo que sucede a su alrededor. ¿Cómo puede “cumplir con sus actividades de can” si los dueños no lo dejan salir a la calle, le ponen zapatos o lo llevan de aquí para allá en brazos?
Si le privamos de vivir las sensaciones naturales, es como si lo hiciésemos de juguete y lo invalidemos para sacar a relucir sus dotes caninas. Es más probable que el animal sea neurótico, ansioso, agresivo y enfermizo si se lo pasea en brazos de sus dueños en vez de caminando en el parque.
A diferencia de lo que se cree, sobreproteger a tu perro no lo hará más sano ni más fuerte. En realidad estarás contribuyendo a que enferme continuamente, a que no tenga “roce” con otros perros y, si fuese necesario, que no sepa defenders. De esta forma será totalmente dependiente de ti. El día en que por alguna razón no puedas hacerte cargo de él, prácticamente lo dejarás librado a la suerte.
Perros sobreprotegidos, perros estresados
No es aconsejable que, por ejemplo, cojamos a nuestro can en la calle para evitar que interactúe con otros perros. ¿Por qué? Porque necesita de ese contacto natural con otros como él. Si hay un animal en el suelo intentando acercarse y él se queda en tus brazos, no se sentirá protegido, sino alterado y estresado.
Lo mismo sucede en el caso de abrazarlos fuerte cuando hay tormentas, truenos o fuegos artificiales. Es verdad que no queremos que sufra pero tienes que comprender que ante esas situaciones extrañas el animal intuye un peligro.
Si nosotros como dueños actuamos de manera diferente a lo que él está acostumbrado, entonces pensará que realmente está en una situación de crisis. Esto aumentará sus latidos del corazón y entrecortará su respiración. Sentirá que está atrapado y cercano a la muerte.
Sobreproteger a tu perro, problema humano
Cuando una mascota está demasiado consentida, la culpa es del dueño, no del animal. Si desde que es cachorro no lo has educado como corresponde y no le has puesto reglas claras, luego no entenderá el porqué de los retos o los castigos. Quizás le sea más difícil aprender algo nuevo.
El perro sobreprotegido no sabe quien es la autoridad en la casa, se salta las normas y hace lo que quiere. Esto conlleva a casos de maltrato animal y violencia. La responsabilidad en todos los casos es de los humanos.
Con esto no queremos decir que el can debe ser dejado de lado ni golpeado, pero tampoco que duerma en la cama o lo vistamos como si fuese una persona. Los abrazos, los premios, la comodidad y la protección son vitales, pero sin exagerar.
De lo contrario estaremos ante un perro ansioso, desobediente, agresivo, que rompe todo lo que encuentra a su paso, celoso con otros animales o niños, ladrador, estresado, inseguro e hiperactivo.
Nada de ello contribuye a su buena salud y es probable que enferme más que aquel can que juega con otros animales, sale a la calle y no usa ropa en invierno.