Los gatos pelirrojos o naranjas son más especiales de lo que piensas. No se trata solo de su color de pelo, sino de su historia genética, las leyendas que les rodean y las particularidades de esta capa. Parece inverosímil, pero son muchos los datos que se pueden encontrar sobre ellos.
Para demostrarlo, aquí tienes 12 datos curiosos que demuestran lo especiales que son los felinos anaranjados. No te pierdas nada, pues merece la pena ahondar en las maravillas de estos felinos domésticos.
1. Los gatos pelirrojos no son una raza
A pesar de lo que se pueda creer en un primer momento, estos gatos anaranjados no son una raza en sí mismos. Si se les clasifica por el color de su manto, los naranjas son llamados orange tabby y se pueden encontrar en multitud de razas, desde los persas hasta los maine coon.
2. Diferentes clasificaciones para su patrón
Pero su color anaranjado no es lo único que caracteriza a los gatos pelirrojos. Todos ellos presentan un patrón rayado de color más oscuro que entra dentro de las siguientes categorías:
- Caballa: el más habitual, con franjas más oscuras que el fondo y estrechas que discurren por los costados y cola y patas anilladas.
- Atigrado: también presenta líneas, pero sin un patrón concreto y más separadas entre sí.
- Marcado: a pesar de que parezca que esta capa carece de patrón, lo cierto es que cada cabello presenta una franja más oscura, dando un aspecto ligeramente moteado.
- Manchado: Similar al anterior, pero con parches más oscuros y visibles.
3. La feomelanina, responsable de que existan gatos pelirrojos
Este pigmento, presente en el pelaje de la mayoría de los mamíferos, es la que confiere el color rojizo al pelo. Aquellos gatos que menos tengan se acercarán más al pelaje beige, mientras que los que porten mayor cantidad de feomelanina serán cada vez más pelirrojos.
Se trata de un pigmento similar a la propia melanina, que añade color rojizo en lugar de negro.
4. La marca de la M
Te habrás fijado en que todos los gatos pelirrojos tienen un dibujo en su frente con forma de M. Esta particularidad está ligada a los genes que determinan el patrón del pelaje y se presenta en todos los gatos que se consideran orange tabby.
5. La leyenda de esta marca en los gatos pelirrojos
Esta marca con forma de M lleva llamando la atención de los humanos desde hace siglos. Existen leyendas que tratan de explicar su origen, como la del gato llamado Muezza que salvó a Mahoma del ataque de una serpiente. Para demostrarle su amor, el profeta marcó su frente con la M de su nombre para que todos aquellos que nacieran de Muezza llevaran la señal de su amor por los felinos.
6. Es más probable que sea macho
El llamado gen O es el responsable de formar la feomelanina. Este gen debe transportarse en el cromosoma X, por lo que las hembras necesitarán portarlo en ambos cromosomas (XX) para que domine y produzca el manto anaranjado. Sin embargo, si solo lo llevan en uno de los cromosomas, el resto de combinaciones de colores posibles acabarán por dominar al gen O.
Los machos, por el contrario, basta que lo lleven solo en un cromosoma (son XY) y este será heredado de su madre pelirroja o bien por la mezcla fortuita de un padre pelirrojo. Por eso, es mucho más probable que los machos salgan orange tabby: la proporción frente a las hembras es de 3 a 1.
7. Su personalidad no depende de su color
Son muchas personas las que creen que este tipo de gatos tienen peor carácter que otros. Sin embargo, la personalidad va en cada individuo y, si acaso, se ve afectada más por la raza que por el color del manto. Aun con ello, recuerda que el comportamiento de cada ser vivo viene dado por una mezcla de su genética y su interacción con el ambiente.
8. Camuflarse siendo naranja
¿Nunca te has preguntado cómo los tigres y, en este caso, los gatos naranjas se camuflan? Para nosotros, su color rojizo se diferencia fácilmente del verde de la maleza, pero para los herbívoros que son sus presas no es tan así. Animales como las cebras, los ciervos o los ratones carecen de células receptivas al rojo (conos), por lo que su percepción del mundo se presenta en tonos verdes y azulados. Así, un animal naranja se camufla fácilmente en la hierba.
El patrón rayado, además, ayuda a fundirse con las formas verticales de la hierba.
9. Tienen pecas
Como buenos gatos pelirrojos que son, es posible encontrar ejemplares con pecas. Son visibles en la nariz, sobre todo, y también en la piel del resto del cuerpo cuando se rapan. A medida que el gato envejece, las pecas se vuelven más abundantes.
10. Son más frecuentes en áreas rurales
Es más fácil encontrar gatos silvestres en áreas rurales que en las urbanas. En las primeras, al ser más numerosos, aumentan las probabilidades de que nazcan felinos anaranjados que en ciudad, donde predomina el patrón marrón atigrado. Además, en ciudad suelen controlarse las colonias y esterilizarse a los individuos mediante programas CER.
11. Los gatos pelirrojos no tienden a la obesidad
A pesar de lo que se suele pensar, el color de su pelaje no está relacionado con la tendencia a engordar. Muchas veces, son los malos cuidados nutricionales lo que los lleva a este problema de salud y, al ser más grandes que otros gatos, parece que engordan con mayor facilidad. Todos los gatos pueden sufrir obesidad si no se controla su dieta.
12. Muestran un dimorfismo de tamaño mayor
La última de las curiosidades que hacen especiales a los gatos pelirrojos es esta: los machos naranjas suelen ser más grandes que otros machos y las hembras anaranjadas más pequeñas que las de otros colores. Por tanto, la diferencia entre machos pelirrojos y hembras del mismo color está más acusada que en otros mantos, haciendo más fácil su diferenciación.
¿Conocías todos estos datos? Lo cierto es que los gatos naranjas son increíbles compañeros de piso y de calle, así que nunca pierdas la oportunidad de incluir a uno en tu familia.
Bibliografía
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