¿Qué hago si mi gato no come?

Los cambios bruscos en cuanto a alimentación, el calor, la falta de higiene o un estado depresivo pueden influir en el apetito de los felinos
¿Qué hago si mi gato no come?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 03 septiembre, 2018

Cuando observamos que nuestro minino ha perdido su apetito, rápidamente nos hacemos la siguiente pregunta: “¿qué hago si mi gato no come?”. De hecho, este cambio en el comportamiento requiere especial atención de los dueñois, ya que puede ser un síntoma de ciertas patologías.

Hay que tener en cuenta que también hay otras posibles causas para la pérdida de apetito en los gatos, y a continuación sabremos un poco más sobre ellas.

Mi gato no come: posibles causas

La pérdida de apetito y de peso en los gatos es un síntoma común a muchas enfermedades. Por ello, al observar que tu minino se niega a comer o ha perdido peso repentinamente, será esencial llevarlo inmediatamente al veterinario.

1. Cuando la comida no es de su agrado

Los gatos son animales algo selectivos y rutinarios en relación a su alimentación y a sus hábitos. Por ello, debemos ser cuidadosos al momento de elegir la nutrición ideal para tu minino y antes de hacer cualquier cambio en su dieta

La alimentación de un felino debe suplir sus requerimientos nutricionales, según su edad, su porte y las necesidades específicas de su organismo. El cambio de la comida de un gato siempre debe ser un proceso lento y gradual.

Si cambiamos bruscamente la comida de nuestro minino, es muy probable que observemos un rechazo hacia el nuevo alimento. Ello también puede causar ciertos trastornos digestivos al felino, como diarreas, vómitos o cúmulo de gases en el tracto gastrointestinal.

Juego para gatos por la comida

Por otro lado, si queremos tener un gato con un paladar más ‘abierto’, debemos acostumbrarlo desde cachorro a probar nuevos sabores, texturas y aromas. Durante sus primeros seis meses de vida, los gatitos tienen un carácter más flexible y forman los criterios y las preferencias de su paladar.

Si durante esta etapa presentamos a nuestro minino una diversidad de aromas, sabores y texturas, reducimos las posibilidades de convertirlo en un ‘comensal exigente’. Pero si siempre le ofrecemos la misma comida, probablemente tendremos problemas al momento de cambiar su alimentación en la fase adulta.

2. El calor

En los días más cálidos de verano lo más probable es que tu gato no tenga tanto apetito y coma menos. Además de la sensación de ‘pesadez’ generada por las altas temperaturas, el aumento de la luminosidad también influye en su apetito.

Cuando el invierno se aproxima, los días son más cortos y hay menos luz, y entonces los animales aumentan el consumo de alimentos. Por ahora, se estima que su cerebro asocia la disminución de la disponibilidad de luz con la llegada del invierno y la consecuente escasez de alimentos.

Al contrario, cuando abundan las horas de sol y la comida es abundante, el metabolismo retoma un ritmo más equilibrado. El apetito de nuestra mascota se reduce y su comportamiento también se muestra más tranquilo. Por ello, es natural que tu gato coma menos con la llegada del verano.

3. Problemas en la disposición de las áreas de tu minino

Al preparar el ambiente de nuestros mininos, debemos poner especial atención en la ubicación de sus áreas de alimentación, aseo y necesidades fisiológicas. Si el comedero de tu gato está cerca del arenero, o no cuenta con hábitos regulares de higienización, es posible que tu gato se niegue a comer.

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4. Mi gato no come por las bolas de pelo intestinales

Como sabemos, los gatos son animales muy limpios que suelen dedicar horas a su propio aseo. Pero durante su higiene, el felino puede ingerir pelos muertos, que pasan a su tracto digestivo y pueden alojarse en sus intestinos.

Si bien todos los gatos pueden sufrir con las bolas de pelo, este tipo de problemas suelen ser más frecuentes en los mininos de pelaje largo o semilargo.

En la naturaleza, los felinos deberían purgarse naturalmente para evitar trastornos digestivos. No obstante, los gatos domésticos necesitarán nuestra ayuda para eliminar los pelos ingeridos.

Si el minino no consigue purgarse, el excesivo cúmulo de bolas de pelo en su aparato digestivo puede generar estreñimiento, pérdida de apetito, náuseas, debilidad, apatía, etc.

Otras causas de la pérdida de apetito en los gatos

Además de las causas ya mencionadas, la pérdida de apetito en los gatos también puede deberse a una intoxicación o a un cuadro de depresión motivado por el estrés y ansiedad.

Como vemos, son muchas las posibles explicaciones de por qué un gato no come y puede ser difícil identificar la causa exacta en nuestro hogar. Por ello, lo mejor que podemos hacer si un gato pierde el apetito es consultar a un veterinario especializado.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.