¿Qué comen los alacranes?

Los escorpiones, también conocidos como ‘alacranes’ en otras partes del mundo, son depredadores arácnidos dentro del orden Scorpiones. Todos tienen 8 patas, unos pedipalpos modificados con pinzas (quelas) y una cola terminada en aguijón, que produce toxinas más o menos potentes. Más allá de datos generales, conocer qué comen los alacranes ayuda a su preservación y evita sustos en entornos humanos.

Estos arácnidos tienen una mala fama desmerecida, ya que menos de 50 especies de las 2500 descritas hasta ahora tienen un veneno lo suficientemente letal para acabar con la vida de un ser humano. Si quieres conocer más acerca de los hábitos alimenticios del escorpión, sigue leyendo.

Datos generales sobre los alacranes

En primer lugar, queremos destacar que vamos a utilizar el término ‘alacrán’ para designar a todos los arácnidos dentro del orden Scorpiones, que comprende unas 2500 especies repartidas en 22 familias reconocidas. La evolución de este grupo se remonta hace 435 millones de años y, en todo este tiempo, las especies se han expandido por todo el mundo —a excepción del continente antártico—.

Si nos ponemos técnicos de más, cabe destacar que el género Alacran solo comprende 3 especies, englobadas a su vez en la familia Typhlochactidae. Estas son endémicas de México y se encuentran en la zona central de la Sierra Madre Oriental —Puebla y Oaxaca—. Por esta razón, en todo América Central y Sudamérica se usan los términos ‘escorpión’ y ‘alacrán’ de forma intercambiable.

Sea como fuere, los escorpiones o alacranes presentan su cuerpo dividido en 3 segmentos: cefalotórax (cabeza), mesosoma (abdomen) y metasoma (cola). Todos poseen un caparazón, ojos, quelíceros, pedipalpos quelados, 4 pares de patas y una cola terminada en un aguijón. Como puedes ver, su diversidad morfológica es muy reducida.

¿Qué comen los alacranes?

Todos los alacranes son carnívoros, es decir, se nutren de la materia orgánica brindada por sus presas. La mayoría de ellos se alimentan de saltamontes, grillos, termitas, coleópteros y avispas. De todas formas, algunas especies también están preparadas para matar pequeños vertebrados, como roedores, anfibios o lagartos.

Como otros muchos arácnidos, los escorpiones digieren la comida de forma externa. Con ayuda de sus quelíceros, disgregan la comida en pequeñas partes, que son guardadas en una cavidad oral, entre la zona de los quelíceros y el caparazón. Los jugos gástricos se secretan en esta cámara, con el fin de que el escorpión pueda ingerir su comida en forma de fluidos.

¿Cómo cazan los alacranes?

En este punto, cabe destacar que estos artrópodos son ectotermos. Esto quiere decir que no generan calor propio con sus reacciones metabólicas, y por tanto, dependen del medio ambiente para termorregularse. Tal y como indican estudios, las células de los ectotermos presentan menos mitocondrias —los orgánulos generadores de energía por excelencia— que las de los endotermos.

Por todas estas razones, los escorpiones o alacranes tienen tasas metabólicas mucho más bajas que un ratón o un pájaro, por ejemplo. Su estrategia de caza es de tipo sit and wait, es decir, esperan a que un insecto pase por su guarida y lo agarran con destreza con sus pinzas, para después inocular el veneno. Nunca verás a un escorpión perseguir a su presa, pues literalmente no genera energía suficiente para la carrera.

Dependiendo de la especie de alacrán, un ejemplar puede matar a las presas más pequeñas solo con la fuerza de las pinzas. Si la víctima se resiste o supone una amenaza, el escorpión recurre a la picadura con veneno. Producir toxinas es muy demandante a nivel energético, así que la picadura solo se produce cuando es estrictamente necesario.

Con base en esta misma regla, se cree que los escorpiones con pinzas más grandes tienen un veneno más leve. Por otro lado, a mayor prominencia de la cola y menor tamaño de las quelas, más letales serán las toxinas.

Debido al gasto metabólico que supone la caza, los alacranes comen poco en general y pueden aguantar meses sin cazar una presa.

Cuidados en cautiverio de los alacranes

Hay que tener mucho cuidado a la hora de adquirir alacranes como mascotas, pues algunas especies son letales, y por tanto, su tenencia sin permisos es ilegal. Albergar un animal potencialmente peligroso (PP) en el entorno doméstico sin las instalaciones adecuadas se considera un delito.

Los escorpiones más comercializados son los del género Heterometrus, grandes, de color negro y pinzas muy prominentes. No suponen un peligro para el ser humano, así que no se requieren permisos especiales para su tenencia. Estos animales poseen un veneno de relevancia clínica ínfima y rara vez usan el aguijón.

Para mantener un ejemplar de este género, basta con un terrario de 30x20x20 centímetros de largo, ancho y alto. El sustrato universal o la fibra de coco son perfectos para la instalación como suelo y siempre deben colocarse como mínimo 5 dedos de sustrato. A los escorpiones les gusta enterrarse y permanecen casi todo el día ocultos.

En lo que a los parámetros ambientales se refiere, lo mejor es que la temperatura se mantenga entre 20 y 30 grados y la humedad relativa en un 80 %. Para lograrlo, basta con rociar con agua la instalación unas 2 0 3 veces a la semana. Además, con darle una presa viva mediana a la semana —grillo o cucaracha— a un ejemplar adulto suele ser suficiente. Los alacranes no comen mucho.

También es necesario colocar trozos de madera y cuevas para que el alacrán pueda refugiarse.

Por último, cabe destacar que también se venden especies peligrosas sin permisos en muchas regiones. Ten especial cuidado con los escorpiones del género Tityus y Androctonus, pues estos sí que poseen venenos clínicamente significativos. Antes de comprar cualquier especie animal, asegúrate de la profesionalidad del vendedor y de sus características.