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Programas de cría de ciervo común en cautividad
Cualquier especie criada en cautividad tendrá unas necesidades concretas que el criador debe proveer. Aquí te mostramos algunas de las contempladas en la cría de ciervos.

Cervus elaphus, también conocido como ciervo rojo o colorado, es una de las especies de cérvidos más conocidas en el hemisferio norte. Está ampliamente distribuido por numerosos países y se lo considera, en muchos de ellos, como una especie exótica invasora. Pese a todo, se continúan desarrollando programas de cría de ciervo común en cautividad.
Las intenciones de estos programas son diversas. Algunos se proponen con ánimos conservacionistas o de mejora genética y otros con la intención de criar animales destinados a la actividad cinegética. Conócelo todo sobre ellos.
Manejo del ciervo común en cautividad
Los programas de cría de esta especie en cautividad suelen trabajar con manadas de bastantes individuos y su particular comportamiento exige un manejo también especial. Por ello, el personal debe ser entrenado para trabajar con muchos animales con necesidades singulares.
Toda manipulación de los ciervos —tratamientos, muestreos, descornados, etc.— se realizarán en una manga de manejo, como se hace con las vacas. Lo más recomendable es que estas manipulaciones se limiten al mínimo necesario, para no estresar a los animales sin necesidad.
Además, cuando los ciervos estén en la manga de manejo, hay que facilitarles el estar lo más tranquilos posible. De lo contrario, se pueden producir serios inconvenientes, como heridas o traumatismos. Incluso, pueden llegar a ser peligrosos para los operarios.
Manejo reproductivo
Cervus elaphus es una especie poliéstrica estacional, lo que significa que sale en celo solo en una época concreta del año. A esto hay que añadirle su fotoperiodo negativo, es decir, la tendencia a tener mayor actividad reproductiva cuando se reducen las horas luz diurna.
Por eso, según la localización geográfica donde se realice el programa, habrá que realizar un manejo reproductivo u otro:
- En el hemisferio norte, los celos se producen entre agosto y septiembre.
- En el hemisferio sur, por el contrario, empiezan en marzo.
Sea cual sea el caso, un macho en la naturaleza, cuando empieza la época de celo, comienza a luchar con otros para quedarse con el harén. De esta manera, como operarios, hay que estar atentos al calendario y facilitarles el acceso a las hembras cuando llegue el momento.
¿Ofrece alguna ventaja la reproducción controlada?
Al realizar los apareamientos de forma controlada, es posible conocer sin posibilidad de error la paternidad de cada cría. Esto permite desarrollar programas de mejora genética, localizar genes positivos en los individuos, etc. Y, en caso de que se produzca alguna enfermedad congénita, reconocer al progenitor causante.
Por otro lado, lo habitual es introducir a un solo macho en cada lote de hembras. Así se evitan peleas agresivas entre los animales que pueden acabar en lesiones graves y/o muerte.
Instalaciones necesarias en este tipo de programas de cría
Un manejo adecuado requiere la disponibilidad de muchos potreros —lugares destinados a la cría y al pastoreo—. Asimismo, las dimensiones de esos potreros deben ser adecuadas a la necesidad de hacer lotes pequeños dentro del rebaño.
De esta manera, se agruparán a los ciervos en función del sexo, las edades y las necesidades fisiológicas. Es necesario atender en todo momento a la demanda del gestor del programa.
Cada potrero deberá contar con los comederos y bebederos suficientes, según los animales que esté destinado a albergar. Contará también con un perímetro bien delimitado, vallado y con una —o varias— puerta de acceso que permitan el paso de la maquinaria agrícola.
En lo referente a este perímetro, hay que recalcar la especial atención que merece la altura de la valla, para evitar que los animales escapen.
Manejo de la salud del ciervo común en cautividad
Esta especie de ciervo, en condiciones naturales, posee un alto nivel de rusticidad. Esto significa que se adapta con facilidad a las condiciones de su entorno. De esta forma, soporta con bastante efectividad los problemas que se le presentan.
Sin embargo, las condiciones en cautividad son muy diferentes a lo que existe en la naturaleza. Factores como el hacinamiento y el estrés originan la aparición de problemas sanitarios.
Enfermedades infecciosas con las que puede encontrarse el gestor de un criadero de ciervos
Entre las enfermedades infecciosas mas habituales se encuentra la tuberculosis y la paratuberculosis. Ambas pueden llegar a provocar valores de prevalencia y mortalidad elevados si no se toman las medidas de saneamiento que corresponden.
Mediante la implementación de planes de contingencia adecuados, es posible mantener este tipo de patologías bajo control.
Por su parte, los parásitos intestinales y pulmonares son sendos habitantes de los criaderos de ciervos. De esta manera, si no se aplica un plan antiparasitario efectivo, la transmisión será constante. En consecuencia, el mal estado de salud de los animales aparecerá tarde o temprano.
Las particularidades de la cría de ciervo común en cautividad
Cada especie animal criada en cautividad presenta sus propias características diferenciales con el resto de especies. En el caso del ciervo, se ha podido apreciar como es de especial relevancia el manejo de los animales para evitar el estrés o los accidentes, o las únicas características de su manejo reproductivo.
Además, al tratarse de un animal de grandes dimensiones mantenido en grupos grandes, las instalaciones deberán asumir esa capacidad. Toda esta información debe ser analizada por el responsable del centro para facilitar una cría suficiente en salud y bienestar.
Licenciada en Veterinaria por la Universidad de León en 2014, cursó un Máster en Gestión de Fauna Silvestre en la Universidad de Murcia, en 2015. A lo largo de toda su vida llevó a cabo numerosos cursos de formación en inglés como segundo idioma, acompañados de estancias en el extranjero por periodos compatibles con su formación académica (Londres y Australia, principalmente). Durante sus años de formación universitaria, realizó estancias en varias empresas relacionadas con la profesión veterinaria. Dada su especialización en fauna silvestre, destaca la colaboración con algunos de los Centros de Recuperación de Animales Silvestres más importantes del país, tales como GREFA (Madrid, 2015) o el CRAS de Valladolid (2015). Desde 2018 colabora con la empresa Falco Iberia durante los meses de cría de aves como cuidadora de las crías de las aves rapaces que allí se producen.