El crecimiento normal del cachorro incluye el desarrollo del aparato reproductor y este debe concluirse antes de alcanzar la madurez sexual del ejemplar. Por eso, cuando se producen problemas en este proceso, puedes encontrar que tu perro no tiene testículos o no le cuelgan de forma natural.
¿En qué consiste esta anomalía en el desarrollo? Es importante que conozcas los pasos naturales de la maduración en perros para que puedas identificar posibles problemas. Aquí tienes toda la información necesaria, así que no te la pierdas.
¿Por qué no le bajan los testículos a mi perro?
Los testículos de los cachorros recién nacidos no se ven, pues se encuentran en el interior del abdomen, cerca de los riñones. No es hasta las 6-8 semanas de vida que estos descienden hasta el escroto, la bolsa de piel que los contiene en ejemplares adultos.
Si este descenso no ocurre en ese periodo no significa necesariamente que el perro padezca una patología, pues la bajada de los testículos puede retrasarse hasta los 6 meses de edad. No obstante, en este último caso será necesario un seguimiento veterinario.
En el caso de que los testículos del perro no bajen en el periodo estipulado, quizá estés ante un caso de criptorquidismo. En los siguientes apartados tienes la definición exacta de este trastorno y cómo combatirlo.
¿Qué es la criptorquidia en perros?
El criptorquidismo es una afección en la que los testículos del perro no descienden hasta el escroto durante su periodo normal, o bien descienden, pero se quedan a medio camino. Este cuadro puede ocurrir también porque el perro no tiene testículos directamente.
El trastorno es bastante frecuente en perros y por lo general está asociado a razas puras. Las más afectadas son toys o miniatura, como el caniche enano, el pomerania y el pequinés. Algunos canes grandes también son propensos a padecerlo, como el bulldog inglés y el bóxer.
La criptorquidia es hereditaria, por lo que se recomienda que los ejemplares que la sufren no tengan desdencendia.
Habitualmente, los testículos se quedan retenidos en el canal inguinal, la cavidad en la que se conectan con el cordón espermático. Si están ahí podrán palparse en un examen físico, pero si las gónadas no han descendido será necesaria una ecografía.
Síntomas del criptorquidismo
Por lo general el criptorquidismo no produce dolor o síntomas específicos, pero pueden producirse algunas complicaciones. Si estas acontecen, algunos de los síntomas serán los siguientes:
- Dolor abdominal agudo: se debe a que el cordón espermático se ha enredado y está cortando la irrigación en la zona. El cachorro que lo presenta se mostrará apático (quizás con fiebre) y manifestará mucho dolor al tocarle el vientre.
- Pene que se encoge y mamas que crecen: es posible que exista un problema en el desarrollo de alguno o ambos testículos por una segregación anormal de hormonas femeninas.
Este trastorno cursa con un alto riesgo de cáncer testicular, por lo que es imprescindible acudir al veterinario. Los tumores testiculares son relativamente frecuentes en perros adultos: su incidencia está entre el 0,7 y el 4,6 % de los tumores que suelen padecer los canes domésticos.
¿Qué pasa si mi perro tiene solo un testículo?
Existe una modalidad de criptorquidismo en la que al can solo le desciende un testículo, la cual se conoce como monorquidismo. Aunque la primera cursa con infertilidad, la monorquidia no (pero sigue sin ser recomendable cruzar al can).
El testículo retenido tiene la capacidad de causar los mismos problemas que en la criptorquidia, como los tumores o las complicaciones hormonales. Por eso, un veterinario debe valorar la necesidad de una cirugía para colocarlo en la bolsa escrotal o extirparlo.
¿Qué pasa si los testículos de mi perro son muy pequeños?
Quizá te encuentres con que los testículos del can bajan dentro de su periodo normal, pero que los tenga de un tamaño reducido. Si este es el caso de tu cachorro, el cuadro puede deberse a 2 causas principales:
- Hipoplasia testicular: se trata de un trastorno del desarrollo en el que los testículos no alcanzan su tamaño normal.
- Degeneración testicular: unos testículos que inicialmente tienen su tamaño normal pueden degenerarse por varias causas. Una de ellas es la fiebre elevada que producen el moquillo o el parvovirus, pues al incrementar la temperatura del escroto fomentan la degeneración del testículo.
Por lo general, los animales con los testículos más pequeños de lo normal son estériles. No obstante, algunas veces la infertilidad es reversible con el paso del tiempo tras curarse la enfermedad que la causa.
¿Qué hago si mi perro no tiene testículos?
Puesto que la criptorquidia y la monorquidia son trastornos que tienen la capacidad de producir problemas graves (como los tumores), es imprescindible que acudas al veterinario. Allí se le realizarán las pruebas pertinentes al can y se elaborará un plan para corregir el problema.
La solución más habitual es la castración por laparoscopia, pues es la única manera de evitar los tumores en los testículos. Otra posible estrategia es inyectar hormonas que induzcan la bajada de los testículos, pero solo se administran cuando no hay alteraciones fisiológicas en el can. Además, este último es un tratamiento con pocas probabilidades de éxito.
Por último, existen formas de ayudar a tu can para que sus testículos desciendan en el periodo estipulado y sin problemas. Los más efectivos son estos 3:
- Evita que tu cachorro pase frío.
- Evita los momentos de excitación y actividad excesivos.
- Puedes realizar masajes en la zona del canal inguinal desde que el can es pequeño.
Sin embargo, los métodos citados no previenen trastornos causados por la genética (como el criptorquidismo), sino que simplemente mejoran las condiciones para que el proceso natural se lleve a cabo. Como siempre, las revisiones periódicas de la salud de tu cachorro y la castración son las mejores opciones para garantizar el bienestar del pequeño.
Bibliografía
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- Saldeña, E., Ferré, D., Quero, M., Hynes, V., Albarracín, L., & Gorla, N. (2014). Desde el criptorquidismo canino, un análisis de enfermedades genéticas en razas puras.
- Hernández, C. (2013). Criptorquidectomía laparoscópica en dos perros utilizando bisturí ultrasónico. Revista MVZ Córdoba, 18(2), 3577-3584.