¿Por qué la luz atrae a los insectos?
Cuando se enciende un foco durante la noche, la luz emitida suele atraer a una gran variedad de insectos que rodean de manera insistente a la bombilla. Esta es una situación común y muy molesta para todas las personas, ya que los artrópodos voladores (especialmente insectos dípteros y lepidópteros) chocan por todos lados sin control.
En estos casos, los insectos se encuentran confundidos por completo y es la razón por la que dan vueltas sin parar. La simple acción de encender una bombilla en medio de la noche tiene un impacto importante sobre la percepción de estos animales. Sigue leyendo este espacio si quieres conocer por qué la luz atrae a los insectos.
La visión de los insectos
Los ojos de los insectos son muy diferentes a los de otros animales, pues no son capaces de percibir los mismos colores e intensidad de la luz. Esto se debe a que contienen diferentes fotorreceptores, que son los encargados de “interpretar” la iluminación. Por esta razón, pueden reaccionar ante estímulos que el humano no percibe bien, como la luz UV y el infrarrojo.
Los dos tipos de estructuras visuales que suelen presentar la mayoría de los insectos son los ocelos y los ojos compuestos. Ambas pueden percibir la intensidad lumínica, pero solo la última es capaz de obtener imágenes más nítidas que les sirven para tomar decisiones. A esto se le denomina fototaxia, la cual es la capacidad que tienen los insectos de responder a la luz.
Los artrópodos reaccionan por “instinto” natural ante cualquier tipo de iluminación. El punto clave es la acción que estén “programados” a realizar ante estos estímulos. En general, su patrón conductual se divide en dos: la huida (fototaxia negativa) o la atracción (fototaxia positiva).
¿Por qué es importante la fototaxia?
La luz es un valioso indicador para los insectos, ya que su presencia o su ausencia les ayuda a identificar las condiciones de su ambiente. Por ejemplo, las cucarachas tienen “miedo” a la luz porque esta ayuda a sus depredadores a encontrarlas, por lo que se esconden y salen solo en la oscuridad. Esta fototaxia negativa les permite identificar el peligro para evadirlo.
En el lado contrario están las abejas, las cuales se caracterizan por ir de flor en flor y alimentarse de néctar o polen. Aunque parezca que esta búsqueda es aleatoria, en realidad son atraídas por el reflejo de la luz UV que emiten ciertas flores. De esta forma, la fototaxia positiva les permite ahorrarse tiempo y llegar con facilidad a las plantas que contengan su delicioso alimento.
¿Por qué los insectos buscan la luz?
La luz atrae en mayor medida a los insectos nocturnos. Sin embargo, no todos ellos exhiben una fototaxia positiva, ya que cada uno tiene una manera diferente de interpretar el estímulo de la luz. Algunas de las razones por las que estos organismos buscan una fuente de iluminación son las siguientes:
- Orientación: la luz de la luna les sirve para orientarse y la iluminación artificial los confunde.
- Como guía para evadir obstáculos: la iluminación intensa indica que la zona de vuelo está despejada (sin obstáculos).
- Comunicación: para los insectos bioluminiscentes, como las luciérnagas, la luz sirve como un medio de comunicación entre ellas.
A continuación vemos cada uno de estos fenómenos con algo más de detalle. No dejes de leer.
La luna como orientación
El proceso evolutivo propició que los insectos nocturnos fueran guiados por la luz de la luna. En tiempos pasados, este era el único objeto natural que iluminaba las noches. Por esta razón, la introducción de luz artificial los confunde, ya que no se han adaptado para distinguir entre ambos tipos de iluminación.
Este problema es peor si se toma en cuenta que la visión de un artrópodo no es muy nítida.
Cielo despejado
Para algunos organismos, la luz de la luna permite identificar si el camino está despejado o no. Dicha interpretación es sencilla: a mayor cantidad de luz, menos obstáculos se tienen que evadir. El problema aparece cuando una segunda fuente de iluminación hace creer al insecto que existe una vía libre, lo cual promueve que se sienta atraído hacia una bombilla.
Insectos bioluminiscentes
En los insectos bioluminiscentes la luz tiene un rol principal en su comunicación. Esto ocasiona que las fuentes artificiales de iluminación confundan mucho a los organismos. Por ejemplo, en el caso de la luciérnaga común europea (Lampyris noctiluca), los machos buscan a las hembras por medio de su brillo. Dicha característica ocasiona que se vean atraídos hacia las bombillas.
El impacto de la luz artificial en los insectos
La luz artificial atrae a los insectos de la misma forma que lo haría la natural (la luna). Dicha situación implica que las ciudades ocasionan un gran impacto en la vida de estos organismos. Al mismo tiempo, los condena a sufrir una muerta lenta por provocarles quemaduras en sus alas. No solo se generan molestias para las personas con esto, sino que están llevando al borde de la extinción a varias especies.
Una posible solución es utilizar luces cálidas que producen poca cantidad de luz UV. Aunque esto no impide por completo que los insectos sean atraídos, reduce de manera considerable los efectos negativos sobre ellos. Además, para resolver este conflicto también se necesita un cambio en los hábitos de las personas, pues se suele normalizar el consumo desmedido de la energía lumínica.
A este problema también se le denomina contaminación lumínica y se puede definir como el exceso de luz artificial durante la noche. Esto ocasiona varios desajustes fisiológicos en las especies salvajes e incluso afecta a la salud humana. Si quieres contribuir a disminuir la problemática, procura apagar las luces del hogar que no te sean necesarias y cierra las ventanas, sobre todo por la noche.
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