Los gatos son uno de las mascotas que procuran más su higiene, pues ellos solos limpian cada parte de su cuerpo con su lengua. Claro está, esto no sustituye el baño con agua y jabón, pero reduce bastante los malos olores y ayuda a que se mantengan limpios durante más tiempo.
A pesar de ser animales limpios y aseados, en ocasiones es inevitable comprobar que el trasero de algunos gatos desprende un olor desagradable. Por eso, si estás detectando este fenómeno en tu mascota y tienes dudas, desde Mis Animales vamos a darte algunas pistas sobre las posibles causas.
Mala limpieza en el trasero de algunos gatos
Todo el mundo sabe de la capacidad de los gatos para mantenerse acicalados. El ritual de limpieza del gato doméstico consiste en lamerse, para lo cual se ayuda de su lengua y sus patas. Aunque la función principal es que su pelaje se mantenga limpio, el lamido también elimina olores y parásitos indeseados.
Sin embargo, y a pesar de la rigurosidad en sus hábitos de higiene, el trasero de algunos gatos puede oler mal. Esto puede suceder en algunas razas de gato de pelo largo, como el Maine Coon o el Himalayo. Al defecar, algunos restos de heces pueden quedarse adheridas al pelaje de la zona posterior, con el consecuente mal olor.
Para solucionarlo, es conveniente revisar periódicamente la zona y limpiarla a conciencia. Si fuese necesario, puedes recortar el pelaje para reducir la cantidad de pelo sucio en la zona.
Las glándulas anales, un posible problema
Estas estructuras quizá no te resulten familiares, pero están presentes tanto en gatos como en perros. Están situadas a ambos lado del orificio anal, y su cometido principal es el de lubricar el ano para facilitar la excreción. Otra de las funciones que cumplen es la de medio de comunicación, ya que sirve para que los gatos se identifiquen con su olor propio.
Durante el proceso de excreción, las glándulas anales suelen vaciarse. Si el animal sufre situaciones de estrés, el vaciado puede ocurrir de manera accidental. Y es en ese momento cuando el trasero de algunos gatos puede empezar a oler mal, debido a la secreción amarillenta de las glándulas.
Asimismo, es posible que estas glándulas se vean afectadas por infecciones, abscesos o fístulas, que desencadenan en malos olores en la zona posterior. En estos casos es conveniente acudir al veterinario para que realice un diagnóstico profesional.
Otras posibles causas
Los problemas con las glándulas anales son las principales causas de que huela mal el trasero del gato. Sin embargo, podrían existir otras razones adicionales a los que debes prestar atención.
1. Alimentación
Aparte de los problemas derivados de la anatomía felina, la razón detrás del mal olor del trasero de algunos gatos puede estar en la alimentación. Si alimentamos a nuestro gato con un pienso con ingredientes de baja calidad, es posible que, aparte de las flatulencias, las deposiciones tengan mal olor y dejen rastro.
Por eso, es importante dar a nuestra mascota una alimentación balanceada y de calidad. Esto favorecerá su digestión, evitará malos olores y mantendrá la salud del gato en perfectas condiciones.
2. Heridas
Si por alguna razón, el gato presenta una herida cerca de la región anal, esto podría ocasionar que el pelaje circundante se pegue entre sí y se aglomere. Conforme pase el tiempo, la humedad y la suciedad comenzarán a emitir un olor desagradable, por lo que el trasero del gato olerá mal.
Debido a que este tipo de aglomeración se ve a simple vista, la mejor opción para corregirlo es recortando el pelo de la zona. Eso sí, se debe ser cuidadoso, pues es posible que el enredo se encuentre muy cercano a la piel.
3. Infecciones
Las infecciones intestinales por bacterias o parásitos también podrían ocasionar problemas de mal olor. Esto se debe principalmente al cambio en la forma de la consistencia de las heces. Sin embargo, en algunos casos las propias infecciones inducen alteraciones en el ano (irritación, supuración o dolor), las cuales generan una combinación de secreciones mal olientes en su trasero.
Por ejemplo, la infección por Tritrichomonas foetus es capaz de ocasionar diarrea crónica con incontinencia fecal. Debido a ello, el ano de los felinos se irrita y es posible que comiencen a sangrar, lo que, en conjunto con la defecación, podría provocar que el trasero del gato huela muy mal.
3. Enfermedades adyacentes
Aparte de las enfermedades que afectan el sistema intestinal, también es posible que cualquier otra patología adyacente ocasione el mal olor. Esto lo hacen de manera indirecta, pues si el felino se siente débil o con mucho dolor, descuidará sus hábitos de higiene. Por lo tanto, es más fácil que tanto su trasero como todo su cuerpo huelan mal.
Si detectas mal olor en el trasero de tu gato y has descartado las posibles causas anteriores, es recomendable que acudas al veterinario, ya que puede haber otras causas subyacentes.
Bibliografía
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