Muchas personas adiestran a sus canes para que estos sean obedientes, pacíficos, sociables y adaptables. Cosas como ir al baño en el sitio adecuado, sentarse y hacer trucos encabezan la lista de habilidades transmitidas. Pero… ¿Cuántos dueños se preocupan por formar a perros independientes?
En principio, cualquier adiestramiento independiza de una forma al animal que lo recibe. No obstante, existen técnicas, consejos y perspectivas que debemos aplicar para tener canes cada día más autosuficientes. Estas también pueden ser útiles en caninos que no quieren hacer caso.
Veamos algunos consejos que pueden servir para lograr perros independientes mediante un adiestramiento bien orientado.
La socialización es fundamental
El trabajo de socializar a nuestro perro ocurre desde que es apenas un cachorro. Para ser exactos, el periodo crítico va desde el mes y medio de nacido hasta los 4 meses de edad. Es allí donde debemos poner más énfasis en el adiestramiento y sus formas. Hay que evitar tanto la violencia como el consentimiento exagerado.
Esta época debe ser de protección y los dueños han de evitar cualquier tipo de trauma que pueda afectar al perro posteriormente. Un susto con un coche o el maltrato de un niño pueden ser definitorios en la vida adulta del animal.
En cualquier caso, el aprendizaje debe ser protegido. Bajo esta lógica lo que se enseña debe constituir una experiencia clara y positiva para el cachorro.
El problema del adiestramiento tradicional
Las técnicas más antiguas invitaban al amo a educar a su perro llegada la edad adulta. En la actualidad, los métodos están evolucionando, y muchos especialistas aseguran que el entrenamiento debe comenzar desde edades bastante tempranas.
Además, la vieja filosofía basada en la dominación y control estricto del amo sobre el perro está en discusión. En contraste, muchos apuestan por que el aprendizaje esté guiado por la tolerancia y control de las circunstancias externos.
Hay dueños que acostumbran a utilizar métodos ortodoxos y excesivamente restrictivos. Evidentemente, estos logran tener canes obedientes y subordinados, pero por miedo al castigo. Por supuesto, ellos no crían perros independientes.
Sé el líder de tu mascota
Uno de los problemas fundamentales está en la actitud de los propios amos en torno a sus mascotas. El problema de algunos es que pueden ser muy violentos o irascibles, mientras que otros transmiten sus miedos al animal. También están aquellos que se desesperan cuando sus caninos no obedecen.
A esto le añadidos el hecho de que hay razas que no son tan obedientes. Algunas de las más conocidas con este inconveniente son las siguientes: Basset Hound, Shih tzu, pekinés, Chow, Basenji, Bulldog, etc.
¿Y por qué estas razas son un poco más difíciles de adiestrar? La respuesta es sencilla: estos son precisamente perros independientes, en contraste con el resto del cúmulo de variaciones que existen dentro de la especie.
Los perros inteligentes suelen ser más difíciles
Esto se debe a que, por lo general, las razas mejor dotadas tienen personalidades bastante pronunciadas. Cuando intentamos cambiar sus códigos de conducta, encontramos una resistencia difícil de ser superada.
En realidad, estos perros son muy conscientes de lo que ocurre y de lo que queremos hacer. Son perceptivos, sensibles y rehúsan dejar de ser ellos, a diferencia de otros canes más obedientes, pero dependientes.
En esos casos, lo correcto es que nuestro adiestramiento tenga una razón de ser y sea dirigido de forma inteligente. El juego, los premios, la comunicación y la paciencia serán aspectos que deben ser manejados de forma magistral por el dueño.
Perros independientes: la clave es no rendirnos
Rendirnos es tan malo como usar los golpes y regaños con un perro inteligente. Si queremos darles una lección de vida y ellos se resisten, no podemos rendirnos y pasar a otra cosa. La mascota pensará que nos ha vencido y nosotros habremos fallado como líderes.
La constancia es más que importante, es necesaria. Por ello, antes de realizar cualquier labor de adiestramiento, lo primero es pensar bien qué es lo que queremos que aprendan y con qué motivo. Luego, tendremos que soportar el desafío y ser constantes.
Los canes son animales realmente inteligentes que viven en función de sus dueños, más allá de lo que demuestren con sus acciones y personalidad. Por eso, cuando algo no funciona, lo idóneo es modificar el método de aprendizaje y no la enseñanza.
La buena noticia es que los aprendizajes largos y esforzados jamás se olvidan. Un perro golpeado obedece al miedo: uno feliz, disciplinado y con personalidad, es forjado con mucha inteligencia humana.