Aunque el término “miositis en perros” te lleve a pensar en una única enfermedad, en realidad engloba a una serie de patologías musculares con una etiología determinada por el sistema inmune. Sin embargo, actualmente aún es necesario ampliar los conocimientos adquiridos sobre los mecanismos de origen y actuación de la enfermedad.
Si ahondas en el origen de esta palabra, en realidad es la unión de dos términos: “mio” que significa músculo e “itis” que significa inflamación. Con ello, te describe el principal rasgo de la enfermedad, causar inflamación muscular. Pero esto no es todo.
¿Qué es la miositis en perros?
La miositis hace referencia a un conjunto de desórdenes en los que se altera la membrana muscular, con la consiguiente pérdida de funcionalidades motoras activas. Debido a esto, aquellas que mantienen el 100 % de su función deben encargarse del trabajo realizado por las afectadas.
Esto supone una sobrecarga para dichos músculos, lo que se traduce en un mayor cansancio al realizar ejercicio. Dentro de las miositis existentes están las miositis inflamatorias, que se subdividen en dos grandes grupos:
- Inmunomediadas.
- Infecciosas.
Tipos de miositis en perros
Actualmente, se han determinado una serie de patologías musculares incorporadas dentro del término miositis. A continuación van a mencionarse tipos, en concreto, aquellas inmunomediadas.
Miositis inmunomediadas en perros
Algunos ejemplos de miositis inmunomediadas, es decir, en las que participa el sistema inmune pueden encontrarse explicadas a continuación.
Poliomiositis
En esta categoría de miositis, el tejido muscular degenerado y destruido se produce de forma generalizada. Con respecto a otras formas de la enfermedad, en esta situación los músculos afectados suelen ser los ubicados en las extremidades corporales.
Por este motivo, una manera rápida de detectar la enfermedad es la pérdida de fuerza observada en el perro cuando realiza ejercicio. En casos extremos, la atrofia muscular es perfectamente observable a nivel físico en el animal.
Miositis en los músculos masticadores
Este tipo de miositis muestra un cuadro muy específico de la enfermedad. Se determina como un trastorno autoinmune en el que el propio cuerpo produce una reacción cruzada. Genera anticuerpos dirigidos contra un agente infeccioso, pero acaba atacando a las fibras musculares M2 de los músculos relacionados con la masticación y son las siguientes:
- Temporal.
- Digástrico.
- Pterigoideo.
- Los maseteros.
Este ataque deriva en la destrucción del tejido que compone los músculos mencionados anteriormente. Además, su terminología varía, ya que no solo se conoce como miositis en los músculos masticadores, sino que también se denomina miositis eosinofílica o miositis atrófica. Aunque, parece ser que estos términos se asocian con la fase aguda y la crónica de la enfermedad.
Causas de miositis en perros
A la hora de desarrollarse la miositis en perros puedes anotar una serie de causas como son la edad, la hipotermia, los traumatismos o las parasitosis.
Edad
Es uno de los factores más llamativos de esta enfermedad en perros, ya que aparece cuando tienen edades comprendidas entre los 2 y 3 años. No obstante, hay casos de su aparición a los 4 meses de edad. Además, es más frecuente en las razas grandes de perros, como los golden retriever.
Hipotermia
Otra de las posibles causas es una exposición a un clima con bajas temperaturas. Si el perro no está adaptado ni está preparado para enfrentarse a ellas, podrá desarrollar miositis. Principalmente, los músculos comenzarán a mostrar dificultades en el movimiento debido al frío y se observarán síntomas como la inflamación.
Parasitosis
Algunos parásitos pertenecientes a los géneros Toxoplasma o Leishmania, son responsables de enfermedades como la toxoplasmosis o Leishmaniosis. En la lista de síntomas de cada patología, probablemente se encuentre algún tipo de las miositis descritas anteriormente.
Traumatismos
Esta es la causa más común, junto con la edad, de aparición de la miositis. Un golpe o actividad física fuerte puede derivar en un hematoma o rotura muscular y, a su vez, en la patología.
Síntomas de miositis en perros
Indudablemente, la dificultad en el movimiento será uno de los primeros síntomas observados en el animal. Este empeorará según vaya avanzando el día y, posiblemente, los perros gemirán de dolor cuando intenten moverse.
En las zonas del cuerpo donde primero se observa la aparición de la miositis son la región pélvica, así como la región del hombro. Además, también hay que estar atento a otros síntomas como:
- Dificultades de movimiento. Cambios en su posición normal en la espalda o dificultades para apoyar una o más patas.
- Fiebre.
- Sangre en la orina.
- Inapetencia
Dentro de cada variación, se observarán síntomas propios como puede ser la inflamación de los músculos faciales o la dificultad en la masticación. Esto ocurre en el caso de la miositis en los músculos masticadores.
Por desgracia, si la enfermedad avanza hasta alcanzar la fase crónica, los síntomas que se perciben son otros. Sobre todo, la protuberancia o masa visible en la cabeza es uno de los más reconocidos por los especialistas.
Tratamiento de la miositis en perros
Según parece, en la mayoría de las distintas variantes de la enfermedad, el tratamiento a seguir incluye la administración de inmunosupresores como los corticoides. La pauta de tiempo la indicará el especialista, pero se mantiene durante 8 a 12 meses y la dosis va reduciéndose según remiten los síntomas.
No obstante, cada variante necesitará completar el tratamiento farmacológico con otra serie de pautas. Por ejemplo, en la poliomielitis es indispensable un período de rehabilitación y fisioterapia para mejorar el tiempo de respuesta del perro y acelerar la recuperación.
Dentro de la miositis de los músculos masticadores, si el diagnóstico y posterior tratamiento acontecen durante la fase aguda de la patología, el pronóstico es bueno. Sin embargo, cambiará a reservado en casos de fase crónica.
En definitiva, la miositis alberga a distintas patologías que comparten una patogenia común, inflaman los músculos y afectan a su funcionalidad. Si has observado algunos de los síntomas descritos, es conveniente que consultes con el veterinario las posibles causas y te indicará la manera correcta de actuar.
Bibliografía
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