Magia: ¿cómo reaccionan los perros?

Ante la ocultación de un objeto, los canes no pensarán que ha desaparecido para siempre, sino que en algún momento aparecerá, lo que significa que su reacción ante la magia es parecida a la de un niño pequeño
Magia: ¿cómo reaccionan los perros?

Escrito por Yamila

Última actualización: 10 octubre, 2018

Quizás hayas visto en internet algún vídeo donde se ve a un mago haciendo trucos de desaparición de objetos delante de perros y cómo ellos reaccionan. Es probable que te hayas preguntado, ¿qué experimentan los animales ante la magia? En este artículo te lo contaremos.

Magia para perros

Los magos se basan en un concepto conocido como ‘permanencia del objeto’ para sus trucos. Según esta idea, podemos comprender que un objeto sigue existiendo aun cuando no lo vemos. Es decir, que desaparece de nuestra vista, pero sabemos que en algún momento regresará ante nosotros.

Los seres humanos aprendemos sobre ello a los 18 meses y algo similar sucede con los perros. Sí, porque, aunque no lo creas, los canes comprenden el concepto de permanencia del objeto… ¡Y antes que nosotros! Los cachorros de solo cinco semanas pueden reaccionar a la magia igual que un bebé de menos de dos años.

Las mascotas saben que cuando su pelota o juguete favorito sale de su vista porque se ‘esconde’ bajo el sofá o la cama, todavía el objeto está allí. Seguramente has visto a tu perro queriendo sacar algo bajo de un mueble mientras estaba jugando.

También sucede esto con las presas en los perros de raza terrier: saben que debajo de la madriguera se esconde un conejo, un ratón, una ardilla o cualquier otro animal. Y hasta en el parque con tu perro: cuando le tiras una golosina que quedó oculta por el césped, la buscará hasta hallarla.

Magia a los perros

Por eso es que la magia en personas y perros funcionaría de la misma manera. Un truco donde un mago esconde una moneda que tenía en la mano nos puede confundir un poco, pues pensamos que está en la otra mano o en cualquier otro sitio… pero somos conscientes de que la moneda sigue existiendo.

Si analizamos la reacción de un perro ante un truco de magia, probablemente sea la misma que tengamos nosotros, o nuestros hijos. Al momento que el objeto en cuestión desaparece, su cara es de “¿dónde se ha ido?”, y el siguiente movimiento es buscar entre las manos del mago o detrás de él… ¡porque en algún sitio se ha escondido!

La permanencia del objeto les da a los canes un mapa mental en el cual saben que el objeto existe. Son conscientes de que debería estar allí, aunque no lo puedan ver en ese momento. Pueden ladrar, olfatear o buscar desesperadamente porque son conscientes de que aquello oculto aparecerá ‘como por arte de magia’.

Magia para perros: ¿igual que para niños?

Como se dijo anteriormente, y se afirma en muchas ocasiones, un perro reacciona de forma similar a la de un niño pequeño ante un truco de magia. Y a diferencia de lo que sucede con los adultos, es más fácil que los engañemos (tanto a niños como a perros).

La magia es un ‘engaño’ y como tal puede generar en nosotros ciertas reacciones: desde asombro hasta enojo, pasando por confusión a tristeza. Quizás un bebé que experimenta la desaparición de su juguete favorito llore, y un perro ladre.

Magia con animales

Por este motivo, no es lo mismo un mago para ‘peques’ (o perros) que uno para adultos. Los trucos deben ser diferentes si quieren lograr perplejidad, risas o diversión. A los cinco años de edad, algunos humanos empiezan a sentirse atraídos por la magia, porque la entienden mejor que a los pocos meses de vida. En los canes, esto podría suceder una vez que dejan de ser considerados cachorros.

Los animales, en general, no experimentan la magia de la misma forma que una persona adulta, e incluso todo depende de la edad que estos tengan. No es lo mismo hacer desaparecer una galleta a un perro bebé que a uno anciano.

Los simios, por ejemplo, tienen diversas reacciones ante la magia –como sucede con los humanos– y los gatos no se sienten para nada atraídos a ella. Las aves y las abejas son susceptibles a las ilusiones, pero no comprenden qué sucede: cuando algo desaparece de su vista, para ellas es como si dejara de existir.


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  • Pérez-Álvarez, M. (2012). La psicología positiva: Magia simpática. Papeles Del Psicologo.


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