Loros amenazados de Bolivia: la paraba frente roja
Existen loros amenazados en Bolivia por el tráfico ilegal de especies amenazadas, y uno de los más importantes es la paraba frente roja (Ara rubrogenys), una especie de psitácida que solo se encuentra en este país latinoamericano y que está gravemente amenazada.
Características de la paraba frente roja
Este ave, considerada un guacamayo del género Ara, es bastante más pequeña que algunos de sus parientes, y es que apenas llega a los 60 centímetros de longitud total. Su nombre le viene concedido porque posee un parche rojo en la frente muy característico y distintivo, además de otros tras los ojos a modo de mejillas. Asimismo, posee manchas naranjas en hombros y piernas, que contrastan con el resto de su cuerpo verdoso.
Todo su cuerpo está cubierto por plumas, salvo alrededor de los ojos y tras el pico, donde su piel es rosácea. Posee, al igual que otros guacamayos, un pico fuerte y en este caso de color negro, que le permite romper los frutos más fuertes que otras aves no pueden abrir.
Comportamiento de la paraba frente roja
Estos loros amenazados son monógamos, lo que quiere decir que tienen una pareja toda su vida, si bien es cierto que existen especies que desafían esta norma. Con ella, crían en nidos muy particulares que se encuentran en las paredes de riscos poco accesibles; en estos nidos suele haber dos crías, aunque en muchas ocasiones solo una de ellas sale adelante.
Son loros que viven en zonas mucho más secas que otras psitácidas, por lo que en muchas ocasiones recurren a los cultivos cercanos, especialmente durante la estación seca que va de mayo a octubre, cuando se pueden ver a grandes grupos en los cultivos de maíz cercanos a su hábitat. Al igual que la mayoría de loros, no existe un dimorfismo sexual marcado, por lo que machos y hembras son muy similares.
Hábitat y conservación de la paraba frente roja
Este animal vive en los bosques de Bolivia, en concreto en Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Santa Cruz, con un rango de distribución de aproximadamente 5 000 kilómetros cuadrados. También está ligado a zonas semiáridas de acantilados, que son los lugares de anidación de este loro amenazado.
Aunque antiguamente su rango de distribución era mucho mayor: en los 80 comenzó a intensificarse la captura de estos loros amenazados para su venta ilegal como mascota. Más de 1 000 ejemplares fueron extraídos, y esto ha llevado a la especie a ser considerada en peligro de extinción.
Y es que se calcula que el 40 % de su hábitat se ha perdido: la expansión de la agricultura intensiva para alimentar al ganado o para producir combustibles ha acabado con gran parte de las selvas que daban hogar a esta ave.
La especie, sin embargo, ha contado con pocas medidas de protección, y no ha sido hasta fechas recientes cuando el gobierno de Bolivia, junto con asociaciones conservacionistas, se ha comprometido a su protección.
Para ello, se planean crear reservas y apoyar el desarrollo local respetuoso con el medio ambiente, para que el tráfico ilegal y la tala de su hábitat cese, y poder así asegurar un futuro para los loros amenazados de Bolivia.