Lenguaje corporal de los gatos

Además de emplear determinadas formas sonoras para expresarse, los felinos también revelan sus intenciones o cómo se siente con diferentes partes de su anatomía, tales como la cola, las orejas, los ojos y los bigotes
Lenguaje corporal de los gatos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2018

Se suele afirmar que los mininos son poco expresivos y que saben ocultar muy bien lo que sienten, incluso si están enfermos. Sin embargo, si te gustan estos animales y les prestas la debida atención, aprenderás a interpretarlos más rápido y fácilmente de lo que muchos señalan. Hoy te contamos algunos detalles sobre el lenguaje corporal de los gatos.

Formas de comunicación de los mininos

Los felis catus utilizan diversas herramientas para comunicarse con sus congéneres y con otros integrantes del reino animal, incluidos los humanos. Entre ellas, los maullidos, ronroneos, bufidos y otras formas sonoras.

Pero también dicen mucho a través de distintas partes de su cuerpo. Por ejemplo:

  • La cola
  • Las orejas
  • Los ojos
  • Los bigotes

Por otra parte, la postura corporal también aporta información sobre situaciones puntuales. Arquearán el lomo y tendrán el pelo erizado si se sienten en peligro. En este caso pueden atacar o huir. Pero, si se ponen panza arriba, están demostrando la confianza que te tienen, a pesar de que no siempre les gusta que les acaricien la barriguita.

Forma de comunicación de los gatos

Además de los maullidos, ronroneos y demás señales sonoras, el lenguaje corporal de los gatos aporta y mucho para que los humanos atentos interpretemos sus mensajes.

La cola dice mucho sobre los felinos

Si el rabo del perro es famoso como forma de expresión de esas mascotas, la cola felina también aporta lo suyo para enriquecer el lenguaje corporal de los gatos. Toma nota:

  • Levantada, bien vertical: el minino está contento. También la emplea como saludo.
  • Erizada e inflada: es posible que ataque para defenderse.
  • Baja: denota preocupación o poco ánimo.
  • Entre las patas: susto.
  • Con movimientos lentos: muestra que el gato está concentrado en algo.
  • Con movimientos suaves: alegría y/o ganas de jugar.
  • Agitada de un lado a otro: el minino está molesto y podría morder o arañar.
  • Rígida y vertical, pero con la punta doblada hacia un lado: curiosidad e interés.
  • Tiesa pero moviendo la punta: señal de irritabilidad.

Más detalles del lenguaje corporal de los gatos

Los felis catus también tienen mucho para expresar a través de las expresiones de las orejas, bigotes y ojos. A saber:

  • Contento: orejas erguidas, bigotes relajados, ojos de expresión serena y con las pupilas dilatadas en relación a la luz ambiente.
  • Enfadado: orejas hacia atrás, bigotes hacia delante y ojos con pupilas cerradas.
  • Asustado: orejas agachadas y hacia los lados, bigotes retraídos y pupilas dilatadas. Si el animal pasa a la agresión/defensa abrirá la boca y se verán sus dientes.
  • Al acecho: orejas erguidas, bigotes hacia adelante y pupilas dilatadas.
  • Relajado: orejas levantadas y ojos entornados. El gato está feliz, a punto de dormirse, y seguramente ronroneará si lo acaricias.
Cómo se expresan los gatos

Por otra parte, durante un conflicto con otro animal, alzarán la cabeza si se sienten confiados y la bajarán si se muestran agresivos, sumisos o temerosos.

Entendiendo a los felis catus

Por si fuera poco, como para desmentir eso de la indiferencia gatuna, qué humano que los quiere bien no ha sido recibido con algarabía por estos bellos seres cuando regresa a casa.

Allí están los mininos corriendo hacia sus ‘dueños’ con la cola alzada, mientras emiten maullidos de bienvenida, se frotan contra las piernas y dan cabezazos o mordisquean suavemente al recién llegado.

Se trata de un despliegue comunicacional que poco tiene que ver con su fama de reservados y poco expresivos con aquellos que le dan cobijo. ¿No te parece? Es que está en nosotros aprender a interpretar sus distintos mensajes combinando las diversas señales corporales y sonoras que utilizan y el contexto en el que se encuentran.

Y es que quizá los gatos, gracias a su capacidad intuitiva y su gran inteligencia, se muestren distantes con aquellas personas que saben que nos los quieren o no les prestan atención. Como se dice por el sur de América, no les gusta “gastar pólvora en chimangos”.


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