¿Qué es la influenza equina?

La influenza equina es una patología extremadamente común en caballos, análoga a la gripe en el ser humano. Conoce aquí cómo detectarla y prevenirla.
¿Qué es la influenza equina?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 12 junio, 2021

El término influenza equina hace referencia a una enfermedad vírica muy contagiosa de las vías respiratorias altas en équidos. Su sintomatología se presenta en forma de toses, conjuntivitis, fiebre y descarga nasal, pero no suele desembocar en muerte. Curiosamente, se estima que el 100 % de los caballos que no hayan sido vacunados ni expuestos al virus se contagiarán en el algún momento.

De todas formas, aunque el ritmo de contagio sea alarmante, la tasa de mortalidad de esta infección no supera el 4 %. Dicho de otro modo, solo los potros y los caballos con un estado de salud delicado previo a la infección están en verdadero riesgo. Si quieres saber más sobre la influenza equina, sigue leyendo.

¿La influenza equina se debe a un virus?

La influenza equina recibe varios nombres a nivel veterinario, entre ellos horse flu o gripe equina. Puede que estos términos te suenen, pues también son aplicables en la medicina humana. No es para menos: el agente patógeno pertenece al grupo de los virus Influenza A, que también provocan enfermedad en personas, aves y otros mamíferos.

Tal y como indica el portal Sinobiologicalse estima que podrían existir 144 subtipos del virus Influenza A, aunque solo 2 de ellos parecen especializarse en infectar a caballos. Hasta ahora, se han detectado las cepas H7N7 (equine-1) y H3N8 (equine-2). De todas formas, se cree que el H7N7 podría haber desaparecido del entorno natural, pues lleva sin detectarse desde hace más de 20 años.

Así pues, el principal sospechoso en todos los casos de gripe en caballos es el subtipo H3N8. De todas formas, se sabe que este agente patógeno también puede infectar a pájaros, perros, gatos e incluso focas, según cuenta la BBC

El virus H3N8 es el causante principal de enfermedades respiratorias en todas las poblaciones de caballos del mundo.

Un caballo estornudando.

Características del virus

Estos microorganismos son muy simples, como todos los virus. Su información genética consiste en segmentos de ARN, a su vez protegidos del medio por una bicapa lipídica, que le da su forma al patógeno. Por su parte, los virus del tipo Influenza se categorizan en distintas variantes según las proteínas que expresen en su membrana.

Como los virus carecen de casi todas las características necesarias para ser considerados como células, rara vez se engloban en el grupo de seres vivos. Para poder replicarse a sí mismos, tienen que infiltrarse dentro de la célula de su hospedador, “secuestrar” su maquinaria replicativa y generar copias. Cuando los nuevos virus salen al entorno extracelular, la célula infectada muere (lisis).

La proteínas embebidas en la bicapa lipídica que protege al ARN suponen casi el 50 % de la masa del virus.

Síntomas de la influenza equina

Según el portal MSD Veterinary Manual el periodo de incubación dura de 1 a 3 días tras el contagio. Después de este intervalo de corta duración, suelen presentarse los siguientes síntomas:

  1. Fiebre alta, de hasta 41 °C.
  2. Descarga nasal serosa.
  3. Tos seca y fuerte.
  4. Debilidad general y peor desempeño de labores de trabajo.
  5. Dificultad para respirar (disnea).
  6. Dolor muscular y rigidez del aparato locomotor.

Los signos clínicos más evidentes duran muy poco —unos 2 o 3 días— en los caballos inmunocompetentes, pues son capaces de hacer frente a la infección de forma rápida y deshacerse de ella. De todas formas, como el virus invade la pared del epitelio respiratorio, se puede producir una destrucción local de algunas estructuras bronquiales. Por ello, a veces las toses perduran por unas semanas más.

Los caballos que están sanos se recuperan del todo en un periodo máximo de 3 semanas.

Posibles complicaciones

Debido a los daños provocados por la expansión y la replicación viral, el epitelio respiratorio suele tardar unos 21 días en sanar del todo. Durante esta etapa, los caballos serán proclives a infectarse por otros agentes patógenos oportunistas, así que pueden manifestar cuadros como neumonía, pleuroneumonía y bronquitis crónica. Por ello, lo mejor es dejar al equino descansar hasta que se recupere del todo.

¿Cómo se produce el contagio?

Tal y como indica la revista Frontiers of Microbiologyesta condición se transmite a través de gotículas, que pueden ser eyectadas por el animal enfermo durante una tos, un estornudo o un relincho. La efectividad de este virus radica en su resistencia, ya que puede transmitirse a través del aire en distancias de 1 a 2 kilómetros.

Además, el microorganismo permanece viable hasta 3 días fuera del hospedador. Cepillos, sillas, prendas de ropa de los cuidadores, pilas de heno, bebederos y todo material de la instalación pueden contener agentes patógenos. Si un caballo sano entra en contacto directo con cualquiera de estos elementos, se contagiará.

Diagnóstico de la influenza equina

Idealmente, es necesario llamar al veterinario cuando solo un caballo presente los signos clínicos citados. De todas formas, debido a la rapidez de contagio, seguramente gran parte de los integrantes del establo —o todos— se pongan enfermos a la vez. Esta situación es más que suficiente para sospechar de un brote de influenza equina.

El primer paso siempre es obtener muestras de las mucosas orales y nasales del animal. Estas muestras se llevan al laboratorio y, mediante técnicas de amplificación de información genética como la PCR—, se puede detectar el genoma del virus. Las pruebas de anticuerpos circulantes en sangre también son de gran utilidad para esta labor.

Tratamiento y prevención

Los caballos que no desarrollen signos clínicos graves no necesitan tratamiento específico, solo cuidados de soporte. De todas formas, lo ideal es que cada equino enfermo pueda permanecer 1 semana de reposo por cada día de fiebre —en general, 3 semanas—. Aquellos que tengan fiebre alta pueden ser tratados con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), siempre en las dosis especificadas por un veterinario.

Por otro lado, también puede ser necesario recetar antibióticos al animal, sobre todo si la fiebre dura más de 4 días y la secreción nasal se acompaña con soluciones purulentas. Así, se evitan infecciones secundarias que puedan poner en peligro la vida del equino enfermo.

Existen diversas vacunas en el mercado que le otorgan a los caballos inmunidad contra la influenza equina. Si es posible, realizar las vacunaciones es siempre la mejor opción.

Una veterinaria analizando a un caballo.

Una enfermedad muy común

Como hemos dicho al principio, hasta el 100 % de los caballos no vacunados se infectan por influenza equina en algún momento de su vida. Si bien la condición genera síntomas muy molestos, en 2 o 3 semanas la patología suele solucionarse por sí sola y el caballo volverá a su estado de salud previo. La tasa de mortalidad no supera el 4 %, así que no se trata de una condición letal.

De todas formas, hay que tener especial cuidado con los ejemplares inmunodeprimidos y los potros de la manada. Estos animales más débiles pueden desarrollar cuadros infecciosos mucho más severos, así que para protegerlos, la mejor opción es vacunar a todos los integrantes del establo.


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