Los peces suelen ser comedores voraces y siempre se abalanzan rápidamente cuando se esparce comida sobre el acuario. No verlos…
La importancia del pH en el acuario
El pH es un factor muy importante del acuario, pues los cambios bruscos pueden perjudicar seriamente la salud de las plantas y animales presentes en él.

Para garantizar el bienestar de los peces del acuario es necesario realizar un buen mantenimiento del mismo. Para ello, hay que tener en cuenta muchos factores distintos, como la temperatura, salinidad, dureza del agua o pH. Aquí te mostramos la importancia del pH en estos pequeños ecosistemas domésticos.
¿Qué es el pH del agua?
El pH es una variable que mide el nivel de acidez de una disolución, y está ligado a la concentración de iones de hidrógeno (H+). Existe una escala del pH que oscila entre los valores 0 y 14. El valor de pH 7 se corresponde con las sustancias neutras, como el agua pura.
Las sustancias ácidas son las que tienen un pH inferior a 7, y las básicas superior a 7.
El agua ronda valores neutros, pero por pequeña que pueda parecernos una diferencia de décimas, los efectos que tiene en las plantas y animales de un acuario un cambio de pH puede ser significativo.
¿Cómo medir el pH en el acuario?
A continuación te mostramos los métodos comerciales más efectivos para medir el pH del acuario:
- Medidor de pH o pHmetro. Este instrumento consta de dos electrodos, uno de referencia y otro sensible a los iones de hidrógeno. Esto genera una diferencia de potencial entre ambos electrodos y este valor es convertido a unidades de pH. Para empezar a utilizar el medidor de pH hay que calibrarlo primero antes de sumergirlo en el agua del acuario.
- Tiras de pH. Son menos precisas que el pHmetro pero son muy fáciles de utilizar y baratas. Se trata de una serie de tiras de papel que reaccionan con un color diferente dependiendo de la acidez o alcalinidad del agua.
¿Cuál es el pH ideal para el acuario?
El pH ideal varía en función de las especies que compongan el acuario. No existe un nivel estándar para todos los peces, aunque la mayoría puede mantenerse en un rango entre 5,5 – 8,0.
- La medida de pH recomendada para especies continentales está entre 6,5 y 8,5.
- Las especies amazónicas como los Guppy y Betta entre 6 y 7.
- Los peces de África oriental como los cíclidos africanos entre 7,5 y 8.
- Los Goldfish, la especie de pez más conocida por todo el mundo, prefieren aguas neutras de 7 a 7,5.
También existe un pH idóneo para las plantas del acuario. Por ejemplo, Ceratophyllum demersum o cola de zorro, un ejemplar muy utilizado en la acuariofilia, vive en unas condiciones de pH de 6,5 a 7, mientras que el Musgo de Java prefiere aguas ácidas por debajo de 7, aunque perdura en un rango amplio de pH, de 5 a 8.
El pH no es un parámetro fijo, pues puede variar según el tipo de sustrato, los restos de alimentos, la descomposición de las plantas, los desechos orgánicos de los peces, la temperatura, el nivel de CO2… A su vez, una variación del pH puede influir en otros parámetros como la dureza del agua.
¿Cómo afecta el pH a los peces?
Los peces tienen mecanismos fisiológicos para adaptarse a los cambios de pH (dentro de un pequeño margen). Cuando introducimos un nuevo pez en el acuario necesita un proceso de aclimatación previa.
La enzima anhidrasa carbónica contribuye a la regulación del pH del medio interno. Si la sangre está demasiado ácida, por ejemplo, por un exceso de CO2 en el medio, aumenta la tasa de iones de bicarbonato en plasma para compensar el desequilibrio del pH.
Por el contrario, la asimilación de CO2 y la eliminación de iones de bicarbonato contribuyen a disminuir el pH sanguíneo.
Esta capacidad de autorregulación está mucho más desarrollada en especies que viven en los extremos de los niveles de pH. Sin embargo, los peces marinos tropicales están adaptados a una mayor estabilidad del pH por la acción de los arrecifes, así que variaciones mínimas de este parámetro (hasta de 0,1) podría provocar síntomas de acidosis o alcalinosis:
- Acidosis. Ocurre por una bajada brusca del pH. El pez puede perder movilidad, apetito, aumentar la secreción de mucosa y sus branquias pueden cambiar de color. La hemoglobina puede verse afectada provocando que el animal no respire correctamente y se desoriente, boquee en la superficie o incluso si el cambio es muy extremo puede provocar la muerte del animal.
- Alcalinosis. Es menos común, pero es típico cuando los animales llegan a casa través de un servicio de transporte, pues la bolsa que los contiene al cabo de las horas puede alcalinizarse fácilmente. En este caso también podemos ver síntomas respiratorios, natación incoherente y palidez en la coloración.
Como hemos podido observar, el pH del agua es esencial en la supervivencia y bienestar de los peces del acuario. Realizar pruebas semanales de este parámetro será fundamental para tener un ecosistema acuático balanceado.
Graduada en Biología por la Universidad de Sevilla (2015). Especializada en comportamiento animal con un Máster en Etología Aplicada y Comportamiento Animal (Universidad Pablo de Olavide, 2016). Durante su especialización tuvo la oportunidad de trabajar con animales exóticos y estudiar de cerca comportamiento de una especie en peligro de extinción con el fin de contribuir a su cría y reintroducción en su proyecto fin de máster: Importancia del olor en el comportamiento reproductor y social en el visón europeo. Silvia ha tratado de primera mano con animales, desde tareas de laboratorio a quirófano gracias también a la experiencia en clínica veterinaria adquirida en el Curso Superior en Asistencia a la Atención en Centros Veterinarios, impartido por la escuela veterinaria de MasterD (2017). Actualmente es creadora de contenido para el centro veterinario donde completó su formación, además también colabora en otros blogs de fotografía y medio ambiente.