Hormigas de mandíbulas trampa: hábitat y características

Las hormigas de mandíbulas trampa usan el “olor” como una estrategia para inactivar sus mecanismos de ataque. De esta forma, cuando están con sus compañeras en el hormiguero no activan su mecanismo depredador.

Una hormiga de trampa.

Las hormigas son unos de los insectos mejor adaptados que existen, pues se pueden encontrar en casi todos los continentes del mundo. Aunque suelen ser bastante pequeñas, algunos ejemplares llegan a presentar increíbles mecanismos para cazar. Un ejemplo de ello son las hormigas de mandíbulas trampa, quienes tienen una boca que se acciona como un resorte poderoso.

Las hormigas que tienen estas estructuras bucales modificadas pertenecen al género Odontomachus. Dicho grupo forma parte de la subfamilia Ponerinae, en el que también se encuentran las hormigas gigantes del Amazonas y otras muchas más especies con potentes mandíbulas y aguijones. Sigue leyendo y conoce un poco más sobre estas asombrosas hormigas.

¿Dónde viven las hormigas de mandíbulas trampa?

Estas hormigas viven en las regiones tropicales de varios países, pero son mucho más diversas en Asia. Por lo tanto, prefieren habitar en los bosques templados donde existe gran cantidad de humedad y variedad de presas. Además, aprovechan los suelos húmedos, la hojarasca o las ramas de los árboles para instalar sus nidos.

¿Cómo son las hormigas de mandíbulas trampa?

Estas hormigas son de las más grandes que existen, pues tienen un tamaño de entre 4 y 20 milímetros de longitud. Al igual que otros muchos insectos, el cuerpo de estos ejemplares está dividido en 3 secciones diferentes: cabeza, tórax y abdomen. Las últimas 2 partes presentan la típica “cintura de avispa” como punto de unión, la cual es un rasgo distintivo de los himenópteros.

La característica principal de estos organismos son sus gigantescas mandíbulas dentadas en forma de pinza. Estos insectos las utilizan como si fueran un tipo de trampa, pues son capaces de cerrar esta estructura en apenas 0,1 microsegundos. Gracias a esto, cuentan con una veloz herramienta letal para cazar a sus presas.

Aunque no lo parezca, el mecanismo de esta estructura es bastante complejo, pues unos “pelos” sensitivos son los encargados de activar la trampa. Las hormigas abren sus enormes “pinzas” en 180 grados y esperan a que su presa toque dichos pelos. El movimiento de cierre es tan rápido que la víctima no puede reaccionar, lo que le asegura una cacería perfecta al depredador.

La hormiga más peligrosa del mundo podría pertenecer a este género.

Castas dentro de las hormigas de mandíbulas trampa

Como en la mayoría de los formícidos, las hormigas de mandíbulas trampa presentan varias castas dentro de su nido. Cada una de ellas exhibe diferentes características, pues se especializan en realizar ciertas tareas para la colonia. De hecho, se puede decir que cada individuo del hormiguero tiene un rol definido desde que nace:

  • Obreras: se encargan de cazar, recolectar comida y defender el nido, por lo que esta casta presenta las mandíbulas trampa. En algunas especies las obreras son capaces de poner huevos y sirven como reinas sustitutas cuando muere la matriarca principal.
  • Machos (alados o no alados): son los copuladores del hormiguero y se aparean con las reinas para poder fertilizarlas y que produzcan sus huevos fértiles. Esta casta nace de huevos no fértiles y solo está presente en la época reproductiva del hormiguero.
  • Reina (alada o no alada): es la reproductora principal del nido que se encarga de producir a todas las demás castas. En estas especies la reina también contribuye a recolectar comida y a cazar, por lo que llega a presentar las mandíbulas trampa.
  • Reinas no fecundadas o princesas vírgenes (aladas o no aladas): estas reinas son las encargadas de formar nuevas colonias, pero necesitan ser fecundadas por los machos y emigrar a un nuevo sitio. Esta casta solo está presente durante la época reproductiva del hormiguero.

¿Qué comen las hormigas de mandíbulas trampa?

Estos formícidos son considerados generalistas, pues son capaces de alimentarse de una gran variedad de organismos. Según un artículo publicado en la revista científica Annals of the Entomological Society of America, esta flexibilidad les permite adaptarse a los cambios estacionales del año.

En otras palabras, las hormigas cambian su dieta en cada temporada para asegurar que existan presas suficientes y no carecer de recursos. Gracias a ello, se alimentan de una gran variedad de artrópodos pequeños, frutas, semillas y néctar.

¿Cómo cazan?

Para empezar, las hormigas abren sus mandíbulas en 180 grados para activar su mecanismo. Una vez se fija la posición de su estructura bucal, comienzan a avanzar mientras exploran el terreno con sus antenas. Durante la cacería, los músculos de este insecto se mantienen listos para cerrar las pinzas, pero no lo hace hasta que los pelos de su mandíbula son estimulados.

Así, la hormiga se asegura de que la trampa se active solo cuando un insecto aparece frente ella. En caso contrario, el mecanismo se mantiene listo para actuar en cualquier momento. Todo esto no le garantiza la captura de su víctima, pues en pocos casos logra escapar. Si esto sucede la hormiga no se lastima, ya que su mandíbula se detiene antes de chocar contra su pieza análoga.

¿Existen otro tipo de hormigas con mandíbulas trampa?

A pesar de que parece una característica única, estas mandíbulas similares a trampas se encuentran presentes en otros grupos taxonómicos. Por esta razón, el género Odontomachus no es el único que puede contener hormigas de este estilo. Algunos ejemplos de esto son los siguientes géneros:

  • Anochetus: este grupo es el más cercano a Odontomachus y ambos pertenecen a la misma subfamilia (Ponerinae). De hecho, la única diferencia entre cada uno es la forma de su cabeza, pues las mandíbulas mantienen el mismo mecanismo, pero con ligeras distinciones poco perceptibles en su forma.
  • Myrmoteras: estos organismos presentan un mecanismo de mandíbulas trampa muy similar al de Anochetus y Odontomachus. Sin embargo, su grupo no se encuentra emparentado con ninguna de ellas. A diferencia de las anteriores, su mandíbula presenta dientes muy evidentes, mientras que el mecanismo se activa por medio de un “pelo” sensitivo largo que está justo en el centro.
  • Strumigenis: este grupo obtuvo sus mandíbulas trampa de manera independiente, pues no está relacionado con los taxones anteriores. Por esta razón, la estructura de su boca se asemeja más a unos “fórceps” médicos que a unas pinzas. Asimismo, el tamaño de la mandíbula suele ser más pequeño que el de las otras hormigas.

Las mandíbulas sirven para algo más que cazar

Aunque la función principal de las mandíbulas trampa es cazar, las hormigas han desarrollado estrategias para lograr utilizarlas de otros modos. Algunas utilidades que tiene esta increíble estructura son las siguientes:

  1. Cavar: gracias a que son bastante largas, la mandíbula funciona perfectamente como una pala, así que estos insectos pueden construir túneles en el hormiguero de manera rápida.
  2. Defensa: a pesar de que el enemigo no caiga en la trampa, la fuerza con la que se cierran las poderosas pinzas provoca una onda de choque que puede aventar lejos a los intrusos. De esta forma, utilizan la mandíbula como una pistola de aire que aleja a cualquier invasor.
  3. Huida: cuando la hormiga se encuentra en peligro inminente, utiliza esta potente pistola de aire a la inversa, ya que así logra saltar para alejarse de la amenaza.
  4. Cuidar huevos: aunque la estructura bucal suele ser capaz de destruir y cortar insectos completos, también se puede utilizar como una pinza delicada. Gracias a esto, las obreras son capaces de cuidar a los huevos de la colonia sin peligro de aplastarlos por accidente.

Depredadores que también son presas

Es probable que a simple vista estas hormigas puedan parecer invencibles, puesto que tienen en su poder una potente arma letal. No todo es tan fácil en la naturaleza, ya que incluso estos increíbles organismos tienen depredadores bien adaptados para cazarlos.

El cazador predilecto de algunas de estas especies se conoce como Formica archboldi, otra especie de hormiga que se camufla para atrapar a su presa. Para ello, utiliza el mismo “olor” de la hormiga de mandíbula trampa, con lo que es capaz de infiltrarse, ganarse su confianza y devorarla cuando se descuide.

Por si fuera poco, este depredador no solo termina con la vida de su confiada víctima, puesto que también utiliza las partes de su cuerpo para decorar su nido. A pesar de su apariencia feroz, las hormigas de mandíbulas trampa no pueden hacer mucho contra su increíble depredador.

Una hormiga Odontomachus monticola.

Las hormigas son unos de los insectos con más variedad a nivel morfológico, lo que las hace fascinantes. Las mandíbulas trampa no son la excepción, pues su gran velocidad y su fortaleza las convierten en armas sumamente letales. Al final, incluso los animales más pequeños pueden exhibir estructuras complejas y asombrosas.

Bibliografía

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