De forma increíble, un hombre arriesga su vida para salvar la de una loba moribunda y sus crías. Esto sucedió cuando se encontraba buscando oro en la isla Kupreanof de Alaska, junto al río Coho Creek.
Nunca se imaginó hacer algo como esto, pero sin pensarlo mucho tomó una decisión que le fue muy bien recompensada. ¡Continúa leyendo!
Así fue como el hombre arriesga su vida para salvar a la loba
Es obvio que antes de tomar la decisión, el hombre que arriesga su vida para salvar a una loba no sabía que ella estaba tan mal y creyó que era él quien estaba en un grave peligro. Sin embargo, al ver que ella estaba atrapada en una trampa y que al igual que él no comía hace mucho, supo que no había de qué preocuparse.
Aunque parecía que la loba que acababa de conocer se encontraba en su misma situación, tenía una agravante, sus pezones estaban llenos de leche, lo que significaba que acababa de ser madre y unos cachorros la necesitaban para vivir.
Sin saber si su buena voluntad sería bien recibida por parte de la loba, el hombre arriesga su vida para auxiliarla. Notó que había dejado unas huellas en el suelo, así que las siguió y encontró su guarida, al llegar allí imitó el maullido y vio cómo salían del lugar cuatro hermosos lobitos.
Allí encontró que estaban tan hambrientos que empezaron a chupar sus dedos. Sin dudarlo, los tomó con mucho cuidado, los metió en su bolso y los llevó con la madre. Ella reaccionó de una forma imaginada, empezó a gemir emocionada y a abrazarlos.
No solo reunió a la familia de lobos, alimentó a la madre
Aunque pudo retirarse tras reunir a la familia de lobos, el hombre siguió arriesgando su vida. Aunque la madre estaba agradecida, no confiaba del todo, así que se mostraba algo tímida. Sin embargo, él decidió hacer lo que estaba a su alcance y la alimentó. Sabía que de no hacerlo, ella moriría junto a sus bebés. Logró encontrar los restos de un ciervo recién muerto y se los llevó a la madre.
Pensando en su bienestar, este buen samaritano decidió acampar cerca del punto donde estaba amarrada la loba y sus pequeños. Él no la desató porque temía que lo atacara. Así, cada día le llevaba comida a la bella familia. Luego notó que la madre le meneaba la cola, tal vez como una señal de gratitud. Ante este comportamiento, decidió liberarla.
Fue en ese momento decisivo que ella se acercó y le lamió las manos. El hombre notó que la pata del animal había quedado muy mal, aun así hizo lo que pudo para indicarle a su salvador que la siguiera a su guarida. Allí se encontró con toda la familia de la loba rescatada, ella quería presentarle a los suyos en señal de confianza y agradecimiento.
Los nuevos amigos tuvieron que despedirse, pero no para siempre
Sin duda alguna esta es una historia asombrosa, no cualquier persona puede contar cómo se convierte en un amigo de una manada entera de lobos. En el momento en que el hombre tenía que irse, la loba emitió un aullido de despedida. En ese momento, ellos no sabían que el destino los llevaría a encontrarse nuevamente.
Cuatro años después de este encuentro, el hombre volvió a Coho Creek. Los recuerdos de ese bello momento llegaron a su mente cuando vio una trampa cerca al pantano. Era la misma que hace un tiempo lastimó a su amiga y que casi deja huérfanos a sus bebés.
Mientras se quedó allí mirando y recordando fue atacado por un oso pardo. No dudó en trepar a un árbol y sin pensarlo mucho, emitió un aullido de lobo. De la nada y cuando supuso que moriría en ese lugar, llegaron cuatro lobos con sus dientes afilados a defenderlo. Obligaron al oso a retirarse.
Uno de los lobos se quedó mirando fijamente al hombre y en ese momento él supo que era ella, su amiga, la madre de los cachorritos que él había rescatado años atrás. Tras este episodio, el hombre prometió no volver a ese lugar, pero se quedó con un lindo video en el que retrata lo ocurrido.