Hematomas en el perro

Los hematomas en un perro pueden recibir diferentes denominaciones, como petequias, equimosis y moretones, cada una con ciertas particularidades. Sin embargo, todas se identifican fácil por los cambios que provocan en la piel, pues suelen ser producidos por heridas que generan hemorragias bajo el área afectada.

Por lo común, los hematomas aparecen después de que el perro recibe algún golpe fuerte, tiene un accidente o se pelea con otros canes. No obstante, existen algunas condiciones médicas que también podrían propiciar su aparición, de manera que siempre es importante estar atentos a estos problemas. Sigue leyendo este espacio y conoce más sobre los hematomas del perro.

¿Qué es un hematoma?

Como se mencionaba, se conoce como hematoma a la acumulación de sangre debajo de la piel. Debido a que la dermis tiene cierta transparencia, a simple vista se pueden percibir como una zona morada, azul o roja, la cual se endurece y provoca dolor debido a la presión y la coagulación del líquido atrapado.

Los hematomas se originan cuando los vasos sanguíneos internos se rompen y la sangre se infiltran en el tejido dérmico. Esto puede ser causado por cosas tan simples como un golpe, pero también es posible que aparezcan por condiciones médicas peligrosas, como la trombocitopenia.

Lesiones parecidas a los hematomas

Existen varias lesiones similares a los hematomas que a veces se confunden entre sí. De manera estricta, se define como hematoma a un endurecimiento anormal de la piel causado por la acumulación de sangre, tal como lo menciona un artículo de la revista científica Enfermería Intensiva.

A pesar de lo anterior, varios problemas dérmicos pueden ocasionar signos clínicos parecidos a los del hematoma que se pueden confundir con facilidad. Como por ejemplo:

• Petequias: pequeños puntos rojos o morados, con tamaños menores a 10 milímetros de diámetro. Son ocasionadas por hemorragias leves y no suelen representar un problema de salud.
• Equimosis: manchas o parches con tonalidades rojizas o moradas y un tamaño mayor a 10 milímetros de diámetro. A diferencia de los hematomas, la piel no se percibe dura al tacto, ya que proviene de pequeñas hemorragias cercanas a la dermis.

¿En qué partes del cuerpo canino aparecen los hematomas?

Los hematomas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del perro, incluso cerca de los órganos. Por supuesto, la mayoría ocurren debajo de la piel (subdérmicos) y no constituyen un gran riesgo para la mascota. Aunque la gravedad de este tipo de lesiones varía según su origen y su localización.

La parte del cuerpo canino que tienden a presentar con mayor frecuencia hematomas es la región de la cabeza. Sobre todo en las orejas, pues esta zona se encuentra inervada por una vasta red de vasos sanguíneos que se pueden romper con facilidad. Además, al ser una estructura flexible separada de manera parcial del cuerpo principal, los movimientos bruscos son capaces de dañar su integridad.

Como menciona un artículo científico publicado en el Basrah Journal of Veterinary Research, los hematomas aurales (de las orejas) en los perros pueden aparecer por cosas tan simples como una sacudida violenta de la cabeza o el rascado intenso. No obstante, esto depende mucho del tamaño de las orejas de la raza, pues mientras sean cortas es menos probable que estos movimientos dañen los vasos sanguíneos.

Hematomas en perros de orejas largas

En los casos de razas de perros con orejas largas, los hematomas en esa parte de su cuerpo son una dolencia grave. Este tipo de perros son más propensos a padecer estos cardenales, debido a que el movimiento de su cabeza puede provocar impactos fuertes que romperán los vasos capilares. Un rascado sencillo o las sacudidas comunes pueden ocasionar estos hematomas.

Hay que tener en cuenta diferentes recomendaciones para este tipo de dolencias frecuentes en dichas razas de perros. Por ejemplo: vigilar el baño y los paseos bajo la lluvia, evitar las peleas entre canes y erradicar los parásitos.  Además, hay que localizar cuanto antes los hematomas en las orejas para empezar el tratamiento oportuno.

Otras causas de los hematomas

Como vemos, el impacto de las orejas no es el único motivo de los moretones y hematomas. También pueden ser consecuencia de una pelea entre perros, en la que nuestra mascota reciba un mordisco en su pabellón auricular.

Otras veces, los parásitos externos como garrapatas pueden ser la causa de los molestos y poco saludables hematomas en las orejas del perro. Este tipo de parásitos muerden la piel de la mascota para chupar su sangre, por lo que rompen los vasos sanguíneos.

La protección a nuestra mascota de estos parásitos externos es uno de los factores más importantes para evitar hematomas. Es preciso elegir un producto antiparasitario eficaz en el formato más adecuado, para utilizarlo con la frecuencia necesaria.

¿Cómo se pueden detectar los hematomas en el perro?

Uno de los momentos adecuados para detectar este tipo de dolencias es el aseo o la higiene. Debemos vigilar cualquier inflamación, moretón o alguna anomalía en el pabellón auditivo. La parte exterior de este conducto debe tener una tonalidad rosada pálida, si existe otro color en la zona, lo mejor será acudir con un profesional para que determine si es o no un hematoma.

Otra forma de detectarlos a tiempo es por medio de las visitas rutinarias al veterinario, ya que en la revisión física se podría visualizar la presencia de hematomas. Es necesario tener en cuenta que los profesionales son más perceptivos a los problemas de la mascota. Además, los análisis clínicos como la química sanguínea también podrían desvelar problemas con el can.

¿Qué se tiene que hacer si mi perro tiene un hematoma?

Si detectas un posible hematoma en la piel de tu perro, la recomendación más acertada es acudir de inmediato con un especialista. Es crucial recordar que este tipo de lesiones no suelen conllevar un riesgo inmediato para la mascota, pero es preferible acudir a revisión para descartar cualquier anomalía.

El veterinario analizará un historial detallado de la salud del perro, incluyendo el comienzo de los síntomas. A continuación, realizará un examen físico completo, buscando específicamente la presencia del hematoma. Después, intentará buscar el origen de la lesión, para lo cual se podría requerir exámenes de laboratorio, como: hemograma (conteos sanguíneos), perfil bioquímico y urianálisis.

Los llamados «conteos sanguíneos» pueden revelar la existencia de trombocitopenia, una enfermedad de la sangre que suele ocasionar hemorragias internas. Esto se debe a que carece de plaquetas, las cuales son células esenciales para la coagulación de la sangre. Cuando no existen suficientes, el cuerpo es incapaz de sellar las rupturas de los vasos sanguíneos.

¿Qué tratamientos puede llevarse a cabo con los hematomas?

Aunque no existe un tratamiento específico para los hematomas, es posible que se necesiten administrar antibióticos y otros productos como la prednisona para evitar el riesgo de infecciones. Un pequeño hematoma puede curarse sin tratamiento, pero la medicación —siempre que sea recetada por un veterinario— evitará que cualquier tipo de infección se propague.

En los supuestos más graves, nuestra mascota puede necesitar ser hospitalizada para intervenirla, hidratarla o realizar una transfusión sanguínea. Claro está, son raros los casos que llegan hasta este extremo, pero un mal manejo del hematoma puede complicar el pronóstico general.

Como menciona la North American Veterinary Conference, el hematoma de un perro se puede curar mediante la extracción de la sangre acumulada en el área afectada. Para ello, el especialista anestesia a la mascota y procede a efectuar incisiones que drenen la sangre.

Es posible que el hematoma vuelva a formarse una vez que la sangre ha sido drenada, así que el proceso deberá repetirse varias veces. Sin embargo, en estos casos también se prioriza buscar la causa que origina el problema para corregirla a la brevedad.

Otra solución es la aplicación de un drenaje permanente en la zona afectada de nuestro perro para extraer la sangre acumulada con regularidad. Dejar el drenaje en el oído del perro durante varias semanas es necesario para obtener buenos resultados.

Pronóstico

Con un buen seguimiento y con la atención adecuada, los hematomas en el perro no suponen una amenaza para su vida o para su salud. A pesar de ello, es posible que el veterinario encuentre algunos problemas complejos adicionales a esta lesión, los cuales necesitarán abordarse de manera independiente. Esto último no es frecuente, pero se debe ser consciente de los riesgos que existen.

Recuerda que no es bueno subestimar las lesiones o los cambios extraños que ocurran en el cuerpo de la mascota. Al menor indicio de una anomalía, acude de inmediato con tu veterinario de confianza. De esta manera, podrás asegurar la salud de tu compañero y evitarle molestias o dolores innecesarios.