El alimoche: hábitat, características y curiosidades

El alimoche, o también conocido como buitre egipcio, es un ave de apariencia peculiar endémica de África, Europa e India. A pesar de que era una especie bastante común en España, en la actualidad su población ha sufrido demasiadas bajas por el uso de veneno en los animales.

El nombre científico de esta especie es Neophron percnopterus. Pertenece a la familia Accipitridae, la cual se caracteriza por contener a gran parte de las aves rapaces diurnas como águilas, halcones y buitres. Sigue leyendo este espacio y descubre más sobre el alimoche.

Hábitat y distribución

Aunque la distribución natural del alimoche se restringe al sur de Europa, Asia y al norte de África, existen algunas poblaciones aisladas en las islas Canarias y en Cape Verde. Frecuenta las zonas montañosas y rocosas con acantilados de gran profundidad. Sin embargo, se pueden adaptar a otras zonas diferentes con la única condición de que su hábitat esté despejado y no existan poblaciones humanas.

Características del alimoche

Contrario a lo que se observa con otras aves rapaces, el alimoche es un ejemplar de tamaño mediano con pocos rasgos de depredador. En promedio, mide alrededor de 60 centímetros de largo y poco más de 160 centímetros de envergadura. Exhibe un rostro amarillo que le hace lucir como si portara una máscara, además de un plumaje blanco con algunas regiones color crema, cafés y negras.

Otra gran diferencia entre el alimoche y las demás aves rapaces es su peculiar pico curvado, el cual termina en punta y no tiene la función de desgarrar la carne de sus presas. De hecho, los ejemplares utilizan su pico para seleccionar su comida o capturar pequeños insectos.

Alimentación

Al igual que otros buitres, la dieta del alimoche se basa en el consumo de cuerpos en descomposición (carroña). No obstante, debido a que su tamaño es bastante inferior a las demás aves de su tipo, suele ser el último en acercarse a comer los restos. Por ello, selecciona de manera minuciosa las partes más nutritivas de su presa y continua con su búsqueda para eficientar su alimentación.

Si bien es cierto que la mayor parte del tiempo es carroñero, esta ave también es capaz de cazar y matar a algunos animales pequeños heridos o enfermos. El único problema de esto es que el alimoche es incapaz de despedazar el cadáver, por lo que necesita que lleguen otras aves carroñeras a terminar el trabajo.

En algunos casos, el alimoche opta por buscar comida en basureros y vertederos para facilitar su alimentación. Incluso es capaz de ingerir los excrementos del ganado doméstico. De esta manera aprovecha la materia orgánica en descomposición sin tener que esperar a que otras aves lo ayuden, lo cual le ahorra trabajo y le da más alternativas para su dieta.

Comportamiento

Debido a que el alimoche precisa de que existan otras aves rapaces en su ambiente para poder alimentarse bien, tiende a vivir cerca de especies similares. Por ello, es posible observarlo convivir en grupos o en solitario, según la disponibilidad de recursos que exista en su hábitat.

Algunos ejemplares exhiben diferentes vuelos de advertencia para proteger a sus nidos de la presencia de depredadores. Sin embargo, esto solo lo hacen durante la época de reproducción, pues en otras temporadas son más tolerantes a la presencia de diferentes especies animales.

Reproducción

El alimoche es un ave monógama que elige a una sola pareja para toda su vida. Se reproduce una vez al año y la época de apareamiento varía según la región en la que habita, aunque por lo común se lleva a cabo entre los meses de marzo y mayo.

Cuando los ejemplares alcanzan su madurez sexual, el macho comienza a cortejar a la hembra por medio de demostraciones de vuelo con varios descensos en picada. Esto le sirve para llamar la atención de su posible pareja y demostrar sus habilidades físicas. En caso de que la hembra acepte, procederá a sujetar las garras del macho durante su descenso y volarán juntos unos momentos para establecer su relación.

Por lo común, los alimoches anidan sobre los acantilados y los valles rocosos, lo cual los protege de algunos depredadores habituales en su hábitat. Además, utilizan los restos del pelo de animales, ramas y huesos para construir su nido. Gracias a ello, las crías se mantendrán bastante calientes y protegidas a pesar de que se encuentren en las alturas.

Las hembras ponen en promedio dos huevos por temporada y su incubación dura cerca de 45 días. Una vez que los polluelos nacen, la madre se encargará de su cuidado mientras el macho les proveerá alimento y vigilará el territorio cercano. Estas crías dejarán el nido a los 3 meses de edad y se volverán independientes a los 4 meses.

Problemas con la población del alimoche

Se cree que existen entre 10 000 y 100 000 ejemplares de alimoche en la actualidad, aunque su población parece disminuir de manera constante. La principal causa de este problema es la caza indiscriminada y el uso de pesticidas ilegales, lo que ha ocasionado que en varias zonas de España y Portugal se vuelva una especie poco común.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha clasificado al alimoche como una especie en peligro de extinción. Por ello, varios países han emprendido acciones para intentar conocer y subsanar el riesgo que enfrenta esta ave. Aún es muy pronto para saber si estas medidas funcionarán, pero sin ellas es claro que esta hermosa ave estaría destinada a la extinción.