Curiosidades sobre la visión de las moscas
Si alguna vez te han mostrado alguna fotografía aumentada de los ojos de estos insectos, es muy posible que te hayas preguntado cómo es la visión de las moscas, ya que estos órganos están muy alejados de lo que conocemos sobre nuestra propia especie. De hecho, el ojo de una mosca tiene el aspecto de un pequeño panal brillante, no se mueve y no serías capaz de averiguar qué es lo que está mirando a cada momento.
Estas dudas se resuelven estudiando a las moscas y a las características de su visión. De hecho, estos pequeños animales tienen cosas fascinantes que contar si se les presta la debida atención. No te pierdas nada de lo que viene a continuación, pues te dejará con la boca abierta. Comenzamos.
Características de las moscas
Las moscas forman parte de la familia Muscidae. Su cuerpo se encuentra dividido en tagmas o segmentos corporales: la cabeza, el tórax y el abdomen. Su órgano bucal, por otro lado, está formado por una serie de apéndices que varían en función de la alimentación de cada especie.
Como buenos insectos, las moscas poseen 6 patas insertadas en el tórax, con sus respectivas almohadillas. Estas últimas les sirven para adherirse a cualquier superficie, esté en el ángulo que esté (por eso puedes verlas muchas veces pegadas al techo).
Además, estos invertebrados poseen filamentos sensitivos por toda la superficie de su cuerpo, lo que les permite oler y saborear las zonas por las que caminan. Efectivamente, cuando las moscas corretean encima de tu comida, le están dando un tiento al alimento, a ver si les gusta.
Aunque algunas especies son ovovivíparas, lo habitual es que las hembras pongan los huevos cerca o dentro de materia orgánica en descomposición. Las moscas pasan por 4 fases en su desarrollo que son el huevo, la larva, la pupa y el adulto.
Curiosidades sobre los ojos de las moscas
Vamos a la cuestión que nos ocupa. Puesto que las moscas son, en su mayoría, insectos descomponedores, no necesitan cazar, ni encontrar las mejores flores para libar, ni ver en la oscuridad, entre otras cosas. Es decir, como en cualquier otra especie, sus órganos sensoriales serán un indicador claro de su modo de vida, pues funcionan exactamente para lo que necesita la mosca, sobrevivir a ataques de depredadores y encontrar comida. Vamos, pues, a verlos en detalle.
1. Poseen 2 tipos de ojos diferentes
Si alguna vez has visto una imagen ampliada de los ojos de una mosca, es fácil ver que están fragmentados, como se comentaba al principio. Más en concreto, se puede decir que estos insectos poseen 2 ojos compuestos por unidades receptivas, llamadas omatidios, de forma hexagonal. Cada unidad cuenta con una lente (córnea) y una capa de células fotorreceptoras, los bastones.
En algunas especies de moscas también se encuentran asociados a la vista los ocelos (ojos simples en la zona dorsal de la cabeza), encargados solamente de percibir diferentes intensidades lumínicas. Así, estas moscas percibirían la cantidad de luz con los ocelos y el movimiento, las formas y los colores con los omatidios.
2. Los ojos de las moscas carecen de pupilas
Las moscas no poseen pupilas, por lo que no pueden regular la cantidad de luz que llega a la retina. Por tanto, no son capaces de enfocar una imagen hasta que se sitúa a la distancia correcta de sus ojos.
¿Alguna vez una mosca te ha ignorado hasta que has estado a escasos milímetros de ella? Pues se debe a que no podía verte bien hasta que te has aproximado lo suficiente.
3. Ojos compuestos, depende de la función
Existen 2 tipos de ojos compuestos según las necesidades de la visión de las moscas. Son los siguientes:
- De aposición: cada omatidio fija fragmentos de una imagen, que posteriormente se integrarán en el cerebro de la mosca. La resolución de la visión aumenta con el tamaño del animal.
- De superposición: por lo general, aquí cada omatidio capta imágenes totales del entorno que se superponen a la hora de integrarlas.
4. No ven en 360º
Aunque lo pueda parecer cuando te acercas a ellas por su espalda, las moscas no tienen una amplitud visual de 360 grados, pero están cerca. Solo tienes que observar la forma esférica de sus ojos, ya que es difícil que algún omatidio no apunte en tu dirección. Aun con su imperfección, es imposible para nosotros encontrar su punto ciego, pues son demasiado pequeñas.
5. La visión de las moscas no es nítida
Por otro lado, en lo que se refiere a la nitidez y la diferenciación de los colores y las formas, la vista de estos insectos no está muy desarrollada. Puesto que su comida normalmente está muerta o simplemente inmóvil, las moscas no tienen necesidad de desarrollar la percepción de movimiento.
6. Las moscas y la percepción del tiempo
El último detalle sobre la visión de las moscas es realmente impactante. Según estudios, la captación de los intervalos temporales podría estar relacionada con el tamaño del animal y con su tasa metabólica. Las moscas, comparadas con el humano en este sentido, verían pasar el tiempo mucho más lentamente.
A menor tamaño del animal, más destellos de imágenes capta la retina por segundo. Concretamente, los humanos registran 60 destellos por segundo y las moscas una friolera de 250, incluso 400 en algunas especies.
Como ves, las moscas son fascinantes en lo que se refiere a su visión, tan alejada de la nuestra y tan imposible de imaginar con acierto. Por eso, cuando agarres el matamoscas, dale una segunda pensada a todo lo que podrías estar aprendiendo sobre ellas.
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