Cuidados para conejos recién nacidos

Saber atender a la madre es una parte fundamental en el cuidado de los conejos recién nacidos o gazapos, pues es ella quien los alimenta y les da el calor para que su temperatura sea la adecuada.
Cuidados para conejos recién nacidos
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 agosto, 2021

Tener un conejito como animal de compañía es algo adorable, pero a la vez son animales que requieren muchos cuidados, sobre todo cuando son pequeños. Durante su primer mes de vida, los conejos recién nacidos o gazapos necesitan abundante atención, por lo que es aconsejable no sacarlos al exterior. 

Después de este primer mes, su crecimiento se acelera bastante hasta los 7 u 8 meses, tiempo en el que se estabilizan. Si tienes conejos recién nacidos a tu cargo, aquí podrás conocer cómo cuidarlos a ellos y a su madre para brindarles el comienzo de una vida saludable y llena de amor. 

Parto y reproducción en conejos

Las conejas alcanzan la madurez sexual entres los 3 y 9 meses de edad. Según expertos, solo basta con tocar la panza de la hembra preñada para sentir los pequeños bultos que confirman los futuros conejos recién nacidos apenas 10 o 12 días después del apareamiento. El embarazo puede durar entre 28 y 33 días y sus crías son entre 1 a 5 por parto. 

Los conejos recién nacidos o gazapos pesan entre 35 y 45 gramos. No tienen pelos y son ciegos, pero a partir del quinto día empieza a aparecer un pelaje fijo y sus ojos comienzan a abrirse a partir del décimo día.

Cuidados de la coneja madre

Lo primero que debes hacer, cuentan profesionales en el tema, es separar al padre (o a cualquier macho) de la madre. Puedes aprovechar este momento para castrarlo, mientras la mamá cría a los bebés.

Los machos probablemente no lastimarán a los bebés, pero pueden volver a embarazar a la madre muy pronto, incluso el mismo día que da a luz. Además, no solo existe la posibilidad de volver a fecundarla, pues también lo podrán intentar con sus hijas tan pronto como maduren a nivel sexual. 

Otro asunto a tener en cuenta es que las conejas alimentan a sus crías una o dos veces al día y solo lo hacen cuando se sienten seguras, en general justo antes del amanecer o justo después del anochecer. Sin embargo, s i los humanos están reunidos alrededor de la jaula todo el rato, la madre puede acumular demasiado estrés como para amamantar a los bebés.

Por ende, es recomendable que les proporciones un lugar tranquilo y que les des su espacio a la madre y los gazapos. 

La alimentación de la madre también es muy importante, pues para que ella produzca un buen suministro de leche es fundamental que se le alimente de manera adecuada. Afirman páginas especializadas que para esto puedes darle mucha agua fresca, comida para conejos y sus verduras favoritas.

Existen muchos cuidados para los conejos recién nacidos y su madre.

Preparación del nido para los conejos recién nacidos

Si los bebés están dispersos, tienen frío y no se ven llenitos, la madre necesita ayuda para hacer un nido adecuado. Ten en cuenta que es necesario calentar a las crías antes de intentar cualquier otra cosa. 

Es importante que recuerdes que ningún bebé mamífero puede digerir correctamente los alimentos si su temperatura corporal está por debajo de lo normal. En caso de que estén fríos, calienta a los bebés de la siguiente manera: 

  • Coloca una botella llena de agua tibia en una caja pequeña de cualquier tipo. 
  • Cubre la caja con toallas limpias y coloca la botella debajo de las toallas. 
  • Haz un pequeño espacio dentro de la caja y pon a los bebés dentro de este nido de calentamiento temporal.

Asegúrate de que los bebés no estén en contacto directo con la botella de agua tibia, porque puede estar demasiado caliente para ellos. Verifica también que las toallas no tengan agujeros y no estén deshilachadas, pues los hilos pueden cortar la piel de los conejos recién nacidos, ahorcarlos o lastimarlos. 

El nido oficial

Mientras los gazapos están en este nido provisional, prepara otro para la madre en el que se sienta segura cuando regresen sus bebés. Este será el nido oficial. Para ello, consigue una caja de cartón o madera un poco más grande que la madre (pero no mucho más, porque los conejitos pueden volver a separarse de su progenitora). 

Los gazapos se pueden colocar en el nido oficial tan pronto como su temperatura corporal se sienta caliente al tacto. Solo calienta a los bebés si han estado dispersos, pero si están acurrucados en un buen sitio para anidar, déjalos tranquilos, excepto para verificar si se han alimentado.

La caja del nido debe tener una entrada en el centro de uno de sus lados (suficientemente grande para la mamá coneja). También se recomienda que cuente con un borde de una pulgada por encima del piso para que los bebés se mantengan en la caja hasta que sea el momento de salir a explorar el mundo. 

Coloca dentro del nido un puñado grande de paja, pasto o heno. Una vez rellenada, puedes poner la caja en una esquina de la jaula de la coneja, pero asegúrate especialmente de que no esté en el extremo que ella usa como baño. 

Verifica también que el césped no contenga pesticidas ni fertilizantes. Retíralo y reemplázalo cada 3 o 4 días, ya que puede empaparse de orina. La jaula de la mamá conejo y los bebés puede estar en una habitación pequeña, cálida y silenciosa.

Alimentación y crecimiento

A menudo se cree que la madre coneja no está alimentando a los bebés porque casi nunca se le ve con ellos. Sin embargo, este es un comportamiento normal para un conejo doméstico (o salvaje), pues la especie no alimenta a sus crías de la misma manera que los perros y los gatos.

Los conejos domésticos conservan algunas de las huellas genéticas de sus ancestros salvajes europeos, animales cazados por otros en la naturaleza. Las madres intuyen instintivamente que quedarse con sus crías llama la atención de un depredador hacia el nido, pues los conejos adultos tienen olor fuerte, mientras que los bebés no.

Por ello, la mayoría de las madres conejas no se meten en el nido (o caja) para vigilar a sus bebés durante el día, sino que lo hacen desde una distancia segura. 

Un bebé bien alimentado tendrá una pequeña barriguita. Si su estómago está lleno, la mamá lo está alimentando. Si no ha comido, tendrá la barriga hundida, su piel se arrugará por la deshidratación y su respuesta al ser manipulado será débil. Es probable que los conejitos que estén dispersos por el nido no hayan sido alimentados, así que asegúrate de que estén calientes primero.

¿Qué puedo hacer si la mamá no está alimentando a los conejos recién nacidos?

Si ves que los bebés están débiles o deshidratados, lo mejor que puedes hacer es buscar una intervención veterinaria. Si estás seguro de que la mamá no está alimentando a los conejos recién nacidos, examínala en busca de signos de lactancia. 

Para esto, sostenla de forma suave en posición vertical o boca abajo en tu regazo y revisa sus pezones. Deben sentirse ligeramente hinchados y es probable que la madre se haya quitado una gran cantidad de pelo del pecho y el estómago no solo para hacer su nido, sino también para exponer mejor los pezones a los bebés, lo cual es una buena señal.

Haz una leve presión en un movimiento de ordeño para liberar una pequeña cantidad de leche o un líquido claro. Devuelve la madre a los bebés y dale su espacio para que se calme y se familiarice con ellos. Examina los gazapos al día siguiente para asegurarte de que estén siendo alimentados. 

Al veterinario

Si crees necesario examinar a los bebés todos los días para verificar que estén siendo alimentados, acaricia primero a la mamá conejo para ayudar a cubrir los olores humanos y evita usar perfumes fuertes al manipular a los gazapos. Es mejor manipularles lo menos posible hasta que tengan la edad suficiente para dejar el nido por sí solos.

Si la madre no está amamantando y no ha quitado parte de su pelaje para poner en el nido y descubrir sus pezones, llévala de forma inmediata a un veterinario con experiencia en conejos. Probablemente, el profesional le dará una pequeña dosis de oxitocina, un medicamento que estimulará las glándulas mamarias y por ende debe amamantar en las próximas 24 horas.

Ten en cuenta que la oxitocina solo funcionará en menos de 48 horas después del parto. Debes estar muy pendiente, porque algunas madres comienzan a alimentar a sus hijos en la noche del primer día o en la mañana del segundo. 

Unas crías de conejos ejemplificadas en una foto.

Ahora que conoces estos consejos para cuidar a los conejitos y a su madre, recuerda que darles mucho amor es una atención fundamental. No los manipules si no es necesario y respeta el espacio de la coneja para que pueda sentirse tranquila y así disfrutar de sus bebés.


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