Con el paso de los años, los sentidos de las mascotas se van deteriorando, con la vista y el oído como los más afectados. Aunque pensemos que tener un perro ciego es un problema, la verdad es que su vida puede seguir casi de la misma manera si tenemos en cuenta ciertas cuestiones, como no colocar objetos que puedan entorpecer su paso. En este artículo te damos consejos para su cuidado.
Recomendaciones para tener un perro ciego
Por supuesto que no es lo mismo tener un perro que se ha quedado ciego por la edad o una enfermedad a que el animal haya nacido con esa condición. Tampoco es igual que viva en casa desde pequeño a que haya llegado recientemente.
En cualquier caso, es fundamental que nos aseguremos de ofrecerle todo lo que necesita y que sus días sean lo más tranquilos y cómodos posibles. Presta atención a estos consejos para tener un perro ciego:
1. No lo sobreprotejas
Una de las primeras reacciones de los dueños cuando su mascota es ciega es querer protegerle de todo mal, sin darse cuenta de que en muchos casos esa actitud es negativa. Aunque el animal no vea, igualmente puede seguir viviendo feliz y ser autosuficiente.
Los perros no son conscientes de su nuevo ‘estado’ y se adaptan al desarrollar los demás sentidos. A su vez, no tenemos que olvidar que el olfato y el oído son muy usados por ellos ante cualquier situación.
Por lo tanto, permite que se desarrolle, que juegue, que investigue, que duerma donde quiera… Porque para él la vida sigue siendo la misma, salvo por un ‘detalle’: la ceguera.
2. Haz pequeños cambios en casa
Siguiendo con el consejo anterior, no es recomendable que reestructures la ubicación de todos los muebles para evitar que el animal se tropiece con alguno. No olvides que el perro ha vivido mucho tiempo en ese ambiente y podría decirse que ‘se conoce de memoria’ cada silla, mesa o cama que hay.
Por supuesto que debemos prestar atención y quitar del medio aquellos objetos que puedan ser peligrosos para su salud, pero todo lo demás tendría que quedar en el mismo sitio. Trata de mantener el orden y la limpieza siempre y, si tienes escaleras, deberás protegerlas o cerrarlas de forma tal que tu mascota no se caiga.
3. Deja sus cosas en el mismo lugar
Los perros necesitan una rutina, sean ciegos o no, ya que de esta manera son más tranquilos y obedientes. Por eso, no debes cambiarle de sitio sus efectos personales: cama, comedero, recipiente para el agua, juguetes, etc. Esto llevará a que se acostumbre y se oriente más en la casa.
Además, sería bueno que juegues con él tal como está habituado: por ejemplo, cuando regresas del trabajo o mientras riegas las plantas. Recuerda que el animal no entiende lo que le ha pasado y para él todo sigue igual, así que no permitas que se deprima por falta de cariño, atención o diversión.
4. Llévalo al parque
Uno de los errores comunes entre los dueños de perros ciegos es no sacarles nunca de casa, al temer por su seguridad. Sin embargo, es muy importante que un animal en esa condición tenga contacto con otros en un parque o espacio al aire libre.
A su vez, las salidas son ideales para que cambie de ambiente, libere energías, se entretenga y, sobre todo, sea feliz. Para evitar cualquier inconveniente llévale con correa y presta atención al cruzar la calle. Tú serás su lazarillo, su guía y sus ojos en todo momento.
5. Estimula sus otros sentidos
Tener un perro ciego es, sin duda, todo un desafío y quizás en ciertos momentos no sepas cómo actuar. Para que tu mascota no dependa tanto de ti sería bueno que le enseñaras a utilizar más el olfato y el oído. Al desarrollar aún más ambos sentidos no notará la diferencia entre el presente y el pasado.
Ofrécele objetos con tu aroma, deja que se acueste en sus propias mantas, háblale fuerte y claro, y antes de tocarle tendrás que demostrarle que estás cerca (así no se asusta). Algunas personas llevan algún accesorio que hace ruido para alertar al animal de su presencia.