¿Cómo manejar el estrés en los perros?

Es imposible evitar que los perros sufran de estrés en su vida cotidiana. Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ayudar a mitigar su efecto en la salud canina.
¿Cómo manejar el estrés en los perros?
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 14 julio, 2023

Al igual que los humanos, los perros experimentan varios episodios de estrés a lo largo de su vida, los cuales se deben manejar de manera adecuada para evitar conflictos. Si no se atienden con cuidado, pueden desarrollar problemas de conducta o inestabilidad emocional.

El estrés en los perros es un tema serio y delicado al que se le debe dar prioridad en el hogar. Aunque es común y muchas veces no representa un riesgo inmediato para la familia, es mejor aprender a controlarlo y ayudar a la mascota a lidiar con él. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo manejarlo de la forma más adecuada.

¿Qué es el estrés en los perros?

Contrario a la creencia popular, el estrés es en realidad un mecanismo biológico de defensa que le permite al organismo prepararse para enfrentar una situación de peligro. Durante este fenómeno, el cuerpo produce varios tipos de hormonas (como cortisol o adrenalina) que activan el sistema de lucha o huida, cuyo objetivo es asegurar la supervivencia del can.

Cuando el estrés aparece en momentos adecuados como la respuesta a una agresión o la defensa de un ser querido, se le denomina «estrés bueno». Esto se debe a que cumple con su función normal en el organismo y protege la integridad del ejemplar. Por el contrario, si se hace presente de manera intensa, por un período prolongado o por estímulos inofensivos para el perro, se le considera «estrés malo» o distrés.



 

¿Por qué el estrés se puede volver malo?

Como se mencionaba, el estrés fuerza la activación de varios sistemas y procesos metabólicos que ponen en alerta a todo el cuerpo. A pesar de que esto es necesario para superar situaciones difíciles o complicadas, también produce un desgaste constante en el organismo.

Cuando los eventos de estrés son esporádicos, el daño que sufre el cuerpo no es significativo ni peligroso. No obstante, si se padece de distrés, la activación innecesaria del metabolismo ocasiona consecuencias severas tanto físicas como psicológicas.

El estrés malo mantiene al organismo tenso y alerta en todo momento, lo que requiere de mucha energía y un cambio en el comportamiento general de los animales. Aunque en un principio este estado permanece estable, conforme pasa el tiempo pierde su eficiencia, desgasta el metabolismo y altera la percepción.

¿Qué pasa si un perro padece distrés?

Según un artículo publicado en la revista de la asociación mexicana de médicos veterinarios especialistas en pequeñas especies, el estrés malo o crónico modifica de forma clara el comportamiento habitual de los perros y su reacción a diferentes estímulos. Entre los principales signos de que un perro parece distrés se encuentran los siguientes:

  • Huida ante eventos inofensivos: trata de escapar o se esconde de situaciones que le atemoricen o lo incomoden.
  • Agresiones sin medida: gruñe, ladra, bufa o ataca a lo que le provoca estrés (personas, perros u objetos).
  • Parálisis: la mascota entra en un estado de sorpresa que lo inmoviliza o le impide moverse rápido.
  • Nervios o ansiedad: los canes actúan agitados, se lamen el hocico, bostezan de forma repetida, rascan el suelo o se sacuden sin motivo aparente.

Es importante recalcar que la gravedad de los signos de estrés en los perros aumenta conforme pasa el tiempo. En los casos más complicados, los ejemplares son incapaces de interactuar con otras personas o canes de manera saludable, pues sus conductas nerviosas o agresivas resultan peligrosas para la convivencia.

¿Cómo se pueden manejar los eventos de estrés en los perros?

Existen muchos factores ambientales que pueden generar estrés en los canes. Por ello, es mejor aprender a manejar la situación de estrés para evitar escenarios riesgosos y evitar exponer la salud de la familia y los perros. Algunas recomendaciones para lograrlo se listan a continuación:

  • Mantente tranquilo: los perros son bastante perceptivos y se estresan cuando detectan que su tutor está nervioso o preocupado. Así que en la medida de lo posible, trata de controlar tus emociones para evitar que afecten a tu compañero.
  • Dale órdenes sencillas y recompénsalo: la tensión que generan los momentos estresantes provoca que las emociones del can se desborden y actúen por impulso. Para tranquilizarlo, se puede redirigir su atención a órdenes sencillas como sentarse o acostarse, las cuales lo distraen lo suficiente y lo ayudan a enfocarse de nuevo.
  • No lo obligues a interactuar: esto ocasiona que se estrese y aumenta la tensión del momento. Existen métodos de desensibilización para lograr que acepte experimentar ciertas situaciones, pero deben ser llevadas a cabo con la guía de un profesional.
  • Atiende las señales de advertencia de tu perro: todos los canes usan su lenguaje corporal para indicar si algo les desagrada, les molesta o no están cómodos. Siempre que percibas alguna de ellas, aléjalo de la fuente de estrés y trata de distraerlos.
Un perro en estado de estrés mirando a la cámara.

¿Cómo ayudarle al perro a manejar el estrés por su cuenta?

A pesar de las recomendaciones anteriores, no siempre es posible evitar las situaciones estresantes o controlar a la mascota para reducir su tensión. Debido a esto, también es necesario priorizar estrategias que le ayuden al perro a manejar el estrés por su cuenta. Es decir, que sean más resilientes y que no reaccionen de forma inadecuada en dichas situaciones. Algunos consejos que te ayudarán son los siguientes:

  1. Ofrécele a tu mascota diferentes estímulos ambientales: el estrés puede aparecer por el temor que tiene el perro de enfrentarse a situaciones o estímulos nuevos. Estos efectos disminuyen si se acostumbra a lidiar con este tipo de interacciones con antelación.
  2. Hazlo ejercitarse con regularidad: el ejercicio tranquiliza la mente del can y estabiliza sus emociones.
  3. Socializa a tu mascota desde pequeño: esto significa que conviva con personas y animales diferentes. Esto logrará que se habitúe a los cambios y a la presencia de extraños.
  4. Ofrécele una buena nutrición: está de más decir que una mala dieta ocasiona estrés metabólico que lo hace susceptible de padecer enfermedades y lo hace sentirse inestable.
  5. Adecua un espacio seguro y especial para tu mascota: este sitio debe ser un refugio en el que se sienta tranquilo y a salvo de cualquier problema. De esta forma, sabrá a dónde correr si se estresa demasiado o requiere un respiro, lo que evita problemas como agresiones.
  6. Adiéstralo bien: el entrenamiento canino es esencial para controlar el comportamiento de la mascota y corregirla cuando es necesario. Además de que ciertas órdenes ayudan a tranquilizar a algunos perros estresados.
  7. Entiende el origen del estrés: cada factor estresante se maneja de diferente manera según su origen y el efecto que ocasionen en el can. Sin embargo, es obligatorio contar con la ayuda de un profesional en etología canina y un veterinario para formular un tratamiento efectivo.


Recomendaciones finales

Como te puedes dar cuenta, para manejar el estrés en los perros se necesita tener en mente una serie de estrategias adecuadas y adaptadas a cada ejemplar. Es crucial recalcar que estas recomendaciones no son un tratamiento para corregir el distrés canino, sino una forma de sobrellevarlo y disminuir sus efectos perjudiciales.

Si la conducta de tu mascota es muy reactiva o agresiva, es preferible considerar acudir con un profesional para atender la situación a la brevedad. Recuerda que este tipo de problemas también perjudican la salud del perro a largo plazo, así que no lo expongas y ofrécele la atención que necesita. Mientras actúes a tiempo, ten por seguro que la convivencia mejorará con el tiempo y se fortalecerá la relación con tu mascota.


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