Colonias para perros: ¿a favor o en contra?
En torno a las colonias para perros y otro tipo de perfumes en nuestro can hay diferentes opiniones. En unos casos los especialistas afirman que no hay ningún riesgo de originar daños en el animal. Según otras opiniones, no es buena idea y lo mejor es que la mascota huela a eso, a perro.
Las colonias caninas entraron en el mercado español hace unos 20 años. Estos productos han ido formando parte del “proceso de humanización” de muchos perros que conviven con personas en el ámbito urbano.
Los precios de las colonias y perfumes caninos son muy variados, según el fabricante y la marca. El envase más frecuente entre los dueños de perros españoles tiene una capacidad de 150 mililitros y cuesta entre 10 y 18 euros.
Colonias para perros sin alcohol
Lo más usual es que las colonias y perfumes para perros no contengan alcohol, así se evita que la piel del can se reseque. Y por ello no provocan alergia en los caninos sanos.
Las colonias caninas aportan aromas similares a los perfumes humanos y tienen propiedades desodorantes. En los casos en que el uso sea moderado, no hay riesgos. Pero si se produce una utilización abusiva, puede llegar a enmascararse el olor de algunas enfermedades. No olvidemos que la colonia no es ninguna necesidad para el perro, sino más bien una cuestión de sus dueños, para que el animal huela bien.
La correcta aplicación
Las colonias para perros se aplican de forma sencilla, evitando en todo momento el contacto con nariz, ojos y genitales del can, así como en las zonas en que no haya pelo. Su uso correcto se produce tras el baño, con el fin de que el pelaje esté limpio y los efectos del perfume sean más duraderos. No es positivo el uso diario.
Pautas para evitar el mal olor en nuestra mascota
- El baño. Debe producirse desde una vez a la semana hasta una vez al mes, en función de la edad, raza y tamaño del animal. Un champú específico también consigue buenos resultados. Otra opción es utilizar un champú con aroma, para que deje un olor agradable a nuestro can y no sea precisa la colonia.
- Si nuestro amigo nos acompaña en un paseo bajo la lluvia y vuelve a casa mojado, esto acentúa su olor canino y nos parecerá que huele muy mal. Por ello, al llegar a casa, hay que proceder a secar bien para que desaparezca el aroma desagradable.
- Las orejas y la boca son dos partes susceptibles de oler mal si no están bien limpias. Si están aseadas y siguen oliendo mal, tendremos que buscar sobre su pelaje por si hubiera algún punto de infección, hongos o cualquier alteración de la piel que también suelen producir muy mal olor.
Perfumes y colonias para perros caseras
Hay muchas recetas de colonias para perros que pueden realizarse en casas de una forma natural y con mayor seguridad para el can. Entre los ingredientes o elementos que podemos usar está el agua tibia, un atomizador para aplicar, extracto de vainilla, esencia de lavanda, aceite de coco, etc.
La utilización de agua de colonia para perros con fragancias frutales naturales, especialmente creadas para ellos, aportará tras el baño un olor fresco y un intenso efecto desodorante muy agradable, respetando la piel y las propiedades olfativas del can al no contener nada de alcohol.
Algunos inconvenientes
Los detractores de la idea de utilizar colonias para perros alegan diferentes ideas para desaconsejar el uso de estos productos en los canes:
- El olor fuerte a perfume puede llegar a modificar el estado de ánimo del perro. No es cómodo para ellos percibir un olor tan fuerte.
- El sentido del olfato de nuestros amigos peludos está muy desarrollado y un olor fuerte puede dañarlo.
- La sensación que nuestro amigo tendrá a causa de este olor tan molesto para él puede llevarlo a determinadas conductas poco higiénicas, como es el caso de revolcarse en el jardín, tierra, etc.
- Una colonia agresiva puede causar irritación en la piel de nuestro amigo, incluso dermatitis.
- Un olor fuerte también puede llegar a influir en las relaciones de nuestro perro con otros, que lo notarán extraño cuando se acerquen a él, además del desconcierto producido por la identificación de si es macho o hembra, etc.
