Características del antílope tibetano

El antílope tibetano o chirú es un mamífero con grandes cuernos que vive en las mesetas y estepas de Asia; es tan famoso en este continente que fue elegido como mascota de unos Juegos Olímpicos
Características del antílope tibetano

Escrito por Yamila

Última actualización: 12 agosto, 2019

También conocido como ‘chirú’, el antílope tibetano es un mamífero que habita en Asia. Bastante famoso en su tierra, incluso fue elegido como mascota para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Localización y características

Se trata de una especie endémica de la meseta tibetana: se puede encontrar en estepas alpinas de entre 3200 y 5500 metros sobre el nivel del mar. Le gustan los terrenos abiertos y con escasa vegetación, por lo cual puede ser hallada también al norte de India y en ciertas regiones de China y Nepal.

Su nombre científico es Pantholops Hodgsonii y pertenece a la familia de los antílopes. De tamaño mediano, los machos pueden alcanzar los 85 centímetros de altura y pesar unos 40 kilos (las hembras son 10 centímetros más pequeñas y casi 15 kilos más livianas).

En esta especie existe un marcado dimorfismo sexual, ya que los ejemplares masculinos presentan además cuernos y líneas de color negro en las patas. La cornamenta es curvada hacia atrás y puede alcanzar los 60 centímetros y, a diferencia de los caprinos, no crecen toda la vida. Los machos usan sus cuernos para demostrar poderío en los meses de reproducción.

En ambos sexos el pelaje es marrón rojizo con vientre blanco, grueso y lanudo. El rostro es casi por completo negro y, durante la época invernal, en los machos es más marcado, ya que su cuerpo se vuelve más pálido.

Comportamiento y reproducción del antílope tibetano

En cuanto a su alimentación, el antílope tibetano basa su dieta en pastizales, hierbas y juncos. En invierno debe cavar en la nieve para conseguir comida, ya que es bastante escasa.

Pantholops Hodgsonii

Es un animal gregario, lo que quiere decir que se agrupa en rebaños de cientos de ejemplares al momento de desplazarse de un lado al otro en busca de mejores pastos para comer. Pero, generalmente, conforma grupos más pequeños, de unos 20 individuos.

Son animales muy tímidos y veloces, pueden alcanzar los 80km/h cuando escapan de un depredador, en su mayoría lobos, linces, leopardos de las nieves y zorros rojos.

Las hembras pueden caminar hasta 300 kilómetros por año para dar a luz, mientras se alejan del grupo y de los machos. Luego se reincorporan al rebaño a finales del otoño.

En lo relativo a su reproducción, la época de celo es de noviembre a diciembre. Cada macho forma un ‘harén’ de unas 12 hembras como máximo –cuatro suele ser el número habitual de ‘concubinas’– y se encarga de expulsar a los demás machos, a través de ciertas ‘exhibiciones’ con la cabeza.

En última instancia, los machos usan los cuernos para demostrar su poderío. Por ejemplo, si otro ejemplar es demasiado insistente y se queda en la zona del harén.

Las hembras dan a luz un solo ternero por camada. El parto se produce entre junio y julio, ya que la gestación dura seis meses aproximadamente. Los bebés pueden levantarse en sus cuatro patas a los 15 minutos de nacidos y se mantienen al lado de la madre durante un año (machos) o año y medio (hembras).

Chirú

Al segundo o tercer año de vida alcanzan la madurez sexual. Si bien no se sabe cuántos años viven, se estima que pueden subsistir durante 10 años.

Situación del antílope tibetano

El ‘duende del altiplano’, como se lo llama cariñosamente entre la población local, es una especie protegida en China e incluso existen tres reservas naturales cuyo objetivo es conservarla.

La cantidad de ejemplares descendió en los años 90 debido a la caza furtiva –la lana de antílope es valorada por su capacidad de abrigar en el crudo invierno– y la falta de alimento, ya que cada vez deben esconderse más de los humanos.

Por este motivo, el gobierno chino ha tomado medidas y, gracias a la ayuda de voluntarios, poco a poco la población del antílope tibetano está aumentando. Incluso la especie ha dejado de estar en peligro de extinción: en la actualidad se cataloga como ‘casi amenazada’.


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