Antiinflamatorios en perros y gatos: riesgo mortal

Los efectos secundarios de los fármacos que se recetan a canes y felinos pueden llevar a lesiones en órganos e incluso a la muerte por intoxicación, que puede ser prácticamente inmediata o a las 18 a 36 horas tras la ingesta

Tumor en perros y gatos

Los antiinflamatorios son fármacos que se recetan en perros y gatos, con el propósito de disminuir la inflamación y el dolor. Generalmente son asociados a enfermedades osteoarticulares como la artrosis y la artritis, entre otras enfermedades articulares que son habituales sobre todo en mascotas adultas.

¿Cuándo debemos suministrar antiinflamatorios a perros y gatos? Analizando los riesgos que se pueden derivar, los medicamentos siempre se toman –en personas y animales– bajo prescripción facultativa.

Clasificación y algunos riesgos a considerar

Los antiinflamatorios se dividen en dos grupos: los no esteroideos como la aspirina, y los esteroideos como el paracetamol. Si bien los esteroideos son los más problemáticos en mascotas debido a que contienen corticoide, también sus efectos son los más poderosos y conocidos por los humanos.

Por el grado de peligrosidad de estos antiinflamatorios en perros y gatos, es necesario que su suministro sea siempre aprobado por el veterinario. Como hemos visto, medicar a las mascotas sin una recomendación médica podría generar daños irreversibles.

La aspirina, por ejemplo, es causa de muerte en gatos aunque sea una sola pastilla; es más potente en los perros que en los humanos por el hecho de que en los caninos su eliminación es más lenta.

Perro y gato en el veterinario

Hay que tener en cuenta que la prescripción de este medicamento debe ser en todos los casos individualizada; se recomienda también adjuntar la historia clínica al veterinario encargado de recetar el fármaco. También es recomendable realizar en la mascota un análisis de sangre y orina, antes y durante el tratamiento, para poder controlar los posibles efectos negativos.

Efectos secundarios de los antiinflamatorios en perros y gatos

Los antiinflamatorios en perros y gatos pueden causar efectos secundarios; en muchas ocasiones, el grado de toxicidad que les produce precipita la muerte en ambos.

Para algunas razas caninas como la del border collie y otros pastores, la muerte es casi instantánea debido a problemas de incompatibilidad de su organismo con las drogas del fármaco esteroide.

Border collie

Peculiaridades de los efectos en perros y en gatos

Sí bien algunos de los síntomas secundarios de los antiinflamatorios en perros y gatos son compartidos, también es importante reconocer sus particularidades con el fin de detectar los signos de alerta en cada uno.

En los perros, por ejemplo, los síntomas más conocidos de los efectos secundarios son: el decaimiento progresivo, la presencia de restos de sangre en orina y materia fecal, vómitos, dolores abdominales, pérdida de apetito, aceleración del ritmo cardíaco, úlceras intestinales e incluso la muerte.

En los gatos puede detectarse la aparición de enfermedades como la anorexia, hipotermia, depresión, debilidad, aparición de mucosa de color oscuro, salivación y vómitos; a tener muy en cuenta la aparición de edemas en cara y garras.

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En los casos graves debemos estar muy atentos, porque estos síntomas son seguidos de un estado de coma y posterior muerte entre las 18 a 36 horas de producida la ingesta de los fármacos.

Cuando la toxicidad que sufre la mascota por el medicamento es alta, además del riesgo de muerte, pueden producirse lesiones en sus órganos.  Tales son los casos del desarrollo de insuficiencias hepáticas y renales que pueden verse por la presencia del color amarillo en piel, encías y ojos, así como signos de deshidratación, aumento de la sed y micción.

Precauciones, medidas preventivas y cuidados

Salvo prescripción contraria del médico veterinario, los antiinflamatorios no pueden ser tomados en combinación con otros corticoides. Asimismo, es aconsejable darle el suministro después de cada comida, con el fin de que la droga pueda ser absorbida por el cuerpo sin provocar daños. Durante el tratamiento hay que proveer a las mascotas de agua fresca todo el día para evitar un cuadro de deshidratación.

El final del tratamiento

Cuando el tratamiento llega a su fin, es importante la forma en que se retira el medicamento una vez suministrado. Una retirada repentina en vez de gradual podría generar una disminución brusca del cortisol, que cause una crisis suprarrenal con síntomas como: debilidad, fatiga, vómitos, pérdida de apetito y dificultad para respirar.

Del mismo modo, una vez realizado el suministro de los antiinflamatorios en perros y gatos se debe observar los síntomas de las siguientes horas. Un cambio en el comportamiento del animal es indicativo de la presencia de alguna anomalía. Llegado ese caso, debe interrumpir el tratamiento y dirigirse de inmediato al veterinario.

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