Si de pronto un olor feo se esparce por el hogar familiar y todos empiezan a mirarse entre sí buscando un culpable, el responsable puede ser también tu peludo. Pero claro, como lo toma como el hecho natural que es, no se siente avergonzado como nos suele suceder a los humanos y expulsa la ventosidad sin complejos donde quiera que se encuentre. Hoy te contamos cómo tratar el problema de gases malolientes en perros.
Principales causas de las ventosidades caninas
Ten en cuenta que el tema de las flatulencias en los canes puede llegar a ser grave si no intentas resolverlo. Es que, además del olor desagradable, es altamente probable que el animal llegue a sufrir molestias intestinales y, en casos extremos, una torsión gástrica que puede llegar a provocarle la muerte.
Las causas que provocan gases malolientes en perros son variadas. Entre ellas:
- El tipo de alimentación que recibe. Es que algunos alimentos pueden favorecer una digestión lenta y pesada, sobre todo los que tienen exceso de carbohidratos y de fibra.
- Que el animal coma demasiado rápido, lo que provoca que ingiera mucho aire, propiciando la acumulación de gases en su estómago. Esta situación suele darse en hogares donde hay más de un perro. Entonces, por temor a que sus congéneres le quiten su porción, el can se apresura a comerla.
- Algunas patologías respiratorias y hepáticas y la presencia de parásitos intestinales.
Más allá del olor desagradable que provocan, las flatulencias en los perros deben ser tratadas para evitar inconvenientes mayores en la salud de la mascota.
Otras razones que provocan gases malolientes en perros
Otros motivos que pueden influir para que un can sufra gases pueden ser:
- El estilo de vida que lleva. Las mascotas sedentarias, que no desarrollan demasiada actividad física, tienen tendencia a padecer ventosidades. Si el peludo está atravesando una situación de estrés, también es factible que tenga gases.
- La edad del animal. Por ejemplo, los cachorros tienen una tendencia mayor a sufrir de gases, ya que son muy ansiosos al momento de ingerir su alimento. Y las dificultades respiratorias en perros ancianos favorecen también la formación de flatulencias.
- La raza. En el caso de los perros braquicéfalos –los de hocico cortos, como el Bulldog o el Carlino– la mala mordida que tienen provoca que no mastiquen bien la comida, propiciando que traguen más aire.
Cómo solucionar el tema de la flatulencia en canes
Para prevenir los gases malolientes en perros, entonces, debemos proveerle un pienso de buena calidad que contribuya a facilitar la digestión.
Para los canes braquicéfalos también hay balanceados específicos, diseñados para que los animales se vean obligados a masticar durante más tiempo y así absorber menos aire.
Pero si prefieres darle una dieta casera a tu peludo, consulta al veterinario o a un especialista en nutrición animal, para que te informe sobre cómo proporcionarle una alimentación que no favorezca la formación de flatulencias.
Más opciones para prevenir los gases malolientes en perros
Te detallamos otras medidas que puedes tomar para contribuir a resolver las ventosidades caninas:
- Comederos especiales para evitar que el peludo ingiera con demasiada rapidez su comida.
- Si tienes más de un peludo, dales la comida por separado. Comer solos les quitará ansiedades e ingerirán más lentamente su alimento.
- Distribuye su ración diaria en varias tomas.
- Incrementa su actividad física con paseos más frecuentes o más largos, o con más juegos.
Qué hacer si el problema de las ventosidades caninas persiste
Si de todas formas las flatulencias persisten e incluso aumentan en intensidad y notas que el animal presenta molestias o dolores abdominales, es probable que la causa se encuentre en alguna intolerancia alimentaria o en alguna enfermedad que habrá que determinar.
En estos circunstancias, no demores en darle intervención al veterinario para evitar inconvenientes mayores en la salud de tu peludo. El profesional buscará los motivos que originan el problema y te indicará los tratamientos adecuados según el diagnóstico.
En cualquier caso, recuerda no regañar a tu amigo de cuatro patas si expulsa un gas, por más maloliente que sea.