El pato es un ave bastante sociable y con temperamento pacífico que se acopla bien a convivir con otros animales. Además, su pico y sus patas le dan una apariencia vistosa. Por esta razón, suele ser el objetivo de los amantes de las aves y se le llega a mantener como mascota de corral.
La especie se denomina de manera formal como Anas platyrhynchos domesticus, la cual pertenece a la familia Anatidae. Aunque existen varias especies a las que se les llama patos o ánades, esta es la más frecuente como mascota. Sin embargo, no siempre es correcto mantenerlos en cautiverio. Así que antes de adquirir a este animal, descubre todo acerca de él en este espacio.
¿Cómo son los patos domésticos?
Los patos domésticos miden entre 70 y 76 centímetros de longitud, con pesos de entre 3.5 y 4 kilogramos en promedio. Se caracterizan por poseer un hermoso plumaje blanco que contrasta con sus picos y patas anaranjadas. Además, cada pluma de su cuerpo está impregnada por un aceite hidrofóbico que lo ayuda a flotar sobre el agua. Es gracias a esta característica que tiene una asombrosa habilidad para nadar.
La especie tiene una maravillosa capacidad de sociabilización, por lo que adoran pasar tiempo con sus congéneres. De hecho, otros tipos de patos y ánades son reconocidos por tener patrones de migración en parvadas. Dentro de estos grupos sociales se suelen cuidar bastante e incluso se protegen si alguno queda malherido.
Es cierto que las características de los patos los hacen parecer increíbles como mascotas. Sin embargo, se necesitan tener ciertas consideraciones para evitar que su calidad de vida disminuya. Aunque esta especie se encuentra domesticada y adaptada para la vida en cautiverio, esto no significa que cualquier espacio sea adecuado para ellos.
¿Es bueno tener a los patos como mascotas?
No existe ningún impedimento para que las personas puedan adoptar a un pato como mascota. De hecho, son bastante comunes como animales de corral y la mayoría son criados para la producción de carne, plumas y huevos. A nivel internacional, los patos tienen una gran importancia como fuente de alimento y como sustento económico, por lo que su crianza se ha fomentado durante años.
Los patos pueden llegar a ser una buena elección como mascotas, pero debe existir un gran compromiso por parte de los tutores para garantizar su calidad de vida. Tener a un animal de compañía no es una tarea sencilla y no cualquiera es capaz de hacerse responsable. Por ello, antes de adoptar a un pato, se necesitan conocer a fondo sus necesidades esenciales.
Los patos necesitan un espacio adecuado
Como podrás darte cuenta, esta hermosa ave necesita cumplir con ciertos aspectos que le permitan desarrollarse de manera sana. Algunas de las características que necesita cumplir su hogar son las siguientes:
- Amplio. El sitio donde vivirán los patos debe ser lo más amplio posible y con áreas verdes. Al igual que otras mascotas, estas aves necesitan caminar para ejercitarse, por lo que mientras más grande sea su hogar, mejor se adaptarán.
- Acceso a un cuerpo de agua. Los patos son aves semiacuáticas que adoran nadar en estanques, de modo que es necesario darles acceso a un cuerpo de agua. Una pequeña piscina en donde puedan dar algunas vueltas o un pozo largo son una excelente opción.
- Cercado. El sitio donde vivan los patos debe estar cercado para su protección, pues solo así podrán explorar y disfrutar el aire libre sin preocupación. Además, esto permite que las aves no puedan escaparse tan fácil de su hogar.
- Área techada y cubierta (gallinero). La cerca cubre parte de las necesidades de los patos, pero aún necesitan una pequeña zona de protección en donde puedan estar seguros. Recuerda que los patos deben vivir al aire libre, por lo que es difícil protegerlos de otros animales. Por ello, es bueno tener un área techada y cubierta para evitar que algún depredador los ataque.
Alimentación de los patos
La dieta del pato se basa en una gran variedad de alimentos como semillas, frutas y verduras. Sin embargo, también llegan a consumir algunas fuentes de proteína como insectos, gusanos, caracoles, peces y piensos comerciales. Aunque lo ideal sería intentar retomar la alimentación omnívora de esta especie, el proceso de domesticación ha provocado que se acople a la comida procesada tipo pellets.
Cabe resaltar que los piensos comerciales son un tipo de alimento que se enfoca a la producción, por lo que harán engordar bastante a los patos. Esto significa que una buena dieta combina a la comida procesada con diferentes raciones de frutas, verduras y semillas. La siguiente lista es solo un ejemplo de lo que pueden comer estas aves:
- Avena.
- Arroz.
- Maíz.
- Trigo.
- Frijoles.
- Girasol.
- Coliflor.
- Zanahoria.
- Pimientos.
- Pepino.
- Lechuga.
- Alfalfa.
- Uvas.
- Manzana.
- Durazno.
- Melón.
- Sandía.
- Plátano.
- Pera.
De hecho, no existe necesidad de racionar la comida para los patos, pues ellos solo consumen lo que necesitan. Esto significa que no precisan de vigilancia en cuanto a la cantidad de su dieta. Sin embargo, es obligatorio que toda su dieta sea lo más diversa posible para evitar problemas nutricionales.
La higiene es esencial
Uno de los mayores problemas que existen cuando se tienen patos como mascotas son sus heces, pues hacen sus necesidades de manera continua y ensucian rápido su casa. Es crucial mantener sus espacios limpios para evitar que parásitos, bacterias u hongos infecten a las aves. De lo contrario, la calidad de vida será pésima e incluso los tutores pueden llegar a ser afectados.
Recuerda que los cuerpos de agua también se ensuciarán con el paso del tiempo, de modo que necesitarás limpiarlos al menor indicio de turbidez. Los patos tienden a contagiarse de varias enfermedades peligrosas con facilidad. Así que la higiene es un factor esencial si se les quiere dar la mejor calidad de vida posible.
No es para todos
Como te podrás dar cuenta, los patos domésticos no son la mascota ideal para todos, ya que conllevan un gran compromiso y bastante paciencia para cumplir con sus cuidados. Es cierto que su plumaje y su comportamiento los convierten en un ave doméstica grandiosa, pero podrían llegar a sufrir demasiado si alguna de sus necesidades no es cubierta.
Cada ejemplar de esta especie puede llegar a vivir poco más de diez años y necesitan compañía desde el primer momento. Por lo tanto, los retos para mantener su higiene se incrementan y no todos los tutores logran responsabilizarse. Así que antes de adquirir a estos bellos animales como mascotas, piensa bien si tienes el tiempo, el espacio y los recursos para cuidarlos como se merecen.
Bibliografía
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