Las mascotas no están exentas de lastimarse, incluso en el ambiente hogareño. Por eso es importante tener a mano un botiquín de primeros auxilios también para ellas y, sobre todo, saber cómo actuar si sufren un accidente o algún otro tipo de urgencia médica. Hoy te contamos cómo debes proceder para curar una quemadura en perros o gatos.
Causas más comunes de quemaduras en perros y gatos
Los animales de compañía pueden sufrir quemaduras por motivos diversos. Los más comunes son:
- Que les caiga aceite o agua hirviendo accidentalmente en la cocina.
- Que tengan una excesiva exposición al sol en heridas quirúrgicas.
- Por caminar sobre los rescoldos de una hoguera.
- Por electrocución.
- Por contacto con determinados productos químicos.
Ten en cuenta que, al igual que con los humanos, las quemaduras en caninos y felinos domésticos se clasifican en primer, segundo y tercer grado, de acuerdo al tamaño y profundidad de la lesión. Y, de más está decir que cuanto más rápido se asista al animalito, mayores son las posibilidades de una pronta y total recuperación.
Es importante que sepas cómo curar una quemadura en animales domésticos. Brindarle a tu mascota estos primeros auxilios antes de llevarla al veterinario contribuirá sin duda a una mejor y pronta recuperación.
Primer paso para curar una quemadura: temperatura y limpieza
El primer paso para curar una quemadura en perros o gatos es bajar de inmediato la temperatura de la zona afectada y proceder a higienizarla. ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo?
Debes aplicar gran cantidad de agua fría sobre la piel quemada. Puedes utilizar una gasa limpia y humedecida para hacerlo. Pero ni se te ocurra frotar la quemadura. Debes mojar la herida de manera muy suave. Así lograrás quitar la piel muerta y también los restos de la sustancia que provocó la lesión.
Tampoco, bajo ningún concepto, emplees hielo. Lo único que conseguirás es agravar la situación a causa del frío extremo.
Segundo paso: desinfectar la quemadura
Una vez que la quemadura fue debidamente limpiada, hay que aplicar un ungüento o pomada con antibiótico con el objetivo de evitar que se produzca una infección. De esta manera también contribuimos a la necesaria hidratación de la piel quemada.
Si no cuentas con este tipo de elemento en tu hogar, puedes suplantarlo por un poco de miel, que es un producto natural con grandes propiedades antisépticas.
Para lograr que la pomada o la miel cubran bien la quemadura, es conveniente que, con extremo cuidado, recortes bien el pelo de tu mascota que cubre y rodea a la zona afectada. En caso de que no puedas realizarlo por el movimiento del perro, también puedes utilizar una pinza o un clip
Tercer paso: vendar la herida e ir al veterinario
Con el propósito de prevenir una infección, a causa de los mosquitos u otros insectos, debes proceder a vendar la quemadura. Asegúrate de utilizar una gasa limpia y cubre suavemente y sin presionar la piel afectada de tu amigo peludo. También es conveniente que le pongas a tu mascota un collar isabelino para asegurarte de que no se quite el vendaje ni se lame la herida.
Una vez concluidos estos primeros auxilios, es hora de llevar al animalito al veterinario para determinar los pasos a seguir, aun cuando creas que la quemadura no es de gravedad.
Deja que sea el facultativo el que evalúe si debe desinfectar mejor la zona afectada o retirar mayor cantidad de piel muerta y proceder a algún tratamiento específico. O quizá determine que fueron suficientes los primeros auxilios que le brindaste a tu minino o a tu perro, y solo te dará indicaciones de cómo tratar la quemadura en tu hogar hasta su curación definitiva.
Pronóstico de las quemaduras
Como te podrás imaginar, el pronóstico de la quemadura depende de la gravedad y la amplitud de la herida. Las más superficiales sanan bastante rápido e incluso sin necesidad de tratamiento. Aunque esto no significa que se pueda evitar la visita al veterinario.
En el caso de las quemaduras de segundo grado, también suelen sanar bien y no existen muchas complicaciones, pero se necesitan cuidados y atenciones especiales. Las más problemáticas son las de tercer grado, pues son demasiado serías y los perros tienen muchas dificultades para recuperarse.
De manera general, los 3 factores principales que influyen en la recuperación de la mascota son: el grado de la quemadura, la amplitud de la herida y la salud general del perro. Ten en cuenta que la asistencia veterinaria no asegura que sobreviva, de modo que es mejor optar por la prevención.
Cómo evitar que tu mascota sufra quemaduras
De todas formas, como siempre es mejor prevenir que curar una quemadura, lo ideal es tratar de evitar que las mascotas sufran este y otros tipos de accidentes domésticos. Por eso es conveniente que:
- Mantengas a tu mascota alejada de la cocina cuando estés cocinando.
- Evites los cables a la vista.
- Cuides que tu perro o tu gato no se exponga demasiado tiempo al sol, sobre todo si tiene una herida en proceso de cicatrización.
Y ten muy en cuenta que estos cuidados deben extremarse en el caso de que tu perro o tu gato sea aún un cachorro. Recuerda que estos eventos son demasiado dolorosos, así que no los pongas en riesgo.
Bibliografía
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- Becerril, A. (2020) Diseño y desarrollo de protector de heridas en entorno veterinario. (Tesis de grado, Universidad Politécnica de Madrid)