Mordidas de amor en gatos: ¿qué significan?

Las mordidas de amor en gatos no suelen interpretarse precisamente como una señal de cariño. Aprende aquí qué significan y cómo reaccionar ante ellas.
Mordidas de amor en gatos: ¿qué significan?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 02 enero, 2022

No es raro sorprenderse por un mordisco repentino mientras se acaricia un gato. Muchos tutores llaman a esto “mordidas de amor”, pues no suelen hacer brotar la sangre. Sin embargo, para la mayoría de personas sigue siendo un misterio este cambio de actitud repentino.

Pero, ¿realmente hay un cambio de humor en el felino? ¿Es una agresión ese mordisco? En este artículo tienes las respuestas a estos interrogantes. Conocer esta parte del comportamiento de los gatos es realmente útil para aprender a convivir con ellos, así que no te lo pierdas.

¿Qué son las mordidas de amor?

Las mordidas de amor o, atendiendo a su otra denominación, las agresiones inducidas por caricias, son mordiscos que da el gato de forma repentina y en un contexto de socialización con su tutor. Por lo general, sucede tras una sesión de caricias y mimos en tono relajado, a veces incluso con el felino descansando encima del humano.

En la actualidad no existen estudios que abarquen este tipo de conducta de manera aislada. En un primer momento, se hablaba de las mordidas de amor como una forma de agresión redirigida, es decir, que se explicaba diciendo que el gato se asusta o se molesta por algo mientras está siendo acariciado y reacciona atacando a su humano.

No obstante, con el paso del tiempo se ha desmarcado la conducta que nos ocupa de la agresión pura. La diferencia básica es que las mordidas de amor no van acompañadas de ninguna otra señal de agresión, como serían los bufidos, los arañazos o la propia tensión muscular previa al mordisco.

¿Por qué tu gato te muerde mientras duermes?

¿Por qué mi gato me muerde cuando lo acaricio?

Para los humanos resulta extraño que en medio de una sesión de cariño se despliegue algún comportamiento agresivo. Lo solemos asociar a cambios de humor repentinos o a estar haciendo alguna cosa molesta para el gato sin darnos cuenta. Inconscientemente, se dota a los felinos domésticos de la calificación de ser volátiles y cambiantes, incluso traicioneros.

Sin embargo, la teoría más popular entre los expertos en etología felina es que las mordidas de amor son una forma que tiene el gato de comunicar que quiere terminar con la interacción. Es por ello que se trata de un mordisco repentino, pero que no causa lesiones.

Otra explicación es que el félido se tome la interacción como parte del proceso de aseo. Si le ves lamerse mientras le acaricias, es muy probable que acabe aseándote a ti también. Dentro de ese proceso, el gato utiliza los incisivos para rascarse o limpiarse a fondo en algún punto de su cuerpo, por lo que es fácil que lo haga contigo también.

¿Cómo debo responder ante las mordidas de amor?

Es lógico sobresaltarse ante un mordisco repentino. No obstante, esta información es valiosa para conocer a tu gato: si te pide parar a las 5 caricias, lo suyo es que lo dejes en 4 cada sesión. De esta manera, te podrás adaptar a las necesidades de tu felino y conocer hasta qué punto disfruta de las interacciones contigo.

Aunque el primer reflejo ante estos mordiscos sea apartarse o defenderse, es importante que trates de mantener la calma. Da por terminada la interacción y deja que sea el gato quien decida si se queda a tu lado o se aleja.

Si reaccionas con brusquedad es posible que asustes al gato y recibas una agresión de verdad.

Con el tiempo, aprenderás cuánto tiempo es el óptimo para este tipo de interacción. Además, los gatos tienen zonas favorables y prohibidas para los mimos, y probablemente las identifiques también a través de la agresión inducida por caricias. Quizá sea una forma brusca de aprendizaje, pero llegará un punto en el que tu felino y tú estaréis sincronizados.

¿Cómo evito que mi gato me muerda cuando le acaricio?

Algunos ejemplares tienen un temperamento más brusco que otros. Aunque no sea su intención, el felino podría llegar a hacerte daño de verdad con este comportamiento. En ese caso, lo mejor es hacerle entender que con esa conducta no va a conseguir su objetivo.

Un consejo para ello es que acortes las sesiones de mimos. Si tu gato te está pidiendo que pares de esta manera, esto te ayudará a prevenir los mordiscos. Por otro lado, si forman parte de un aseo compartido, lo mejor es que te levantes y termines la interacción en cuanto te muerda. De esa forma entenderá que no quieres estar con él si hace eso.

Si el gato te abre alguna herida, desinféctala a fondo y tápala hasta que cicatrice. Es importante prestar atención a cualquier señal de infección, como enrojecimiento o presencia de pus, para acudir al médico.

Un gato pequeño muerde el pie de su tutor.

Como ves, las mordidas de amor no son ni agresiones ni de amor. Es una forma más que tienen los felinos de comunicarse con los humanos, algo brusca, cierto, pero efectiva al 100 %. No obstante, la convivencia armoniosa depende de ambas especies: seguro que con paciencia encuentras la medida justa de mimos que necesita tu gato.


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