Los primeros días de un gato en casa
Los gatos son unos animales maravillosos, aunque a veces parece que todavía no les entendemos. Si los gatos de internet se han ganado tu corazón y quieres adoptar uno, te damos unos cuantos consejos para sobrevivir a los primeros días de un gato en casa.
Cada gato es un mundo
Hay tantas personalidades de gato como gatos existen: cada uno de ellos es único. Intentar predecir qué ocurrirá durante los primeros días de un canino en casa es como jugar a la lotería: no se sabe qué va a ocurrir, aunque no por eso debes dejar de prepararte para que salga todo bien.
Hay unos cuantos factores que pueden darte algunas pistas de qué ocurrirá: si adoptas un gato adulto, en la protectora de animales pueden comentarte su carácter. Si adoptas un cachorro, es más probable que sea activo y poco tímido; si es un gato senior, puedes esperar largas siestas y poca actividad.
Estos factores son orientativos, pero no determinantes. A los felinos normalmente no les gustan los cambios y reaccionan extrañados ante ellos. Un gato extrovertido puede asustarse ante una familia nueva y uno tímido puede enamorarse de sus humanos al momento.
Ante todo, debes tener paciencia. Tu casa, tu familia, tus horarios y tus rutinas son nuevas para él y debes darle un tiempo para acostumbrarse.
Un nuevo gato en casa: pónselo fácil
Antes de enfrentarte a los primeros días de un gato en casa, ponte en el peor de los casos. Será fantástico si es un animal extrovertido que no tardará en adaptarse y no tendrá miedos, pero tened en cuenta que puede estar asustado y tardar unos pocos días en convertirse en un gato normal.
Así que facilítale las cosas. Cuando llegue a casa, enséñale dónde están el arenero y los comederos. Mantenlos a la vista, pero no en un lugar muy transitado: que no se olvide de dónde están. Si más tarde quieres cambiarlos de sitio, adelante. Pero es importante que sepa a dónde acudir cuando tenga sus necesidades.
Lo mismo ocurre con el rascador. Ten uno o más rascadores preparados para cuando necesite usarlos. Así no utilizará los muebles cuando quiera relajarse. Los gatos suelen querer rascar después de despertarse y después de comer: déjale uno cerca de donde esté durmiendo para que pueda usarlo al desperezarse.
Mantén la casa tranquila y déjale explorarla a gusto. Las visitas que quieran conocer al nuevo miembro de la familia pueden esperar algunos días, y quizás no es el mejor momento para poner la tele con el volumen muy alto. Evítale sobresaltos y agobios para hacerle la adaptación más fácil.
Si tiene miedo y se esconde
Es frecuente que algunos gatos recién adoptados se escondan durante las primeras horas o días en su nueva casa. Les suele gustar meterse detrás del sofá o algún otro mueble, y debajo de la cama. Si ocurre esto, no le obligues a salir y, en cambio, propicia que lo haga.
Dale espacio, no vayas a por él y déjale tiempo a solas y tranquilidad para que se atreva a salir poco a poco. Ten en cuenta que todo es nuevo para él, incluso la habitación en la que está. No sabe que en ella no hay nada que le vaya a hacer daño, y necesita comprobarlo a su ritmo.
Si fuerzas que salga a la habitación o a pasar tiempo contigo, el miedo solo se incrementará. Puede que consigas mantenerlo encima del sofá, pero seguirá teniendo temor. Y lo que es peor: puede que te tenga miedo a ti. Dejarle adaptarse a su ritmo es la mejor opción. Cuanto menos intervengas, más rápido se sentirá seguro.
Déjale llevar la iniciativa. Cuando quiera explorar la casa, déjale a su aire. Si prefiere esconderse durante un rato, déjale que se reponga del susto y que salga cuando quiera. Esta parte de la adaptación es normal y es buena para la confianza que luego establecerá contigo.
Adelántate a los accidentes
Los primeros días de un gato en casa se equivocará: rascará donde no es, maullará a horas intempestivas y probablemente rompa algún objeto que tengas en el hogar. Recuerda que no entienden los castigos y que no son una herramienta efectiva en su educación.
La mejor manera de evitar accidentes en casa es adelantarte a ellos. Retira de encima de las mesas lo que se pueda caer y romper y ponle una funda al sofá, por ejemplo. Cuando el gato ya esté adaptado, puedes ir devolviendo los objetos a su lugar habitual y poniendo los comederos y areneros en otros lugares de la casa.
Las primeras experiencias que tenga el gato en tu casa y contigo van a marcar la relación que establezcáis. Quieres que tu mascota confíe en ti y no tenga miedo: no le riñas, no le castigues y no le obligues a enfrentarse a algo que le da temor.
Las normas pueden esperar o pueden cambiarse más adelante. Si tu gato confía en ti y os respetáis, va a ser más fácil cambiar las reglas de la casa en un futuro: si empezáis vuestra relación a base de miedo y amenazas, está abocada al fracaso.
Cuando adoptamos un animal, queremos que se convierta rápidamente en una mascota perfecta. Sin embargo, es probable que necesite unos días de adaptación a su nueva vida. Ponle las cosas fáciles para que esta adaptación sea la mejor posible para todos.
Te podría interesar...