Los 5 animales menos inteligentes

¿Te has preguntado alguna vez qué hace que un animal sea inteligente o no? Aquí vamos a empezar por la base: aquellos en los que aún no se ha demostrado un nivel cognitivo avanzado.
Los 5 animales menos inteligentes
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 30 julio, 2022

La inteligencia no humana es objeto de estudio y de debate desde hace siglos. Las maneras en que ciertas especies desafían las barreras del antropocentrismo son fascinantes, pero también existen animales menos inteligentes que también merecen la pena estudiar y conocer.

Pero ¿qué hace inteligente a un ser vivo? Es una pregunta más difícil de responder de lo que parece. Por eso, en este artículo tienes una revisión sobre lo que se conoce en este ámbito, pero orientado a aquellos animales que no parecen cumplir con los criterios para llamarlos inteligentes. Vamos con ello.

¿Qué es la inteligencia?

Esta es la primera pregunta que se debería responder, pero, como todo lo que se refiere a la mente, la inteligencia es intangible e imposible de medir de forma directa. Por tanto, su definición exacta está en continuo avance y debate.

Tomando una caracterización del término general y aplicable a todos los animales, se podría definir la inteligencia como la capacidad para operar sobre su medio natural aplicando soluciones novedosas a sus problemas. En este sentido, seguro que estás pensando en delfines, cuervos, simios y elefantes.

Los no humanos más inteligentes, además de cumplir con este criterio, llevan un camino evolutivo más largo a sus espaldas. De esta manera, cuentan con una adaptabilidad al medio más desarrollada que los animales menos inteligentes, los cuales vas a conocer a continuación. No te lo pierdas.

¿Cuáles son los animales menos inteligentes?

Al igual que es difícil medir el nivel intelectual en aquellos animales que parecen tener un alto nivel cognitivo, resulta casi imposible pasarle pruebas de inteligencia a otros. Es decir, que hacerle un test a una medusa, por ejemplo, no es algo que arroje resultados fiables.

Por eso, la mayoría de las afirmaciones sobre la inteligencia de los animales que vas a ver a continuación se basan en el estudio de su comportamiento y biología, no en estudios específicos al respecto. Aun así, no te pierdas lo que viene a continuación.

1. La medusa

Las medusas, lejos de poder hacerles una prueba de inteligencia, se estima que son uno de los animales menos inteligentes que existen porque no posee cerebro ni sistema nervioso central. Se trata de especies que no han tenido que evolucionar desde que comenzaron a moverse por los mares.

Sin embargo, son un modelo de estudio muy interesante, pues se considera que fueron los primeros animales en tener una locomoción basada en neuronas y músculos. De hecho, no serán capaces de resolver un crucigrama, pero sí de optimizar su natación de maneras muy bien configuradas.

Una medusa de punto blanco.

2. Esponjas

Costó algunos años de estudio catalogar a las esponjas marinas como animales. Esto se debe a que no poseen ningún tipo de tejido propiamente dicho, como el muscular, el nervioso o el digestivo. En su lugar poseen diferentes células especializadas en cada función biológica.

Las esponjas no se desplazan y no poseen sistema nervioso central. Es imposible medir la inteligencia de un animal cuyas células simplemente se reorganizan en función de los estímulos externos.

3. Estrellas de mar

Uno de los tipos de reproducción más extraños se da en estrellas.
Muchas estrellas de mar tienen ciclos que alternan la reproducción sexual y la asexual.

Las estrellas de mar tienen muchas peculiaridades: no tienen sangre, regeneran sus brazos, se reproducen por partenogénesis, su boca y su cloaca son la misma abertura y tienen un ojo en la punta de cada extremidad. Además de todo ello, carecen de cerebro.

Se suele pensar que los animales sin un encéfalo desarrollado simplemente exhiben patrones de comportamiento innatos. Sin embargo, se ha observado que estos patrones son flexibles en algunas ocasiones, como cuando se trata de evitar obstáculos. 

4. Pez lanceta (Branchiostoma lanceolatum)

Aunque se le llame pez, este curioso animal es considerado un ejemplo de la transición evolutiva entre los invertebrados y los vertebrados. Es un animal marino, sin cráneo ni cerebro diferenciado. Posee un sistema nervioso formado por una cuerda dorsal que ni siquiera está protegida por vértebras.

Estos animales tienen un comportamiento algo más complejo que los anteriores, por lo que su inteligencia está aún pendiente de evaluar. En esta especie se ha estudiado, sobre todo, la conducta de desove, ya que es la más sencilla de observar en cautividad.

5. Anélidos

Este grupo de animales invertebrados, al que pertenecen las lombrices de tierra, se caracteriza por no tener cerebro. Su sistema nervioso se compone de una cadena ventral desde la cual se ramifican los nervios laterales.

Aunque los anélidos no poseen un encéfalo como tal, lo cierto es que su antigüedad evolutiva y la gran variedad de especies que existen han dado lugar a muchos puntos de estudio. Al repartirse por diferentes especies del planeta, se han encontrado diferentes ejemplos de adaptaciones interesantes que encaminan el estudio de la inteligencia de estos animales.

El debate sobre la inteligencia animal

Son varios los criterios que el humano ha establecido para considerar inteligente a una especie: cociente de encefalización, presencia o no de sistema nervioso, estado evolutivo y muchas más. Sin embargo, el campo de la inteligencia, lejos de arrojar respuestas, plantea más preguntas a cada nuevo descubrimiento.

Las mentes colmena son un gran ejemplo de ello: organismos individuales que operan como un gran cerebro colectivo, como las hormigas o las abejas.

Por eso, afirmar que estos son los animales menos inteligentes parece algo sujeto al avance de la ciencia. Porque ¿cuántos tipos de inteligencia hay?, ¿puede considerarse al humano el ser más inteligente del planeta? No se tienen conocimientos sobre sus necesidades respecto al resto de las especies, así que solo queda esperar a que el futuro ilumine todas nuestras dudas.


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