Leopardo de Amur: hábitat y características

Los leopardos de Amur luchan a día de hoy contra el peor enemigo posible: la selección natural y antrópica combinadas. Sus poblaciones bajas son un verdadero problema para su conservación.
Leopardo de Amur: hábitat y características
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 07 mayo, 2021

El leopardo de Amur (Panthera pardus orientalis) o leopardo del extremo oriente es un felino originario de la frontera entre Rusia y China. Es una de las subespecies de leopardo más raras y cotizadas, por lo que se encuentra en peligro critico de extinción.

Por otro lado, también es una de las variedades de leopardo más pequeñas, pero tiene ciertas características que lo convierten en el trofeo ideal para cazadores y furtivos. Sigue leyendo para descubrir más sobre este bello y esquivo felino.

¿Cómo es el leopardo de Amur?

Este felino mide entre 1 y 1,3 metros, con una cola que puede alcanzar los 1,1 metros. Es bastante pequeño en comparación con el leopardo clásico (Panthera pardus), pues este último ronda los 1,9 metros de longitud. Aun así, logra alcanzar una velocidad de hasta 55 kilómetros por hora, gracias a que sus patas son más largas que las de sus parientes.

Además, tiene un color dorado-anaranjado que es característico, razón por la que es tan cotizado como trofeo para los cazadores. Su pelaje es más denso que el de otros félidos, así que luce con mayor esplendor sus colores. Sus características manchas son de mayor tamaño y tienen una distribución completamente diferente a la de otros leopardos.

Sus ojos tienden a tener colores claros o azul-verde y resultan en una combinación bastante atractiva visualmente.

Un leopardo de Amur posando en la maleza.

Hábitat del felino

Su origen se encuentra en las fronteras entre Rusia y China, donde inicialmente presentaban poblaciones naturales. Sin embargo, actualmente solo se localiza una población salvaje en todo el planeta, reunida en las montañas de la reserva de Sijote-Alin, Rusia.

Se han encontrado felinos de esta especie en otros lugares dentro de la frontera Rusia-China. De todas formas, han sido tan pocos ejemplares datos y tan pocos avistamientos que se toman principalmente los datos de las reservas de protección.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta esta especie es la caza furtiva, lo que ha reducido dramáticamente su población. Además, anteriormente este felino era buscado por los habitantes de la región, debido a que utilizaban sus huesos en medicina tradicional.

Tan solo la reserva Sijote-Alin cuenta con 90 ejemplares, aunque también existen proyectos de reproducción en Norte América y Europa. Sin embargo, esto no quita que el leopardo de Amur se encuentre en estado critico de extinción.

Reproducción del leopardo de Amur

Este leopardo es solitario, por lo que es raro verlo en manada. De todas formas, cuando son épocas de lluvia y hay más alimento disponible, los ejemplares adultos pueden llegar a congregarse de forma esporádica.

El macho puede aparearse con varias hembras, que paren en camadas de 1 o 2 crías. El embarazo de la hembra dura aproximadamente 100 días, y además ella es la que se encarga de cuidar a los cachorros y criarlos hasta su madurez.

Al nacer, las crías pesan cerca de medio kilo y miden menos de 20 centímetros de longitud. No abren los ojos hasta el primer mes de vida y no alcanzan la madurez sexual hasta que cumplen los 2 años de edad. En este punto, la madre ya le ha enseña a sus crías todo lo necesario para sobrevivir, así que se separan e independizan.

Al borde de la extinción

Este felino se encuentra en estado de conservación critico e históricamente ha estado a punto de extinguirse. Si no fuera por el trabajo de zoológicos y científicos, este mamífero habría desaparecido ya hace años.

La principal razón  de su declive ha sido la caza furtiva, pues su bello pelaje que resalta por ser dorado y bastante largo es un atractivo irresistible para las personas sin escrúpulos. El segundo factor amenazante es la modificación de su hábitat y el tercero la escasez de presas.

Ambos factores promueven que este felino se exponga y sea susceptible a ser cazado.

En 1974 tan solo se registraron 3 poblaciones, con un tamaño de 22 a 50 individuos. En 1985 2 de las 3 poblaciones desaparecieron, así que quedaron aproximadamente 50 felinos de esta especie. Finalmente, en 2014 se calculaban menos de 35.

Debido a esto —y a que los gobiernos de Rusia y China han puesto completamente de su parte—, la caza de leopardos se catalogó como ilegal. Las autoridades locales se han puesto manos a la obra para generar parques donde se pueda proteger a la especie.

También, se ha iniciado la formación de planes de reintroducción y reproducción, para que en un futuro esta especie pueda ocupar el lugar que una vez recorrió. Por desgracia, este proceso no es nada fácil.

Es gracias a estos esfuerzos que actualmente se contabilizan 90 felinos de la subespecie. Esto significa un avance: la población de este mamífero esta aumentando, lo que nos da indicios de que aún hay esperanza.

El patógeno que está matando al leopardo de Amur

En el 8 de mayo de 2015 un leopardo hembra de aproximadamente 2 años de edad fue encontrado cerca de la carretera. El felino se mostraba indiferente a la gente que lo miraba e incluso a los vehículos. Fue inmovilizado y llevado al centro de tigres (Tiger Center). Pesaba apenas 28 kilogramos, lo que se considera una mala condición de salud.

Durante sus cuidados, el leopardo no mostró interés en comer o beber agua e, incluso, se necesitó de terapia intravenosa para mantenerlo vivo. A pesar de que se hizo lo posible por recuperarlo, no hubo mejoría.

Sus movimientos se volvieron cada vez más erráticos y empeoraron cada vez más rápido. Finalmente, por razones medicas y éticas, se le aplicó eutanasia al ejemplar el 25 de mayo.

Este evento sucedió en Rusia, cerca del Parque Nacional de Leopardos. La razón por la que este ejemplar de leopardo de Amur se encontrara así no fue una deshidratación o la falta de alimento: un nuevo patógeno corría en esta población.

Durante el análisis del ejemplar se encontraron indicios de una infección vírica, conocida como distemper canino. Este virus con gran posibilidad de infección podría tener la capacidad de infectar a la población restante de este felino y terminar por extinguirlo. Un obstáculo más para salvarlo de la extinción.

Un leopardo de Amur mira a cámara.

A pesar de todo, por el momento los pronósticos parecen alentadores. Este leopardo tiene muchas probabilidades de salvarse de la extinción. Sin embargo, siempre caemos en hacer hincapié en lo mismo: si la humanidad no cambia su forma de vida, muy probablemente esta historia se repetirá y no tendrá un final feliz.


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