Lagarto ocelado: hábitat y características

Los lagartos ocelados son tan dependientes del clima y la temperatura que durante invierno algunas poblaciones pasan por una diapausa. Es algo similar a la hibernación, pero no tan drástico.
Lagarto ocelado: hábitat y características
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 30 julio, 2022

Las apariencias de los reptiles suelen ser unas de las más peculiares dentro del reino animal, ya que sus escamas los dotan de diversos colores y formas. En este sentido, el lagarto ocelado resalta por sus características cromáticas, pues los patrones de coloración en su espalda imitan la presencia de ojos por todo su cuerpo.

El nombre científico de esta especie es Timon lepidus (sinónimo Lacerta lepida) y se trata de un organismo con diversos problemas en su clasificación. De hecho, uno de los grandes conflictos que reporta a día de hoy es la posible existencia de varias subespecies, ya que su distribución geográfica ha ocasionado confusiones en la comunidad científica. Sigue leyendo para conocer más acerca de este curioso reptil.

Hábitat y distribución

El lagarto ocelado se distribuye por el suroeste de Europa, donde predominan los climas mediterráneos. Esto incluye parte de la península ibérica, el sur de Francia y el noreste de Italia. Además, se ha encontrado en regiones poco comunes, como las dunas móviles de Doñana, zonas intermareales gallegas o las cumbres pirenaicas. Por ello, se considera una especie generalista con hábitats diversos.

Los lagartos ocelados pueden vivir tanto en áreas con gran cantidad de árboles como en regiones desprovistas de vegetación. Sin embargo, la especie tiene un ecosistema preferido, pues es abundante en zonas con bosques densos, acantilados y matorrales. De esta forma, a pesar de no ser un limitante prioriza sitios con vegetación con claros en los que asolearse y sitios para resguardarse.

Un lagarto ocelado tomando el sol.

¿Cómo es el lagarto ocelado?

El aspecto de este animal es robusto y vistoso y en ocasiones llega a superar los 345 gramos de peso y los 24,2 centímetros de longitud (sin su cola). De hecho, al igual que otros organismos de su grupo exhibe escamas muy diferentes en la cabeza y espalda, lo que diferencia su región cefálica del resto del cuerpo.

Gracias a este último rasgo es posible reconocer a un adulto, debido a que estas estructuras se deforman con la edad.

Los ojos de este lagarto tienen una pupila redonda, lo cual contrasta con la apariencia ocular de otros reptiles de pupila vertical. De igual forma, su cola representa más del 50 % de la longitud de su cuerpo, lo cual puede variar si se pierde por autotomía caudal. En este mecanismo de defensa, el lagarto se autoamputa la cola para escapar de los depredadores, y aunque crece de nuevo, no alcanza su tamaño original.

Por su parte, la coloración de este animal varía dependiendo su ubicación geográfica. Aun así, los patrones mantienen una fusión de amarillo-negro en su dorso. Además de esto, en algunos ejemplares se dibujan unos círculos oscuros de color azul que parecen asemejar “ojos” u ocelos. De hecho, esta pigmentación de su dorso es la razón por la que se le denomina “lagarto ocelado”.

Dimorfismo sexual

Como en la mayoría de los animales, existen ciertas características que diferencian a machos de hembras, lo cual se denomina dimorfismo sexual. En este caso los machos tienen una cabeza más ancha, coloraciones más brillantes y tamaños más grandes. Es más, también presentan unos poros femorales más desarrollados que les sirven para marcar sus territorios.

Estos poros femorales también están presentes en las hembras, sin embargo, en los machos son más evidentes. Al final, estas estructuras les sirven para secretar sustancias durante el celo como una señales honestas para convencer a la pareja de copular.

Comportamiento

Al ser organismos ectotermos, estos reptiles regulan su temperatura corporal pasando más o menos tiempo al sol. Por ello, este lagarto necesita comenzar a calentarse desde muy temprano, esperando la salida del sol para solearse. Una vez se expone un tiempo a los rayos del sol aumenta su actividad y rapidez, siendo capaz de escapar con facilidad de sus depredadores.

De manera general, estos reptiles no son agresivos fuera de la época reproductiva, ya que se considera que las hormonas son un detonante poderoso de esta conducta. Por esta razón, solo se vuelven territoriales y comienzan a pelear entre sí durante el celo, aunque sus conflictos no suelen terminar en daños que arriesguen su vida.

Subespecies

Las variaciones geográficas y climáticas son suficientes para que los animales se adapten, cambien y provoquen el inicio de una diversificación. En el caso del lagarto ocelado, gracias a la gran distribución que tiene se pueden encontrar algunas variedades que se distinguen por la zona que habitan. En la siguiente lista, se recopilan algunas subespecies descritas para este reptil:

  • Timon lepidus lepidus: se encuentra en el centro, el suroeste y el noreste de la península ibérica, también en el sur de Francia y el noreste de Italia.
  • Timon lepidus iberica: con hábitats en Galicia, Portugal, oeste de León, noroeste de Zamora y Asturias occidental.
  • Timon lepidus nevadensis: solo se puede ver en el sureste de la península ibérica, en específico en Sierra Nevada.
  • Timon lepidus oterol: está restringido a la isla de Sálvora.

¿Qué come el lagarto ocelado?

La dieta de esta especie se basa casi en su totalidad en insectos, sin embargo, esto no restringe sus alimentos o posibles presas, ya que suele ser bastante flexible. En este sentido, se podría decir que su menú depende en gran medida de la disponibilidad de recursos, tamaño, sexo y periodo del año en el que se encuentre el ejemplar.

Aun así, los lagartos ocelados consumen una gran cantidad de coleópteros, lo cual ha propiciado su especialización y adaptación a estas presas. Un artículo de la revista científica Copeia encontró que la estructura y cantidad de sus dientes era una evidencia clara de su favoritismo por estos invertebrados. Sus piezas dentales deben ser capaces de romper y aprovechar cada parte de este insecto para su alimentación.

Reproducción

En general, este lagarto es considerado un organismo polígamo ovíparo con reproducción anual en primavera. Durante este evento, los machos se tornan más territoriales, demostrando su superioridad entre sí por medio de sus tamaños. Asimismo, sus colores se ven más brillosos, ya que será una de las características que evalúan las hembras para escogerlos.

Por su parte, el cortejo consiste en hacer gala de su apariencia, exhibiendo su corpulencia y colores vibrantes. Mientras tanto, la hembra decide si acepta o no el cortejo escapando del sitio si se niega o volviéndose sumisa para iniciar el apareamiento si accede. De esta forma, el macho procede a morder el costado de su pareja para detenerla y poder copular, fertilizándola en el proceso.

El periodo de puestas se lleva a cabo durante la primera mitad del verano y los nacimientos ocurren en otoño. Cuando está preparada, la hembra busca o excava una madriguera con alrededor de 23 centímetros de profundidad, la cual usará como el nido de las crías durante su incubación. En ella se depositarán entre 5 y 20 huevos que tardarán casi 3 meses en eclosionar (dependiendo de la temperatura).

El lagarto ocelado no presenta un cuidado parental, por lo que al finalizar la puesta la madre se olvida de sus huevos. Al nacer, cada cría deberá valerse por sí misma, ocasionando que pocos sobrepasen los 5 o 6 años de edad en su hábitat natural.

Estatus de conservación

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el lagarto ocelado es una especie casi amenazada. Los principales problemas a los que se enfrenta son la destrucción de su hábitat, el envenenamiento por pesticidas y el aumento de depredadores. Estos puntos han ocasionado una reducción en su población, provocando que se encuentre en situación desfavorable.

Los reptiles termorregulan.

No existe un análisis profundo de su situación, por lo que se desconoce mucho sobre las razones detrás de la reducción de su población. Aunque se creen acciones para su protección, es muy probable que no ayuden por completo hasta no conocer bien los retos que debe superar. Se necesita conocer mejor a esta especie para ayudarla de la mejor forma.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Mateo, J. A., & López-Jurado, L. F. (1997). Dental ontogeny in Lacerta lepida (Sauria, Lacertidae) and its relationship to diet. Copeia1997(2), 461-463.
  • Alegre, J., Salgado, J. M., & Hernández, A. (1991). Ecología trófica de Lacerta lepida en la provincia de León, noroeste de España. Amphibia-Reptilia12(3), 283-292.
  • Castilla, A. M., Bauwens, D., & Llorente, G. A. (1991). Diet composition of the lizard Lacerta lepida in central Spain. Journal of Herpetology, 30-36.
  • Hódar, J. A., Campos, F., & Rosales, B. A. (1996). Trophic ecology of the ocellated lizard Lacerta lepida in an arid zone of southern Spain: relationships with availability and daily activity of prey. Journal of Arid Environments33(1), 95-108.
  • Martín, J., & López, P. (2010). Multimodal sexual signals in male ocellated lizards Lacerta lepida: vitamin E in scent and green coloration may signal male quality in different sensory channels. Naturwissenschaften97(6), 545-553.
  • López-Jurado, L. F., & González Barbuzano, J. (1994). Variaciones en el color de los lagartos ocelados; aproximación a la distribución de Lacerta lepida nevadensis, Buchholz 1963. Revista Española de Herpetología.
  • Mateo, J. A. (2004). Lagarto ocelado–Lacerta lepida Daudin, 1802. Carrascal, LM & Salvador, A.(eds) Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.