Gato burmilla

Gato burmilla

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 noviembre, 2017

El gato es un animal que, con el paso del tiempo, se ha ido mezclando con distintas especies de felinos y de ahí han surgido diversas razas, muchas de las cuales no conocemos. Otras quizá las hayamos visto, pero no sepamos darles un nombre. ¿Conoces al gato burmilla? ¿No? ¡Pues vamos a conocerlo!

El gato burmilla, todo lo que hay que saber

Origen

El origen de este gato se posiciona en Reino Unido. Los primeros ejemplares de la raza surgieron de la unión entre una gata burmés lila y un gato persa chinchilla. De ahí su nombre, burmilla. Esto sucedió en 1981, por lo que es una raza relativamente nueva. Cuando nacieron los primeros gatos de esta unión los criadores no pudieron resistirse a ellos y quisieron promover la especie.

Gato burmilla en la cama
Fuente: Armin Tafertshofer

Para que la especie perdurara comenzaron a hacer pruebas genéticas con los mejores de cada camada hasta conseguir el gato perfecto, el gato burmilla que conocemos hoy. No recibió el reconocimiento oficial por parte de la Federación Internacional Felina hasta 1994.

Características del gato burmilla

Este es un gato de tamaño medio, musculoso y con un porte elegante. Su espalda es recta y su pecho tiene una forma redondeada. Tiene unas patas delgadas y largas, que paradójicamente destacan por su fortaleza.

La base de la cola es ancha y va afinándose hacia el exterior, cubierta de mucho pelo y con una punta redondeada. Una característica interesante es una especie de letra ‘m’ que parece tener en su frente. Su cabeza tiene forma triangular, más ancha en la parte superior y va estrechándose hacia abajo.

Los ojos del gato burmilla son grandes y almendrados, con un delineado en color negro que resalta enormemente sobre el color verde de su iris. Este siempre será el color de sus ojos, sin importar el tono.

Respecto a su pelo, hay dos formas en este gato, uno de pelo corto y otro de pelo largo. El que tiene el pelo corto lo tiene pegado al cuerpo y es muy frondoso, mientras que el pelo largo es moderadamente extenso y no consta de ‘doble manto’. Los colores admitidos son: azul, negro, chocolate, lila, rojo o crema. Siempre será muy brillante y suave, un pelo que atrae para acariciarlo.

Carácter del gato burmilla

Este gato destaca por ser muy juguetón y tener una gran capacidad de adaptación tanto a cualquier entorno como con cualquier persona o mascota. Son sociables y su felicidad se basa en estar rodeado de personas o animales y compartir juegos.

Su personalidad es dulce, cariñosa y afectiva. Siempre estará buscando tus mimos y siempre responderá a tus necesidades por dárselos. Los mimos, juegos, abrazos y caricias siempre serán bien recibidos por este gato.

No son agresivos y, si hay algo que destacar en ellos, es su inteligencia y su nivel de energía. El gato burmilla es diferente al resto de gatos que conozcas, no se pasará doce horas durmiendo como otros, sino que querrá mantenerse siempre activo, en todo momento. Esta inteligencia la demostrará queriendo comunicarse contigo o con los miembros de la familia todo el tiempo.

Gato burmilla tumbado
Fuente: John Turner

Cuidados especiales del gato burmilla

No es un gato que se enferme con facilidad ni que tenga enfermedades genéticas o de la edad conocidas. Solo necesitará una buena dieta con todos los nutrientes necesarios y algunas sesiones de ejercicio.

En cuanto a su pelaje son convenientes varios cepillados semanales para quitar el pelo muerto y que este siga brillando por mucho tiempo. Sus orejas son algo que has de revisar y limpiar a menudo para evitar posibles infecciones como la otitis que tan común es en gatos.

El gato burmilla, como ves, es un gato diferente, poco independiente y excesivamente cariñoso. Tiene todas las ventajas de un gato y las de un perro a la vez. ¿Qué más puedes pedir de una mascota? ¿Ya estás pensando en él como tu nuevo compañero?

Fuente de las imágenes: Sheila Bormann, Armin Tafertshofer y John Turner.

 


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