El carácter de los gatos, aun cuando son cariñosos, esconde cierto grado de agresividad y podrían llegar a atacar incluso a sus tutores. No es lo más común, pero en ocasiones un felino puede volverse agresivo hasta con nosotros. No obstante, esta actitud lleva varias cosas envueltas que vamos a examinar en este artículo.
Claro está, también vamos a analizar qué podemos hacer para evitar y frenar este comportamiento.
¿Por qué un gato es agresivo?
La agresividad felina es causada por muchos motivos y ocurre en varios contextos. Sin embargo, siempre existe un detonante que ocasiona su comportamiento alterado. Entre los más comunes están:
Miedo
A diferencia de los perros, el carácter solitario de los gatos ocasiona que se vuelvan irritables con facilidad. Esto hace que estén a la defensiva, de modo que atacarán a la menor provocación. Si a ello le añades un sentimiento de miedo, ten por seguro que será menos tolerante al contacto.
Si tu gato es adoptado y ha mostrado capítulos de agresividad contigo o con miembros de tu familia, es posible que anteriormente haya sido maltratado. En consecuencia, relaciona a la figura humana con dolor y sufrimiento, lo que le genera un miedo que intenta combatir con agresividad.
Dale su tiempo, déjalo que se adapte al nuevo ambiente y que él vea por sí mismo que tu hogar es un lugar tranquilo, lleno de paz y amor, donde él también tiene cabida.
Estrés
Hay circunstancias a las que tu gato puede no estar acostumbrado. Por ejemplo, es posible que haya hecho una travesura y que cuando lo llames para regañarlo se ponga agresivo contigo. Es una situación poco común para él y al no saber cómo reaccionar se genera una situación de estrés en él que intenta calmar con agresividad.
Si tu gato tiene tendencia a ponerse agresivo por el estrés o a ser nervioso antes situaciones desconocidas, intenta introducirlo a ellas de forma paulatina para que no sea un shock demasiado grande para él.
Dolor
Los gatos son expertos en disimular síntomas y enfermedades. Sin embargo, ante cualquier molestia se comportan a la defensiva y son menos tolerantes a tu presencia o a tus caricias. Por ello pueden llegar a ser más agresivos y atacar sin razón aparente.
Ten en cuenta que si el dolor es bastante fuerte, no dejará que te acerques. Esto lo hacen porque piensan que podrías provocarles más dolor, aunque depende bastante de la relación que tengas con tu felino. No lo tomes personal, su temperamento natural es solitario y tienden a desconfiar de todos cuando la están pasando mal.
Agresión redirigida
Cuando reciben el ataque de una persona o de un gato que los intimida y ante el que se sienten más débiles, es posible que los gatos descarguen su ira contra una persona con la que se sientan más fuertes. Esta podrías ser tú porque él sabe que lo quieres y cree que eso te hace vulnerable. Márcale desde el principio el sistema de jerarquía haciéndole ver que quien manda eres tú sin quitarle su dosis de amor correspondiente.
Territorialidad
Los felinos domésticos son bastante solitarios y selectivos, por lo que no a cualquiera le brindan su confianza. En caso de que algún extraño o alguien sin permiso entre en su territorio, lo normal es que el gato reaccione de manera agresiva para repelerlo. Una forma de evitar este tipo de problemas es socializándolo desde pequeño, así aprende a convivir con otras personas y animales porque entiende que no siempre estará solo.
Caricias
Quizá te ha pasado que has estado acariciando a tu gato y de repente se ha puesto agresivo como si estuviera loco. Esto puede ser por varias razones:
- Una forma de decir “ya es suficiente, gracias”
- Estaba medio dormido y se despertó sobresaltado y a la defensiva
- Si es un gato no acostumbrado a socializar.
Puedes saber que tu gato no está cómodo mientras lo acaricias si deja de ronronear, mueve la cola de un lado a otro o crispa un poco su lomo. Si ves uno de estos signos, lo mejor es que te levantes para que se quite y no esté encima de ti.
“Bajo la opresión hasta un sabio actúa como loco”
-Proverbio Bíblico-
Cómo calmar a tu gato cuando se pone agresivo
Si tu gato dirige su agresividad contra ti, hay varias cosas que puedes hacer para defenderte.
- Pistola de agua. Los gatos odian el agua, por lo que tener una pistola de agua a la mano nunca está de más. Esta te servirá en caso de que tu felino te confiera un ataque o si está peleando con otro minino será muy útil para separarlos.
- Aléjate. Sal de la habitación y cierra la puerta para dejar solo al animal durante unos 20 minutos. Es probable que cuando abras la puerta se le haya olvidado todo y venga corriendo a retozar en tus piernas de nuevo.
- Ponte a su altura. Si crees que tu gato aún no está demasiado enfadado, baja a su nivel y no lo mires fijamente, pues esto podría hacerlo sentir amenazado. Estar a su altura disminuirá la visión amenazante que en ese momento puede tener de ti.
- Ignóralo. Dicen que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Dejar de hacer caso a tu gato cuando está dispuesto a atacar, puede calmar sus humos y aires de grandeza y al poco olvidar por qué estaba enojado y quería ser agresivo. Antes de hacerlo tendrás que aprender a interpretar bien la conducta de tu mascota, pues de lo contrario podría atacarte para intentar ganar tu atención.
- Golosinas. Siéntate en el suelo con sus golosinas preferidas. Deja que las vea pero no se las des. Permite que sea él quien se acerque a ti.
Cómo puedo evitar la conducta agresiva de mi gato
Antes que nada, es necesario entender que la personalidad independiente de los gatos los hace ser un poco más solitarios. Esto significa que las muestras efusivas de cariño podrían provocarle estrés y generar una situación de agresividad. Para evitarlas, pon atención a los siguientes puntos:
- Respeta su espacio: es fácil notar cuando un felino no se siente cómodo con tu presencia o con tus caricias, ya que su pelaje se eriza, sus pupilas se dilatan y la punta de su cola se mueve. Si detectas alguna de estas señales retírate un momento.
- Evita espantarlo: es posible que en algún momento nos logremos acercar al gato sin que se dé cuenta, de modo que nuestras caricias solo lo espantarán y reaccionará de manera agresiva. Ten en cuenta que si lo haces seguido tu mascota te asociará a una sensación desagradable y te podría atacar de manera frecuente.
- Nunca le grites o lo golpees: a pesar de que te haya lastimado, los gritos y los golpes solo provocarán un miedo y aversión a tu presencia. En consecuencia, tenderá a ser más agresivo y reducirás la posibilidad de formar un lazo fuerte con él.
La mayor parte de los casos de agresividad en estos felinos domésticos son provocados por la irresponsabilidad de sus tutores. Esto puede ser por acciones imprudentes al invadir su territorio o por la falta de educación durante su crianza. De manera afortunada, cualquiera que sea la razón es posible remediarla con paciencia y cariño. Aunque no está mal acudir con un profesional para recibir asesoría.
Bibliografía
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- Trillo, L. (2019). Guía para entender al gato. Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales. Recuperado el 18 de enero de 2022, disponible en: http://faada.org/docs/GuiaParaEntenderAlGato.pdf