Fiebre hemorrágica en conejos: causas, síntomas y tratamiento

La fiebre hemorrágica en conejos es una enfermedad que puede llegar a alcanzar una letalidad del 100 %. Para complicar aún más las cosas, a día de hoy no existe una cura.
Fiebre hemorrágica en conejos: causas, síntomas y tratamiento

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 14 enero, 2021

La fiebre hemorrágica del conejo (RDH) es una forma altamente infecciosa y letal de hepatitis que afecta a lagomorfos europeos, tanto conejos como liebres. La tasa de mortalidad alcanza un 70-100 % en la mayoría de los brotes epidémicos, por lo que se considera una patología grave en estos animales.

La enfermedad es causada por distintas cepas víricas de la familia Caliciviridae, las cuales atacan a los órganos internos del conejo y producen la hemorragia característica. Si quieres conocerlo todo sobre esta patología, continúa leyendo.

¿Cómo se contagia un conejo?

Los virus de la enfermedad hemorrágica en conejos (RHDV) son altamente contagiosos. Un ejemplar sano se puede infectar por contacto directo, mediante gotas inhaladas por toses/estornudos de animales enfermos, por fluidos corporales o incluso por el contacto con el pelo de un conejo infectado vivo o muerto.

Así pues, cuando sucede un brote epidémico, los virus pueden transportarse entre ejemplares distribuidos por áreas kilométricas. Además, este agente patógeno es altamente estable en el ambiente, por lo que sobrevive a un rango de temperaturas e inclemencias climáticas sorprendente.

Existen dos cepas víricas que caracterizan al patógeno: la RHDV1 y la RHDV2. Ambas presentan tiempos de incubación y síntomas ligeramente diferentes y, además, se ha registrado que la primera de las cepas es generalmente más letal.

El virus se transmite de animales infectados a otros sanos de forma tanto directa como indirecta.

Un conejo triste está mirando a cámara.

Síntomas de la fiebre hemorrágica en conejos

Por desgracia, este virus es letal y rápido, por lo que la mayoría de animales mueren antes de ser diagnosticados. Cuando el conejo sí que presenta signos clínicos, suele manifestar uno o varios de los siguientes:

  • Pérdida de apetito y letargia.
  • Fiebre muy alta.
  • Espasmos musculares descontrolados.
  • Ictericia: se presenta con un color amarillento en los globos oculares y otras estructuras visibles. Esto evidencia que un fallo hepático grave está sucediendo en el animal.
  • Sangrado por el recto, nariz y boca.
  • Dificultad respiratoria.
  • En muchos casos, muerte espontánea.

Los conejos sintomáticos empiezan a mostrar signos clínicos 5 días después de exponerse al virus. Estos se acompañan de degeneración del hígado, sangrado de órganos internos y coagulación dentro de los vasos sanguíneos, entre otros eventos graves. La cepa RHDV1 alcanza una mortalidad del 40-100 %, mientras que la otra oscila el 5-80 %.

El peligro de los enfermos silenciosos

Tal y como indica el portal Rabbit.org, los conejos que sobreviven a la enfermedad son portadores del virus por al menos 42 días. Por otro lado, los pocos ejemplares asintomáticos pueden esparcir el virus durante 2 meses o más sin presentar ningún signo clínico. Es por estas razones por las que el virus se propaga tan rápido.

Diagnóstico y tratamiento de la fiebre hemorrágica en conejos

Por desgracia, no hay mucho que contar en estos frentes, pues el diagnóstico suele realizarse cuando el animal ya ha muerto y no existe una cura para la enfermedad. No hay tratamientos antivirales ni vacunas posibles, así que la única solución es la prevención.

En la prevención está la clave

Si tienes conejos en granjas o instalaciones en contacto con el medio, sigue estos consejos para evitar la presencia de este letal virus en tus animales:

  1. Mantén a los conejos con un sustrato propio, con el fin de que nunca estén en contacto directo con el suelo. Tampoco está nada recomendado utilizar material natural como sustrato o como elemento para refugios, pues puede contener agentes patógenos.
  2. Evita que tus animales entren en contacto con conejos salvajes por todos los medios posibles. Si encuentras a un ejemplar con signos claros de hemorragia interna en tu parcela, contacta inmediatamente a las autoridades sanitarias. El virus se expande muy rápido.
  3. Cámbiate la ropa antes de interactuar con poblaciones diferentes de conejos. Si manejas ejemplares de otra zona y luego vuelves a tu granja, nunca manipules a tus conejos domésticos con herramientas ya usadas o utilices ropa que haya estado en contacto con animales salvajes.
  4. Mantén a cualquier conejo nuevo en cuarentena. Si este está enfermo, debería comenzar a mostrar síntomas en un máximo de una semana tras la adquisición.
Un grupo grande de conejos.

Como habrás podido comprobar, la única herramienta para controlar la fiebre hemorrágica en conejos es la prevención. Cuando se detecta un brote epidemiológico, en muchos casos, la única solución posible es acabar con la colonia entera para evitar una mayor expansión del patógeno.


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  • Cooke, B. D., & Fenner, F. (2002). Rabbit haemorrhagic disease and the biological control of wild rabbits, Oryctolagus cuniculus, in Australia and New Zealand. Wildlife Research29(6), 689-706.

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