¿Es buena idea dormir con tu gato?
El debate de si dormir con tu gato es buena idea o no se lleva teniendo desde hace ya años. Mientras que unos defienden que no podrían pegar ojo sin su felino, otros afirman que no es bueno para la salud.
Por eso, si estás aquí porque tu minino se empeña en usarte como almohada, aquí podrás encontrar tanto la parte buena como la perjudicial. No te pierdas nada, pues cuando se trata de convivir con especies diferentes a la nuestra siempre es bueno estar informado con la mayor profundidad posible.
La parte buena de dormir con tu gato
Lo cierto es que, por lo general, son los félidos los que toman la iniciativa de dormir con sus tutores. Por tanto, es importante tener en cuenta que esta costumbre afecta al gato y al humano por igual. Vamos a ver algunos de los beneficios para ambos:
- Mejoran la relación entre tu gato y tú: el contacto físico es una forma directa y efectiva que estrechar lazos con tu felino, y más en un momento tan vulnerable como es la inconsciencia.
- El ronroneo relaja: tener al gato ronroneando cerca es tranquilizador y ayuda a conciliar el sueño.
- Dan calorcito: la temperatura corporal media de los gatos está entre 38-39ºC. En las noches más frías, su presencia en la cama es reconfortante.
- Ayudan a empezar bien el día: amanecer junto a ellos siempre es motivo de alegría. El despertar conjunto suele ir acompañado de una sesión de mimos que ayuda a desperezarse a un ritmo más sano.
Desventajas
Leído todo lo anterior, es posible que creas que dormir con un gato es la solución perfecta para tus problemas de insomnio y que vas a crear la mejor de las relaciones con él. Sin embargo, ha de tenerse en consideración que cada gato, casa y humano son un mundo, por lo que pueden aparecer situaciones desagradables en un momento dado.
Por eso, en este apartado también tienes expuestos los posibles problemas derivados de esta práctica de dormir con tu gato, tanto para él como para ti. Son los siguientes:
- Si en un momento dado decides que no quieres dormir más con tu gato, le generarás un cuadro de estrés si no haces la transición de manera adecuada. El felino podría sentir que le expulsas de su zona de descanso sin razón aparente.
- Los gatos más inquietos pueden dar problemas durante la noche: ten en cuenta que no tenéis el mismo ciclo de sueño, por lo que los juegos, los saltos y los arañazos son una fuente de insomnio para ti si son muy frecuentes.
- Aquellos felinos más territoriales pueden mostrar conductas de agresión durante la noche para sentir que mantienen un control sobre su zona de descanso.
- Si el gato tiene acceso al exterior, ten en cuenta que podría estar portando parásitos o enfermedades capaces de transmitirse al humano. Además, suelen llevar encima más suciedad que aquellos que no salen de casa.
- La presencia de pelos, epitelios y ácaros en las sábanas puede desencadenar una reacción alérgica en cualquier momento.
Consejos para dormir con tu gato sin peligro
Ahora que ya conoces los pros y los contras de dormir con un felino en la misma cama, es posible que te estés preguntando cómo prevenir estos problemas o mejorar la calidad del descanso. De hecho, existen una serie de medidas a tener en cuenta si vas a compartir un espacio tan íntimo con tu felino:
- Evita que tu gato salga a la calle: son muchas las razones por las que se recomienda esto. Entre ellas está la de que existe mayor peligro de contagio para ellos, ya sea con patógenos del ambiente o con enfermedades transmitidas por otros gatos. Esta es una forma de prevención básica.
- Cepilla a tu felino: con una rutina regular de cepillado evitarás que tu gato suelte tanto pelo al ambiente y, por tanto, a las sábanas. La frecuencia dependerá del tipo de manto que tenga el animal.
- Limpia tu casa a fondo y con regularidad: es cierto que es imposible mantener el hogar libre de pelos al 100 %. Sin embargo, sí que conviene que lleves una higiene rigurosa de aquellos lugares donde compartes tiempo con tu félido, como la cama y el sofá.
- Utiliza una funda antiácaros: suelen estar de venta en farmacias. Estas fundas aíslan por completo el colchón, de manera que los ácaros provenientes del pelaje y la piel del gato no pueden proliferar en el mismo.
- Acude a las revisiones periódicas veterinarias: la mejor forma de prevenir enfermedades en tu gato (y en ti, en el caso de las zoonosis) es tener su calendario de vacunas y desparasitaciones al día. Hazle chequeos periódicos de su estado de salud general.
Como ves, dormir con tu gato puede ser una experiencia maravillosa e incluso una forma de sostén emocional para ambos. Sin embargo, es necesario observar cómo se desarrolla la convivencia entre ambos y si esta práctica es cómoda y viable. De lo contrario, lo mejor es que le enseñes a dormir en su propia cama mediante el refuerzo positivo.
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